La disminución del coste de los recursos energéticos distribuidos junto con la voluntad de proporcionar electricidad barata a los consumidores serán fuertes catalizadores de la hoja de ruta para lograr una combinación de generación renovable del 94% para 2040, y la sólida cartera de proyectos solares y eólicos del país aportará a los inversores la confianza necesaria para financiar este mercado, según GlobalData.
Somik Das, analista senior de Energía de GlobalData, comenta: "Australia tiene actualmente una importante cartera renovable de 102GW, compuesta por proyectos en etapas incipientes y avanzadas. Los proyectos de energía eólica y solar fotovoltaica representan casi el 90% de esta cartera. El gobierno ha puesto el último clavo en el ataúd para las centrales eléctricas de carbón, y no tiene planes de continuar con la generación con carbón y gas más allá de las fechas de retiro previstas. De hecho, existe la posibilidad de que desaparezca antes si las energías renovables proporcionan mayores beneficios de costes antes del horizonte de 2040".
De acuerdo con Globaldata, la energía solar fotovoltaica encabezará las instalaciones este año, seguida de la energía eólica, representando más del 25% del total de las instalaciones (un 24% el año pasado). Somik Das explica que "la pronunciada reducción de los costos de los módulos solares, la mejora de la eficiencia y los acuerdos de compra-venta (PPAs) han colocado a la energía solar fotovoltaica junto a la eólica como abanderados de la transformación verde". La transición energética contribuirá, además, a la expansión del almacenamiento de energía y a la construcción y mejora de la infraestructura de la red para apoyar la expansión renovable a esta escala, añade el analista.
El plan de transición a 20 años del gobierno australiano prevé una participación del 94% de renovables en la mezcla de generación y una dependencia significativamente menor de la generación a partir de carbón. Sin embargo, hay un escollo importante a resolver para que estos objetivos se materialicen. El Consejo de la Energía Limpia de Australia (Clean Energy Council) señala en un informe publicado hace unos días que la inversión comprometida en proyectos durante el segundo trimestre de este año (600 millones de euros) es la más baja registrada desde 2017. En concreto, un 46% más baja que la registrada en el trimestre anterior, y un 52% más baja que la media trimestral de 2019.
Los principales motivos de esta caída en la inversión radican en los retos asociados al proceso de conexión a la red, debido, fundamentalmente, a "la impredecible política gubernamental y a las inversiones insuficientes en el desarrollo de la capacidad", según el informe del Clean Energy Council.