El Plan incluye 120 medidas concretas. Entre ellas destacan la "regulación del tráfico en las ciudades mediante sistemas de tarificación", para limitar el acceso de los vehículos a los núcleos urbanos; el impulso de "incentivos económicos" para los dueños de los coches que utilicen biocombustibles; el desarrollo de la energía eólica; la ordenación y el equilibrio territorial; o la creación del Centro de Innovación Avanzada y de Excelencia en el Cambio Climático.
Ibarretxe compareció ayer en la sede de la Lehendakaritza junto a la consejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga, y al miembro del panel intergubernamental del cambio climático de la ONU Anil Markandya, que ha sido uno de los impulsores del plan, para dar cuenta de esta iniciativa, con la que Euskadi quiere convertirse en "líder y pionera en el Estado y también en Europa".
El presidente del Gobierno vasco aseguró en su comparecencia que el Plan es "la aportación vasca a la lucha contra el cambio climático" y añadió que el objetivo esencial de este proyecto no es otro que conseguir que en 2020 Euskadi haya dado "pasos irreversibles hacia la consolidación de un modelo socioeconómico no dependiente del carbono".
Según Anil Markandya, el Plan vasco es el primero regional del Estado y uno de los primeros de Europa. El experto añadió que con él Euskadi se convierte en "líder en abordar el problema del cambio climático".
Asimismo, recordó que los cuatro objetivos del plan son limitar las emisiones de gases de efecto invernadero al +14% respecto al año base (las emisiones totales actuales, incluida la energía importada, se sitúan en un 22% por encima de las del año 1990); aumentar la capacidad de remoción de los sumideros de carbono hasta un 1% de las emisiones del año base; "minimizar los riesgos sobre los recursos naturales" y "minimizar los riesgos sobre la salud de las personas, la calidad del hábitat urbano y los sistemas socioeconómicos".
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