Queden los números claros desde el principio, para que la duda no halle lugar. La aportación directa del sector nacional de las energías renovables al Producto Interior Bruto de España (11.806 millones de euros) cayó en 2020, año atípico donde los haya. Cayó, concretamente, un 7,4%, sí. Pero es que la caída de la economía española fue de casi once puntos (10,8%), por lo que el peso relativo de las renovables no solo no ha menguado sino que, muy antes al contrario, ha crecido en ese ejercicio, hasta representar el 1,05% del PIB (1,01% en el año anterior). Otro dato: en el año del Covid, el sector ha mantenido todo el empleo directo (que incluso ha crecido tímidamente), pero ha perdido hasta 3.000 puestos de trabajo indirectos. Eso sí, según José María González Moya, que es el director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), 2021 va a ser sin duda un año de crecimiento. Y uno de los síntomas inequívoco de ello es la creciente oferta de emplo: "las empresas -ha dicho Moya- están demandando y no encuentran profesionales". Hay perfiles -ha añadido el presidente de APPA, Santiago Gómez Ramos, que ahora mismo se están disputando entre unas y otras empresas.
El porcentaje de electricidad aportado al mix eléctrico nacional por las fuentes limpias de energía en 2020 ha sido el más elevado de todos los tiempos (44%). Así, las renovables han vuelto a ahorrarle al país muchos millones de euros en importaciones. Porque la energía que produce España con el viento, el Sol o el agua es energía que el país no ha de importar de otras naciones en forma de carbón, petróleo o gas. APPA ha hecho las cuentas en su Estudio Macroeconómico (como viene haciendo desde hace muchos años), y el balance 2020 ha sido un ahorro en importaciones de combustibles fósiles de 6.273 millones de euros: "Las energías renovables, gracias a la generación eléctrica, energía térmica y el uso de biocarburantes -explica en su Estudio APPA- evitaron en 2020 la importación de 23.156.739 toneladas equivalentes de petróleo (tep) de combustibles fósiles, lo que ha generado un ahorro económico equivalente a 6.273 millones de euros". A esa cantidad, la Asociación le suma otros 1.301 millones de euros ahorrados, al no tener que pagar derechos de emisión (pues ni la solar, ni la eólica, ni la hidráulica emiten CO2). El ahorro ha sido en el año del Covid menor que en los precedentes (pues la pandemia y sus confinamientos derrumbaron el precio de los combustibles fósiles), pero sigue siendo significativo: las renovables le han ahorrado al país 20 millones de euros cada día de 2020.
Otra buena noticia que han dejado las energías limpias en su Balance 2020 es la nueva potencia instalada. El sector ha puesto en marcha en el año del Covid más de 5.100 megas de nueva potencia: 4.503 megavatios instalados para verter a red por una parte (de ellos, más de 2.800 megas fotovoltaicos y 1.700 eólicos); y 623 megas en autoconsumos, por otra. Nunca antes puso el sector en marcha tanta potencia en instalaciones solares para autoconsumo como en 2020. La escalada en este segmento del mercado es vertiginosa. El Estudio Macroeconómico 2020 de APPA recorre los últimos seis años de evolución del autoconsumo, y los números son extraordinarios: 21 megavatios de autoconsumos instalados en el año 2015 (que fue el año en el que el Partido Popular aprobó el impuesto al Sol), 51 megas al año siguiente; poco más de cien en 2017; 165 megavatios de potencia en 2018 (el PSOE deroga el impuesto al Sol en octubre de ese año); 408 megas en 2019; y... 623 megavatios de autoconsumos en 2020. Más aún: todo hace presagiar que esos 623 megas quedarán por debajo (probablemente muy por debajo) del registro correspondiente a este ejercicio 2021 que ya anochece.
Otro guarismo 2020 relativamente positivo para las renovables es el referido al binomio Import-Export. La pandemia trajo consigo confinamientos y restricciones de movilidad en todo el mundo y, de la mano de ellos, problemas logísticos sin parangón, todo lo cual percutió con dureza en las cadenas de suministro de todos los sectores económicos imaginables. A pesar de ello, el sector de las renovables made in Spain logró exportar en 2020 bienes y servicios por valor de más de 4.100 millones de euros, "apenas" cuatro puntos menos (-4%) que en 2019. Y decimos "apenas" porque enfrente estuvieron las importaciones a España de bienes y servicios renovables. Y ahí sí que la caída es considerable, pues mientras que en 2019 España importó bienes y servicios renovables por valor de más de 3.000 millones de euros, en 2020 (el año del Covid) ese guarismo cayó más de treinta puntos, hasta los 2.100 millones (-31,1%).
También se ha comportado bien la inversión en Investigación, Desarrollo e innovación, que pasa por ser otra de las virtudes-fortaleza del sector nacional de las energías renovables. Según el Estudio Macroeconómico de APPA, la inversión en I+D+i en el sector (respecto al PIB) fue de un 2,81%, prácticamente el doble de la media de la economía española (1,47%) y considerablemente por encima así mismo de la media UE 2019, que se situó en el 2,13%.
Pero quizá la virtud de las renovables de la que más presume APPA sea su potencia depresora del precio de la electricidad. Las renovables abaratan el precio de la luz es la consigna más repetida por el sector. Más aún, en estos tiempos que corren.
APPA lo explica así
«El mercado eléctrico español es operado por un sistema marginalista donde todas las unidades de producción cobran el precio que marca la última unidad que entra en el mercado (...). Las fuentes de producción de energía renovables incluidas en el Régimen Especial (eólica, fotovoltaica, solar termoeléctrica, biomasa y minihidráulica) tienen un coste marginal inferior que las energías fósiles, esto favorece el efecto depresor en el mercado eléctrico que permite obtener precios de casación más bajos que si no hubiera generación renovable (...). En el año 2020, las energías renovables produjeron un ahorro en el pool [mercado mayorista] de 3.263 millones de euros, evitaron la importación de combustibles fósiles por valor de 1.507 millones y ahorraron 901 millones en concepto de derechos de CO2» [¿Total? 5.671 millones de euros].
En 2020, las energías renovables recibieron 5.274 millones de euros en concepto de retribución específica (el Gobierno les reconoce una retribución específica, mejor que la convencional, porque son limpias, pero los ahorros que producen son más elevados -5.671 millones de euros- que la retribución susodicha).
APPA ha hecho las cuentas del periodo comprendido entre 2005 y 2020 y ahí los ahorros se disparan hasta cifras estratosféricas. Según su Estudio Macroeconómico, los ahorros en el mercado mayorista en esos quince años han ascendido a 70.011 millones de euros, a los que se pueden añadir los ahorros en conceptos como importaciones de combustibles fósiles evitadas (33.946 millones de euros) o ahorros al evitar emisiones de gases de efecto invernadero (6.621 millones euros). Estaríamos pues hablando de ahorros por valor de más de 100.000 millones de euros en ese lapso. Frente a ellos, las renovables recibieron una retribución específica (primas recibidas) por valor de 72.113 millones de euros por la electricidad generada durante el mismo periodo.
A continuación, los gráficos que faltan: empleo; balanza comercial; impacto fiscal; ahorros en importaciones energéticas; etcétera, etc.
Estudio del Impacto Macroeconómico del sector de las Energías Renovables en España en 2020, por APPA