"Se trata de un compuesto de plata y selenio de estructura laminar con alta eficiencia en la conversión del calor en energía eléctrica a temperaturas cercanas al ambiente", explica la investigadora Marisol Martín González, al frente del grupo del Instituto de Micro y Nanotecnología (IMN) del CSIC en Madrid que ha realizado la investigación.
"Investigaciones en la nanoescala (1 nanómetro es 100.000 veces menor que el diámetro de un cabello humano) permiten concebir dispositivos termo-eléctricos miniaturizados de funcionamiento mucho más eficiente que los actuales y capaces de calentar o enfriar pequeños sistemas sin necesidad de refrigerantes químicos o de compresores que necesitan partes móviles", argumenta Martín González.
"Imaginemos poder convertir en electricidad el calor residual de calefacción de nuestros hogares, o incluso el de nuestro cuerpo, para alimentar sistemas integrados de bajo consumo sin baterías, concluye”, concluye la investigadora, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Advanced Energy Materials y del que informa Madri+d.