El precio de la electricidad ha venido subiendo desde el mes de abril y ha registrado el último máximo el pasado miércoles 12 de septiembre con 75,99 € /MWh. Según datos del mercado, la tendencia es que continúe siendo así hasta finales de 2018 e incluso parte de 2019 pudiendo alcanzar la cifra de 81,45 € /MWh. Actualmente, España ocupa el primer puesto con el precio de la electricidad más elevado antes de impuestos y el quinto, impuestos incluidos.
Como se ha repetido a lo largo de las últimas semanas, entre los factores que inciden en este incremento de los precios están: las primas medioambientales, especialmente el precio de los derechos de emisiones de CO2, que según la Unión Europea la tendencia es mantenerlos elevados. Por otro lado, está el incremento del precio del gas y una mayor participación en el pool energético de las energías sucias, que además de ser las más contaminantes, son las más caras.
Según Antonio Picazo, socio director de Gana Energía: ‘Sin lugar a dudas, el actual sistema de subasta de electricidad no favorece al consumidor. Son múltiples los factores que influyen en él, sociopolíticos, clima, cambios en la demanda por lo que se hace necesario un cambio en la manera actual en la que se establecen los precios’.
Cómo reducirlo
Hay diversos elementos que ayudarían a una reducción del precio en el mercado energético. Entre ellos: un cambio regulatorio; el impulso a las energías renovables, que además de ser más económicas, son más limpias; la reducción de la dependencia energética de otros países y una mayor competencia.
"La luz debería considerarse como una necesidad básica y no un bien de lujo por lo que son necesarias medidas desde todos los niveles, no solo a nivel gubernamental, que es fundamental, también a nivel empresarial e individual. El autoabastecimiento a través de paneles solares y otras alternativas debería ir convirtiéndose en una prioridad, tal y como ocurre en otros países del norte de Europa", señala Picazo.