El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se financiará con los fondos del Plan Next Generation EU, el Fondo de Recuperación europeo. En concreto, este Fondo, permitirá a España obtener financiación para el sexenio 2021-2026 por valor de hasta 140.000 millones de euros, de los cuales alrededor de 72.000 millones se desembolsarán en forma de transferencias (a fondo perdido) y el resto, a través de préstamos. El presidente anunció ayer que el Gobierno ha decidido adelantar en los próximos Presupuestos Generales del Estado 27.000 millones de euros de este Plan. En total, durante el primer trienio, "el Plan de Recuperación -ha dicho Sánchez- va a movilizar 72.000 millones, en tres años, para crear 800.000 puestos de trabajo".
El presidente del Gobierno ha aprovechado la presentación del Plan para invitar a las diferentes fuerzas políticas a sumarse al apoyo "de unos presupuestos de progreso y de país". El Plan que hoy presentamos "y los Presupuestos Generales que lo activan -ha dicho- ofrecen una oportunidad única para demostrar el ímpetu de nuestro país y para poner a prueba la buena política, la que facilita acuerdos, la que propicia soluciones".
Diez políticas tractoras
El Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia se estructura en torno a diez políticas tractoras, o políticas palanca, que van a incidir directamente en aquellos sectores productivos con mayor capacidad de transformación de nuestro tejido económico y social. El Plan las recoge en este orden: (i) agenda urbana y rural y lucha contra la despoblación; (ii) infraestructuras y ecosistemas resilientes; (iii) transición energética justa e inclusiva; (iv) Administración para el siglo XXI; (v) modernización y digitalización del tejido industrial y de la pyme, recuperación del turismo e impulso a una España Nación Emprendedora; (vi) pacto por la ciencia y la innovación; refuerzo de la capacidad del Sistema Nacional de Salud; (vii) educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades; (viii) nueva economía de los cuidados y políticas de empleo; (ix) impulso de la industria de la cultura y el deporte; (x) modernización del sistema fiscal para un crecimiento sostenible e inclusivo.
Las diez políticas palanca integran a su vez 30 proyectos o líneas de acción que articulan de forma coherente y complementaria las diferentes iniciativas tractoras prioritarias de reforma estructural, tanto de tipo regulatorio como de impulso a la inversión, para contribuir a alcanzar los objetivos generales del Plan.
Para empezar
Las prioridades del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia -asegura el Ejecutivo- están completamente alineadas con las siete iniciativas bandera europeas (Flagship Initiatives) recientemente presentadas por la Comisión en la Estrategia Anual de Crecimiento Sostenible 2021. Estas iniciativas bandera europeas son las siguientes: (i) el apoyo a la electrificación, la integración de energías renovables y el hidrógeno renovable; (ii) la rehabilitación energética de edificios; (iii) el despliegue de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos; (iv) el aumento de la cobertura 5G a las diferentes regiones; (v) la modernización y digitalización de las Administraciones Públicas; (vi) la mejora de la eficiencia energética de los procesadores y el crecimiento del Big Data y de los servicios avanzados en la nube; y (vii) la mejora de las cualificaciones profesionales, en particular, de las competencias digitales y de la formación profesional.
Estas son las diez políticas palanca
Ahondamos allí donde la energía es mencionada. En algunas de estas políticas palanca, como por ejemplo la relativa al Impulso de la industria de la cultura y el deporte o la relativa a la Nueva economía de los cuidados, el documento no recoge información relacionada con la energía. En todo caso, a efectos estructurales, hemos incluido mención también de estas políticas.
I. Agenda urbana y rural, lucha contra la despoblación y desarrollo de la agricultura
Incluye tres planes. Dos de ellos están íntimamente ligados a la dimensión energética de esa agenda. Son estos.
1. Plan de choque de movilidad sostenible, segura y conectada en entornos urbanos y metropolitanos. Incluye el establecimiento de zonas de bajas emisiones; el despliegue masivo de infraestructura de recarga como clave para el impulso del vehículo eléctrico, efecto tractor sobre la industria de los bienes de equipo y desarrollo de nuevos modelos de negocio, y el refuerzo de transporte público y modernización del parque con vehículos limpios, aprovechando la fabricación nacional de vehículos eléctricos, de modo que se generen alternativas atractivas para los desplazamientos y se reduzcan los costes operativos para las entidades gestoras del transporte público.
2. Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana centrado en la eficiencia, que aborde la mejora de las condiciones de habitabilidad, el desarrollo de infraestructuras verdes y azules, la activación del sector de la construcción y de las instalaciones, incluyendo aplicaciones inteligentes en edificios y despliegue de “techos solares”; el impulso al despliegue de renovables distribuidas y el alumbrado público inteligente y eficiente, reduciendo costes energéticos y económicos para los ayuntamientos. Comprende un plan de transición energética para la España vaciada, que pretende impulsar las comunidades energéticas, la rehabilitación y la regeneración y el apoyo a la energía sostenible y asequible en municipios de menos de 5.000 habitantes, como palanca de generación de empleo y de atracción de actividad.
3. El tercer plan versa sobre digitalización.
II. Infraestructuras y ecosistemas resilientes
Incluye proyectos en (1) conservación y restauración de ecosistemas y su biodiversidad; (2) preservación del espacio litoral y los recursos hídricos) y (3) movilidad sostenible. En lo que se refiere a este último extremo, el documento lo despacha en una frase: "Se pondrá una marcha un gran plan de modernización, digitalización, seguridad y sostenibilidad de infraestructuras clave de transporte e intermodales y el desarrollo de los principales corredores europeos".
III. Transición energética justa e inclusiva
El Plan apuesta por desarrollar "un sector energético descarbonizado, competitivo y eficiente", por la certidumbre "y un marco normativo previsible", que permitirán movilizar inversión privada significativa, que está llamada a "aprovechar el enorme potencial renovable de nuestro país y las cadenas de valor existentes para reforzar la competitividad con vistas a los mercados domésticos y de exportación".El Plan asegura que España puede alcanzar "un posicionamiento estratégico en sectores de rápido crecimiento a nivel global en los que nuestro país puede liderar. Esta tercera política palanca ncluye los siguientes proyectos:
(1) Despliegue masivo del parque de generación renovable dirigido al desarrollo de energía renovable eléctrica e impulso de la cadena de valor industrial y la competitividad en los sectores industriales intensivos en energía. Incluye un subplan específico de desarrollo de energía sostenible en los territorios insulares. Específicamente comprende la Estrategia Nacional de Autoconsumo y la integración de renovables en la edificación y los sectores productivos, "favoreciendo el despliegue de la generación renovable en todo el territorio, la generación de empleo local, la reducción de costes energéticos para familias y empresas y mayores potenciales para la digitalización y electrificación de consumos derivados de la movilidad y la climatización, entre otros". Incluye también el desarrollo estratégico de renovables en desarrollo o creciente demanda.
En concreto, la hoja de ruta del biogás (favorecer la valorización de residuos para la obtención de biogás sostenible para generación eléctrica, usos térmicos y de movilidad) y la hoja para el despegue de la energía eólica marina y programas de apoyo al desarrollo tecnológico asociado a la economía azul (se desarrollarán actuaciones en nuevas tecnologías de energías renovables en el ámbito marino, aprovechando las oportunidades de empleo y competitividad ligadas a este sector, así como la puesta en valor de la industria marítima y la geografía española). Asimismo, se impulsarán las comunidades energéticas, las startups e iniciativas innovadoras, y nuevas dinámicas y modelos de negocio desarrollados en el proyecto.
(2) Infraestructuras eléctricas, promoción de redes inteligentes y despliegue de la flexibilidad y el almacenamiento. Prevé el impulso al despliegue y la actualización tecnológica de las redes de transporte y distribución de energía eléctrica de cara a la integración de las energías renovables, la gestión de la demanda, el desarrollo del agregador independiente y los recursos energéticos distribuidos y la progresiva electrificación de la movilidad y el sector edificación. Igualmente favorecerá el despliegue de las tecnologías de almacenamiento para acelerar el avance en la senda de la descarbonización, al tiempo que se impulsarán nuevos modelos de negocio y proyectos innovadores en integración sectorial inteligente
(3) Hoja de ruta del hidrógeno renovable y su integración sectorial. Se trata de una apuesta de país por el hidrógeno renovable con el objetivo de descarbonizar la economía, reducir los costes energéticos para la industria, el sector servicios y los hogares, y favorecer la competitividad. Comprende su desarrollo a lo largo de toda la cadena de valor de manera innovadora, la generación de conocimiento y capacidades tecnológicas propias, el impulso de proyectos piloto y comerciales y el acompañamiento a sectores demandantes de hidrógeno, descarbonizando el consumo actual de hidrógeno de origen fósil y aprovechando su potencial como vector energético para la integración sectorial y el apoyo al sistema eléctrico.
4. Estrategia de Transición Justa para garantizar el mantenimiento del empleo y la creación de actividad en los territorios afectados por la transición energética, a través del acompañamiento a sectores y colectivos en riesgo, de modo que contribuya a la fijación de población y generando nuevas oportunidades.
IV. Una Administración para el siglo XXI
Incluye un plan de transición energética de la Administración General del Estado, incluyendo la rehabilitación energética del parque edificado público, que priorizará los edificios con mayor consumo o mayor impacto sobre la economía; el desarrollo de la movilidad sostenible en la propia Administración y el despliegue de renovables térmicas y eléctricas en la edificación pública, favoreciendo la realización de estos procesos en los inmuebles de la Administración General del Estado en zonas en declive demográfico.
V. Modernización y digitalización del tejido industrial y de la pyme, recuperación del turismo e impulso a una España nación emprendedora
La modernización y mejora de la competitividad industrial requieren incorporar y aprovechar el vector de sostenibilidad en el tejido empresarial existente y futuro, favoreciendo su transición energética e impulsando actuaciones transversales que acompañen el proceso de transformación necesario para garantizar su viabilidad en el largo plazo, y el manteniendo el empleo. Se trata, por un lado, de apoyar y reforzar a la industria española ya posicionada en sectores como las energías renovables, la eficiencia energética, la electrificación, la economía circular o la adaptación al cambio climático; y, por otro, de contribuir a reorientar y alinear la creación de empresas en nuevas cadenas de valor, nuevos productos y nuevos mercados asociados a los retos globales de la sostenibilidad y la transición energética (cadena de valor de renovables y eficiencia, innovación en movilidad eléctrica, etc.), las cuales ofrecen importantes oportunidades de generación de empleo y negocio, y de desarrollo de cadenas de valor en el territorio.
Esta quinta "política palanca" incluye la estrategia Política Industrial España 2030. Y esta estrategia incluye los siguientes subplanes:
(i) Plan de digitalización de cuatro sectores estratégicos: salud, automoción, turismo y comercio, además del agroelimentario, estableciendo mecanismos de colaboración público-privada para el desarrollo de soluciones tecnológicas que aumenten la productividad a lo largo de toda la cadena de valor de estos sectores, en los que España cuenta con una posición de liderazgo;
(ii) Plan de modernización y sostenibilidad de la industria;
(iii) Plan de impulso de las industrias tractoras “verdes” y digitalización ;
(iv) Estrategia de Economía Circular para la eficiencia material, el aprovechamiento de los recursos y la competitividad de los sectores económicos, en especial en sectores estratégicos como construcción, textil, agroindustria y electrónica.
VI. Pacto por la ciencia y la innovación. Refuerzo a las capacidades del Sistema Nacional de Salud
VII. Educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades
Incluye tres planes
(i) Plan nacional de capacidades digitales (digital skills) del conjunto de la población, desde la digitalización de la escuela hasta la universidad, pasando por la recualificación (upskilling y reskilling) en el trabajo, con especial atención al cierre de la brecha de género y al impulso de la formación en las zonas en declive demográfico.
(ii) Plan estratégico de impulso de la Formación Profesional mediante la modernización de las titulaciones, el desarrollo de sistemas de cualificación en el trabajo (life-long learning) y el impulso de la FP dual.
(iii) Modernización y digitalización del sistema educativo.
VIII. Nueva economía de los cuidados y política de empleo
IX. Impulso de la industria de la cultura y el deporte
X. Modernización del sistema fiscal para un crecimiento inclusivo y sostenible
Ahondamos también aquí por la trascendencia de lo fiscal sobre todas las demás políticas.
Las previsiones actuales -reconoce el Ejecutivo- apuntan a un déficit público superior al 11% del PIB en 2020 y una ratio de deuda en el entorno del 118% del PIB, con una emisión de deuda pública adicional de 100.000 millones de euros. De ellos, aproximadamente un 40% procede de las medidas de respuesta directa al Covid y un 60% es el efecto de los estabilizadores al caer la recaudación por las principales figuras tributarias y aumentar el gasto por desempleo.
España tiene una ratio ingresos/PIB inferior a la media europea, un elevado peso de la imposición sobre el trabajo y un insuficiente desarrollo de la imposición medioambiental. También se ha venido señalando la baja recaudación por el IVA debido al elevado uso de tipos superreducidos y la necesidad de abordar el persistente déficit del sistema de pensiones. Finalmente, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha realizado distintas revisiones de gasto (spending reviews) entre las que desataca la relativa al amplio universo de bonificaciones y educciones en el impuesto de sociedades, así como las relativas a los incentivos a la contratación.
La modernización del sistema fiscal requiere de un análisis profundo de las distintas figuras impositivas, del universo de bonificaciones y de las mejores prácticas internacionales. Con el fin de analizar las distintas opciones y elevar propuestas de reforma, se establecerá inmediatamente un grupo de expertos para la reforma fiscal.