“Hemos conseguido posicionarnos como una comercializadora de referencia”, ha dicho el presidente de Feníe Energía, Sergio Pomar, esta mañana. “Y se lo debemos al equipo humano y a la labor de nuestros agente energéticos”. La historia arrancó el 2 de marzo de 2010, cuando 1.500 accionistas –en su mayoría pequeños empresarios y autónomos pertenecientes a asociaciones federadas en la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y de Telecomunicaciones, Feníe– consiguieron reunir cinco millones de euros. “Mucha gente había puesto el dinero y ordenado una transferencia sin poner siquiera el nombre de quien lo aportaba”, ha recordado Isabel Reija, CEO de Feníe Energía.
A partir de ahí se ha convertido en “la empresa de accionistas independientes más grande del sector energético”. Un instalador de Feníe compra una acción, se forma durante 30 días y se convierte después en agente energético dispuesto a vender a sus clientes una de las claves de Feníe Energía: el ahorro. Los inicios fueron tan trepidantes que no son fáciles de olvidar. “En los dos primeros años –recuerda Antonio Colino, director de Energía y Operaciones– organizamos 150 presentaciones en toda España para dar a conocer la compañía a los instaladores”.
Hoy son 2.495 accionistas, de los que 1.984 son agentes energéticos. “Para hacerse una idea de la implantación de la comercializadora bastaría decir que en toda España hay 500 MacDonalds”. Y los clientes que reciben electricidad y/o gas llegan a los 250.000, lo que ha llevado a la empresa a situarse con comodidad en los puestos intermedios de las empresas del sector. La facturación ha llegado a los 309 millones de euros este año y la plantilla de la empresa es de 130 empleos.
La intención es duplicar esas cifras. De hecho, uno de los mensajes del Plan Estratégico es x2, es decir, doblar las cifras para superar en 2019 los 600 millones, los 5.000 accionistas, 4.000 agentes, 500.000 clientes y hacerlo con una plantilla de 184 personas.
Invertir en renovables
Las renovables van a convertirse en una de las apuestas estratégicas de Feníe Energía, junto con las infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico y el autoconsumo. “Hemos comenzado a invertir en generación propia con un parque eólico de 11,70 MW en Sorihuela (Salamanca) y nuestra intención es sumar otros 20 MW más en nuevas instalaciones a lo largo de 2017 con la idea de mantener la integración de 20 MW anuales de renovables”, apunta Isabel Reija. “Creemos que el futuro que viene es renovable. En el corto plazo”.
“Y se futuro pasa por la autogeneración. Nunca la regulación ha ido por delante de la realidad. Es cuestión de tiempo. No mucho”, insiste Reija. Para quien el peaje de respaldo es “un inconveniente, pero no el mayor. La tarifa eléctrica no favorece el ahorro ni, por tanto, el autoconsumo”. Feníe Energía ha hecho en los últimos años “más de 150 proyectos de autoconsumo de los que solo hemos conseguido completar 9 instalaciones”. Pero Reija es plenamente optimista. “Llevo toda la vida en este sector y las cosas nunca han cambiado a la velocidad a la que están cambiando ahora”.
2017 va a ser “un año intenso” para la empresa, que tiene pensado hacer una ampliación de capital. Ampliación para la que cuentan con muchos pretendientes en lista de espera porque “tenemos más interesados en comprar acciones que acciones a la venta”. No hay que olvidar que Fenie cuenta con cerca de 15.000 instaladores federados.
Por cierto, el secretario general de Fenie, Jesús Román, se reunió ayer con Yolanda Díaz, portavoz del Grupo Parlamentario Unidos Podemos-en Comu Podem-En Marea, para transmitir una propuesta de modificación al Real Decreto 900/2015 de Autoconsumo. Y quieren hacerlo con el resto de grupos parlamentarios.
