Eva Saldaña (Madrid, 1977) se unió a Greenpeace España en 2004, asumió ocho años después la dirección de Movilización y, desde ese cargo, ha sido responsable de crear el Centro de Activismo de Greenpeace, desarrollar la presencia territorial, expandir el trabajo con otros colectivos y de acciones tan icónicas como escalar las torres KIO para protestar por el TTIP, o en Canarias, contra las prospecciones de Repsol. Anteriormente, fue responsable de la Cooperación Internacional y la Red de Centros de Desarrollo de Liderazgo de Jóvenes Indígenas en Agroecología dentro de Social Policy Ecology Research Institute, en Vietnam, periodo en el que ayudó a fundar la red TOA (Towards Organic Asia) en la región del Mekong y Buthan. Además, ha trabajado en proyectos ambientales en Costa Rica, Amazonía peruana y la Patagonia argentina. Saldaña es licenciada en Ciencias Biológicas, además de estar formada en diseño de sistemas complejos sostenibles por Gaia Education y en desarrollo de liderazgo y organizaciones por Esade y ACG/VitalWorks. Es experta en educación ambiental y autora del cuento ilustrado No hay planeta B sobre la relación de la naturaleza y la emergencia climática en otras culturas y pueblos del mundo. Saldaña tomará posesión de su cargo el 18 de mayo.
David Sandoval, presidente de Greenpeace España: “queremos transmitir nuestra alegría y dar la bienvenida a Eva Saldaña como directora ejecutiva de nuestra asociación, tras un potente proceso, lleno de brillantes candidaturas. La visión y los valores de ecologismo y paz que representa Eva deben llevar a Greenpeace España a seguir liderando la reivindicación por la acción climática, la protección de la biodiversidad y la justicia ambiental y social. Llamamos a todos los movimientos sociales y ambientales, a unirnos a este liderazgo y seguir construyendo un mundo más sostenible y en paz“
Eva Saldaña, nueva directora ejecutiva de la organización: “me siento emocionada y agradecida con la oportunidad de liderar Greenpeace España, en este momento crucial de superposición de crisis y aumento de las desigualdades en el que necesitamos un cambio radical en la relación entre los seres humanos, y de estos con la naturaleza. Me considero una activista por la tierra, tanto en las decisiones individuales como en la acción colectiva, y he tenido la suerte de vivir en grandes ecosistemas sanos en distintas partes del mundo, en los que he aprendido mucho de la lucha de las comunidades indígenas por proteger sus territorios. En estos momentos en los que empezamos a entender que la salud del planeta es nuestra salud, creo que la labor de Greenpeace es más necesaria que nunca"
“El increíble equipo humano que forma esta organización y que trabaja mano a mano con las comunidades más vulnerables ante el cambio climático y la degradación y pérdida de biodiversidad tiene que cocrear una organización más ágil, abierta, dinámica, descentralizada, radical, valiente y apasionada que catalice el poder de la gente hacia una acción política colectiva. A pesar de la creciente polarización social, de la baja ambición política y el egoísmo de las grandes empresas, cada vez somos más las personas y colectivos que trabajamos conjuntamente para lograr sociedades ecológicas, resilientes, pacíficas y justas y esto ya es imparable”
Greenpeace se define como "una organización ecologista y pacifista internacional, económica y políticamente independiente, que no acepta donaciones ni presiones de gobiernos, partidos políticos o empresas". Greenpeace utiliza la "acción directa no violenta" con el fin de atraer la atención pública hacia los problemas globales del medio ambiente e impulsar las soluciones necesarias para tener un futuro verde y en paz. Greenpeace está presente en 55 países de Europa, América, Asia, África y el Pacífico. Tiene más de tres millones de socios y socias en todo el mundo; 125.000, en España.
Sus objetivos son: detener el cambio climático; proteger la biodiversidad en todas sus formas; prevenir la contaminación y el abuso de los océanos, las tierras, el aire y el agua dulce; y promover la paz, el desarme mundial y la no violencia.
Sus medios son el voluntariado, sus barcos y las acciones de protesta pacífica: "existimos para denunciar a criminales medioambientales y desafiar al gobierno y a las empresas cuando fallan en el cumplimiento de su mandato de salvaguardar nuestro entorno y nuestro futuro. Para cumplir nuestra misión -explican- no tenemos aliados ni adversarios permanentes: promovemos el debate abierto e informado sobre las opciones medioambientales de la sociedad. Usamos la investigación, el lobby y la diplomacia pacífica para perseguir nuestros objetivos, así como las confrontaciones no violentas para incrementar el nivel y la calidad del debate público".