El Lehendakari ha reconocido que la invasión de Ucrania ha desencadenado un escenario de "incertidumbre" global, que está influyendo negativamente en las expectativas de crecimiento y generación de empleo. Según ha explicado, en Euskadi, las preocupaciones comunes para la actividad económica e industrial son el incremento de precios de materias primas y energía; el encarecimiento de la financiación; el impacto negativo en las inversiones y el comercio global; o las ejecuciones de avales correspondientes a contratos firmados en Rusia. En cuanto a las preocupaciones específicas, ha enumerado la falta de materiales, desajustes y rupturas en las cadenas de suministro o problemas logísticos. "Nos encontramos en una situación de emergencia energética cuya duración se desconoce, que afecta a la actividad económica y también a los hogares. Es necesario adoptar medidas en todos los ámbitos: eficiencia energética; acelerar las infraestructuras de energía renovable; avanzar en la generación de energías limpias (eólica o hidrógeno)".
En este punto, ha solicitado la adopción de medidas coordinadas, "ágiles y contundentes" por parte del Gobierno español y la Unión Europea, para mitigar el impacto de esta situación, primero en los hogares, especialmente en aquellos que sufren ya la "pobreza energética", y, segundo, en la actividad económica, especialmente la industria, el transporte, la agricultura o la pesca.
"Se trata de activar nuevos recursos que permitan mantener la competitividad con respecto a otros países y desacoplar en la Unión Europea el coste de la electricidad del precio de referencia del gas", ha manifestado, para plantear la necesidad de reflexionar sobre la limitación de "nuestras potencialidades en la soberanía energética".
Además, ha afirmado que se trata de impulsar las interconexiones energéticas, especialmente en los países periféricos y en aquellos cuyos niveles de interconexión se encuentren por debajo de los mínimos establecidos por la Unión Europea.
Del mismo modo, ha solicitado de la UE la adopción de un marco regulatorio y financiero más favorable para la cooperación interregional, con el fin de crear cadenas de valor en torno a la fabricación de bienes de equipo, los servicios para la instalación y mantenimiento de infraestructuras energéticas o la producción, transporte y distribución de energías renovables.
A su juicio, la recuperación va a necesitar un nuevo marco que priorice impulsar la inversión, demorar la subida de los tipos de interés, agilizar el apoyo adicional de los Fondos Europeos y favorecer la colaboración público privada.
Tras mostrar su confianza en la capacidad de transformación de los Fondos europeos, ha reclamado que se agilice al máximo la gestión y materialización práctica de estos Fondos. "Si ayer era urgente, hoy es, además, imprescindible", ha dicho.
Pie de foto: de izquierda a derecha, el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu; el presidente de Melilla, Eduardo de Castro; la presidenta de Navarra, María Chivite; el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas; el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page (Europa Press/J. Hellín. Pool-Europa Press)