Feníe ha difundido hoy un comunicado en el que aboga por reemplazar los equipos de combustión por sistemas eléctricos de alta eficiencia en todos los ámbitos de la vivienda ante los "riesgos evidentes" que entrañan los sistemas que emplean combustibles fósiles como el gas natural. Frente a esos equipos y sus combustibles, la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones de España propone la implementación de "sistemas eléctricos de climatización de alta eficiencia", que asegura reducen los riesgos y, además, aportan al consumidor "múltiples beneficios, como la reducción de costes en la factura, una mejor gestión interna adaptada al confort o una reducción de contaminación y emisiones de CO2". Según Feníe, la transición energética ha traído consigo "una serie de avances tecnológicos, como el vehículo eléctrico, el autoconsumo o los sistemas de control", y los sistemas eléctricos de climatización de alta eficiencia no son sino "un cambio más que el consumidor debe interiorizar».
La Federación de los instaladores lleva tiempo trabajando con las asociaciones y empresas instaladoras asociadas a través de la Comisión de Climatización para que se potencie la renovación de los sistemas de combustión por el uso de energías más limpias y, en esta línea, está trabajando con los órganos competentes. Según Feníe, "si bien es cierto que ya de por sí se había detectado que estos sistemas estaban al alza por todos los beneficios que conllevan, situaciones vividas recientemente han motivado que el mercado se interese con mayor empuje en sistemas con menor riesgo potencial para los consumidores".
En el siniestro producido la semana pasada en el edificio de la parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real (Archidiócesis de Madrid), fallecieron la parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real, fallecieron el sacerdote (recién ordenado) Rubén Pérez Ayala, que vivía en el inmueble; el electricista David Santos Muñoz, de 35 años, padre de cuatro niños, y feligrés de la parroquia; el ciudadano búlgaro Ivanov Kochev Stefco, de 46 años, que se encontraba en la planta baja del inmueble de la Archidiócesis; y el albañil Javier Gandía, de 45 años, que estaba trabajando en el momento de la explosión en el edificio de enfrente del lugar del suceso y era vecino de La Puebla de Almoradiel (Toledo).