"No puede haber rentabilidad económica sin rentabilidad social", ha asegurado la presidenta de Redeia, que ha hecho referencia a una reciente encuesta que señala que "los españoles confían más en las empresas que en los gobiernos", una situación que "añade responsabilidad a las empresas", pero que "no podemos afrontar solas", por lo que "tenemos que asumir que el sector público y privado deben cooperar" para que la transición ecológica sea rentable.
Corredor ha explicado que "cuando despliegas una infraestructura energética en entornos rurales, impactas en el modo de vida, paisaje y biodiversidad locales". Aunque el promotor les explique que todos estos megavatios solares van a potenciar la energía solar en el mix energético nacional, "a ellos eso no les importa tanto como su biodiversidad, patrimonio paisajístico y costumbres", por lo que "hay que escucharles para saber cómo actuar". Y esto obedece a que según Corredor, "la sostenibilidad implica dejar las cosas mejor de como te las encuentras", y esto tiene implicaciones para la agricultura, industria, y servicios locales.
La transición ecológica "tiene que ser justa, que todo el mundo gane en el proceso", defiende Corredor, cuya máxima es "generar valor en los territorios sin renunciar a la rentabilidad". Sin embargo, echa en falta "una metodología que mida el impacto sobre el territorio", aunque estima que "por cada euro de beneficio aportamos 14,5 euros a la sociedad".
Para el presidente de EY, la colaboración público-privada es "capital", pero uno de los ámbitos en los que no se aprecia es al comunicar y explicar la transición verde. "Hay que decirle al ciudadano: la transición va de esto, esto es lo que cuesta y estos son los beneficios", ha subrayado.
Por otra parte, ha incidido en la importancia que tienen la sostenibilidad y la "creación de valor sostenible a largo plazo" y ha afirmado que una empresa no puede centrarse en crear valor de cliente, financiero y de persona y no esforzarse por generar valor social. Linares prevé que dentro de dos, tres o cinco años habrá instrumentos para medir qué empresas crean más valor social sostenible.
Autonomía estratégica
La siguiente mesa de debate, titulada "autonomía estratégica abierta: la economía circular elemento clave en el futuro para la Unión Europea",ha contado con el jefe de gabinete de la directora general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Luis Planas; y el director de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia País de la Presidencia del Gobierno, Diego Rubio, que han analizado las dependencias estratégicas del bloque europeo y cómo se integran en las políticas de la UE.
En primer lugar, Planas ha asegurado que "la autonomía estratégica es un concepto clave en Bruselas, ya que estamos en año de cierre de mandato y tenemos que ver cuales son las prioridades". En este contexto, "la economía circular no es algo nuevo en la autonomía estratégica, pero nos hemos dado cuenta de la debilidad de nuestras cadenas de valor y de que no podemos comprar en los mercados una serie de materias primas fundamentales para la transición energética".
Planas ha descrito una "agenda de economía circular" europea, articulada en torno a tres ejes fundamentales:
1- Mejorar y generar un mercado para los productos circulares en Europa, con reglamentos de ecodiseño y eficiencia energética, durabilidad de productos, reutilización, y eficiencia de materiales, para mejorar el ciclo de vida del producto.
2- Trabajar con el consumidor para asegurar que identifica mejor los flujos circulares. Por ejemplo, las baterías del sector del automóvil tienen gran potencial de circularidad, dada la gran cantidad de metales estratégicos que contienen.
3- Cómo generar valor con los residuos, como evitarlos y reducirlos. Se estima que cada europeo produce 35 kg de residuos plasticos al año, por lo que considera necesario asegurar que el residuo se quede en Europa para evitar la exportación de basura. "El residuo es un recurso, una oportunidad para generar empleo y riqueza".
Metales estratégicos
En cuanto a los metales estratégicos para la transición ecológica, Planas ha señalado que "actualmente solo estamos recuperando solo el 22 % del cobalto, 16 % del niquel y el 1 % litio que entra en europa", cifras insuficientes todavía, sobre todo por "los problemas relacionados con su extracción y refinamiento" en zonas remotas del globo.
Por su parte, Rubio ha recordado que "la UE depende de la importación de más de 300 bienes y materias primas estratégicas del exterior", necesidades que propician "espirales inflacionistas" como las que se han registrado recientemente. En concreto, ha cifrado en "250 millones de toneladas" la totalidad de metales estratégicos adquiridos en el extranjeto, pero "generamos 100 millones de t de chatarra", de las cuales "un 25 % se manda en barco para que se oxide a las afueras de una ciudad de un país subdesarrollado".
El objetivo final, ha dicho, es "acabar convirtiendo el ecosistema empresarial europeo y el tejido productivo europeo en un sistema simbiótico y circular donde los residuos de un sector son automáticamente convertidos en los productos de otro sector". La tecnología para hacerlo "ya existe en muchos campos", pero persisten dificultades "de escalado, de precios y de regulación", ha detallado.
Asimismo, ha comentado que Europa "está a la vanguardia" en la recolección, reciclaje y reutilización de materiales y ese saber hacer lo podrán llevar las empresas en el futuro a países emergentes de renta media para darles ese servicio, pero cree que hay que "poner dinero público y privado para desarrollar esa industria".
Planas ha descrito la situación geopolítica actual de la UE como "muy complicada", sobre todo por las consecuencias de la pandemia de Covid-19 y la guerra de Ucrania, pero estas crisis "han dado un impulso" a la autonomía estratégica abierta y a la economía circular como instrumento para potenciarla, aunque aún "nos queda muchísimo por hacer", ha concluído.
En las jornadas de sostenibilidad de Redeia también han participado José Manuel Moreno Rodríguez, catedrático emérito de Ecología, de la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha; la activista por la Justicia Climática, María Serra; la directora general de Energía de la Generalitat de Catalunya, Assumpta Farran; el director de Navantia Seanergies, Javier Herrador; y el director general de Inelfe, Dominique Millan.
