La Consejería de Economía e Industria de la Xunta de Galicia, a través del Instituto Gallego de Energía (Inega), lanza una nueva convocatoria de ayudas dotada con 1,27 millones de euros con el objetivo de que empresas y autónomos del sector agrario primario optimicen su consumo energético y desarrollen energías renovables. A través de esta convocatoria, en régimen competitivo y financiada con fondos Feader, se subvencionarán actuaciones que se realicen en el ámbito rural y tengan una inversión mínima de 5.000 euros por solicitud (IVA no incluido). La cuantía de la ayuda es del 30% del coste subvencionable en el caso de grandes empresas, del 40% para medianas y del 50% para pequeñas empresas, con un máximo de 100.000 euros por proyecto y 300.000 euros por empresa, excepto en el caso de instalaciones de autoconsumo colectivo en el que se establece una ayuda máxima de 500.000 euros por proyecto y por empresa. En la selección de los proyectos, además de valorar sus características técnicas, se dará preferencia a las explotaciones inscritas en la sección de explotaciones agrarias prioritarias del Registro de Explotaciones Agrarias de Galicia (Reaga). También se otorgarán puntos en función de la renta bruta disponible por habitante del municipio en el que se desarrollen, priorizando aquellos ubicados en zonas económicamente menos favorecidas.
Esta convocatoria persigue reducir los costes energéticos y la factura energética de las empresas y autónomos del sector agrario primario gallego para mejorar su competitividad, reducir el consumo de energía convencional para reducir la dependencia energética de los derivados del petróleo, aumentar la eficiencia energética y promover la introducción. de la mejor tecnología disponible, y promover la mejora socioeconómica de las zonas rurales y su protección ambiental. El apoyo, que podrá solicitarse hasta el próximo 30 de mayo, favorecerá la movilización de 4,3 millones de euros y un ahorro energético anual equivalente a 264.000 litros de gasóleo, según informan desde la Xunta. En este sentido, los beneficiarios se ahorrarán alrededor de 400.000 euros al año en suministro energético gracias a este apoyo, mientras que el impacto en la reducción de CO2 equivale a plantar 36.000 árboles. En concreto, se apoyará el fomento de la energía eléctrica renovable a través de instalaciones fotovoltaicas o minieólicas, y actuaciones de mejora de la eficiencia energética.