Ecologistas en Acción acaba de presentar su Informe sobre calidad del aire en el estado español en 2021, y a pesar de los beneficios procurados por el parón que supuso la crisis sanitaria por Covid19, los datos no son muy halagüeños. La voluntad política y las instituciones van despacio, el cambio climático, el deterioro de la salud y de los ecosistemas, muy deprisa. Ecologistas tiene alternativas.
Conseguir un aire más limpio y un medio ambiente más saludable implica -explica Ecologistas- reformular el actual modelo de desarrollo, en aras de un mejor aprovechamiento de la energía, de una producción más limpia, de la eliminación de los combustibles fósiles, y con el horizonte puesto en el ahorro y la eficiencia, porque los recursos del Planeta no son infinitos.
Desde hace décadas existe legislación, normativas, directivas, que contemplan la necesidad de poner en marcha planes de mejora de la calidad del aire: leyes relativas al cambio climático, zonas de bajas emisiones, áreas de exclusión… Científicos y ecologistas, desde hace más décadas aún, vienen advirtiendo de los daños medioambientales que amenazan la vida del planeta y sus especies.
«Ecologistas en Acción ha pedido al Parlamento Europeo que intervenga, instando a la Comisión a que cumpla con su obligación de controlar el cumplimiento de la normativa comunitaria de calidad del aire, adoptando las medidas coercitivas previstas en el Tratado de la Unión para conseguir una rebaja de la contaminación por ozono en el Estado español en el plazo más breve posible»
Más de la mitad de las Comunidades Autónomas no tienen elaborados planes de Mejora de la Calidad del Aire a pesar de ser obligatorios, y continúan incumpliendo el mandato legal en la lucha contra el ozono. Y es que, según denuncia Ecologistas en Acción, “el Gobierno Central tampoco ha elaborado hasta la fecha el Plan Nacional de Ozono, al que se remiten muchas comunidades autónomas para justificar su falta de voluntad política para acometer medidas estructurales”.
Esta confederación de organizaciones ecologistas no solo retrata la realidad y señala responsables, sino que propone alternativas que contribuyan a conseguir un aire más limpio para todos y cuanto antes. Medidas agrupadas en cuatro grandes bloques: reducir la contaminación procedente del uso masivo del coche; la de origen industrial; la provocada por la aviación; y el tráfico marítimo internacional.
Medidas para reducir la contaminación procedente del tráfico
El tráfico es el principal agente contaminante en el medio urbano, y el coche es su actor protagonista. Ecologistas en Acción tiene claro que la reducción de emisiones perjudiciales para la salud y el medio ambiente en las ciudades, pasa necesariamente por la limitación del uso del automóvil. Limitación que debe ir acompañada de incentivos que disminuyan la necesidad de movilidad, y la necesaria se dirija al uso del transporte púbico y de medios no motorizados.
Aseguran, en el Informe 2021, que los avances tecnológicos en los vehículos de combustión de los últimos años, no han supuesto una mejora de la calidad del aire, los coches contaminan un poco menos, pero ha aumentado su utilización, por lo que se hace imprescindible adoptar medidas de gestión basadas en la reducción de la demanda de transporte.
Ecologistas en Acción propone medidas con “dos objetivos distintos pero complementarios, y necesariamente simultáneos: desincentivar el uso del coche y fomentar la movilidad sostenible”. Estos dos objetivos -sostienen- no solo contribuirán a mejorar la calidad del aire, sino que proporcionaran ventajas sociales evidentes, como una menor siniestralidad, disminución en el nivel de ruidos, menor ocupación del espacio público, así como ventajas ambientales por la reducción de emisiones que provocan el cambio climático. La disminución del tráfico motorizado conlleva la reducción de la contaminación por ozono, que no solo afecta a las zonas urbanas si no que se extiende también a los ámbitos rurales.
Ecologistas en Acción ha presentado en 7 bloques propuestas para abordar, desde ya, las graves consecuencias del tráfico: Desincentivar el uso del coche, reducir el número de vehículos diésel, menos autovías y carreteras, menos velocidad, gestión sostenible de aparcamientos, planes de acción, y el fomento de la movilidad sostenible. Aquí están.
1.-Desincentivar el uso del coche
Menos coches en las ciudades. El establecimiento de zonas de bajas emisiones (ZBE) permite limitar el acceso de vehículos en función de lo que emiten, exceptuando el paso a residentes, personas con movilidad reducida, carga y descarga o servicios colectivos como el taxi y los autobuses. Según Ecologistas en Acción, estas prácticas ya se han demostrado útiles con su implantación en más de 230 ciudades europeas. En España, el conocido popularmente como “Madrid Central”, Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección del Distrito Centro, “supuso una mejoría más que notable de la calidad del aire en el área de tráfico restringido en su primer año de aplicación, a pesar de ello el actual Gobierno municipal está intentando su reversión”. Barcelona es otro ejemplo próximo, donde se implantó en enero de 2020 la ZBE en las rondas de la ciudad.
No hay que esperar, en la actualidad existe legislación que obliga a afrontar el reto de las emisiones, así la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, prevé que los municipios de más de 50.000 habitantes y los territorios insulares, así como los municipios de más de 20.000 habitantes cuando se superen los valores límite de contaminantes, establezcan antes de 2023 zonas de bajas emisiones.
El Informe de Ecologistas en Acción alude a las directrices para la creación de ZBE, publicadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto demográfico (MITECO), “que combina objetivos de mejora de la calidad del aire, mitigación del cambio climático, cambio modal y eficiencia energética del transporte”. Establece esta publicación que para que las ZBE sean efectivas “su tamaño debe incluir una parte significativa de la ciudad; se requiere un control de acceso de vehículos que resulte efectivo, y por tanto garantice la reducción de emisiones respecto a la situación inicial; y se debe prever la reordenación del espacio público en consonancia con la reordenación de la movilidad”.
La organización ecologista colabora directamente con la elaboración de una guía que oriente y haga más fácil la acción de los grupos de activistas locales y los equipos municipales, con el objetivo de que “las ZBE que se pongan en marcha a lo largo de los próximos meses contribuyan de forma eficaz a la mejora de la calidad del aire que respiramos, y a la lucha contra el cambio climático”.
2.-Reducir el número de vehículos diésel. Mejor sin diésel
Los vehículos diésel son los responsables de al menos el 80% de los NOx (óxido nitroso) debido al tráfico, por lo que Ecologistas en Acción apuestan claramente por la adopción de medidas de restricción progresiva o prohibición de su circulación, al tiempo que revisar la fiscalidad que premia al diésel, penalizando a estos vehículos en los impuestos de matriculación y circulación. Solicitan también a la Dirección General de Tráfico revise la actual clasificación de vehículos en función de sus niveles de emisión, ya que la actual identifica con distintivos “ambientales” a vehículos diésel y no tiene en cuenta las elevadas emisiones de los vehículos de gasolina de inyección directa (GDI) sin filtro de partículas (GP).
3.-Menos autovías y carreteras
El desarrollo de estas infraestructuras fomenta el uso del vehículo privado y el urbanismo disperso que multiplica los desplazamientos. Frente a esto, Ecologistas en Acción propone una moratoria en la construcción de autovías y núcleos residenciales alejados de los cascos urbanos, y apostar por “la creación de ciudades más compactas que reduzcan la necesidad de movilidad”.
4.-Menos velocidad
El aumento de velocidad lleva aparejado un aumento en el consumo de combustible, así como elevar la emisión de contaminantes. Pasar de los actuales 120km/h en autovía a los 90 Km/h supondría un ahorro del 25% en combustible, es por ello que Ecologistas en Acción propone una reducción de velocidad generalizada, así podría establecerse el límite en 100 KM/h en autovías y autopistas, 80 km/h en vías de acceso a ciudades, y 30 km/h en zonas residenciales.
5.-Gestión sostenible de aparcamientos
La organización ecologista sostiene que reducir los estacionamientos rotatorios en los centros urbanos y la gestión de precios son elementos clave que están procurando importantes avances, en aquellas ciudades que han apostado por una movilidad sostenible.
6.-Planes de acción
Los altos niveles de contaminación en las ciudades no son ya episodios aislados, sin embargo, pocas son las ciudades en España, según la organización ecologista, que cuenten con Planes de Acción a corto plazo, que limiten el tráfico motorizado cuando estos niveles se superan. Solo Asturias, Barcelona, León, Madrid, Murcia, Sevilla, Valencia, Valladolid, y Zaragoza cuentan con protocolos, siendo dispares en sus umbrales y contaminantes.
Ecologistas en Acción propone “incorporar restricciones inmediatas y amplias de la circulación de automóviles o de las fuentes responsables de estos episodios”. Solo la ciudad de Valladolid contempla importantes restricciones a la movilidad para el contaminante ozono. Recientemente, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, ha publicado un Plan marco de acción a corto plazo en caso de episodios de contaminación del aire ambiente.
7.-Fomentar la movilidad sostenible
La ciudad para las personas
El tráfico de vehículos en las ciudades genera importantes inconvenientes: atascos, accidentes, congestión, ruido, contaminación… por no hablar de la pérdida de tiempo, el gasto inútil de combustible y por supuesto para la salud pública y los ecosistemas. Dificultades y problemas que afectan a conductores, ocupantes de los vehículos y habitantes en general.
Ecologistas en Acción afirma que un tercio de los desplazamientos en coche en la ciudad son inferiores a 3Km, y que entre calzadas y aparcamientos, el coche utiliza un 60 o 70% del espacio público. Los responsables de este Informe sobre la calidad del aire creen “necesaria una transformación de la infraestructura viaria urbana para potenciar la movilidad activa (Peatón, bici) y los sistemas de transporte público y colectivos”.
El Informe de la organización pone como ejemplo, las ciudades de Londres, Praga o Milán, que han restringido la entrada de vehículos particulares al centro de la ciudad, o las de Berlín o Copenhague peatonalizando zonas importantes del casco urbano, realidades que vienen a demostrar que “la limitación del acceso de los coches al centro de las ciudades reduce la congestión y la contaminación del aire, con el consiguiente aumento de la calidad de vida”.
Caminar y pedalear la ciudad
“Somos peatones por naturaleza” sostiene Ecologistas en Acción. “Caminar es una forma natural, universal y democrática de trasportarnos” y para ello propone:
Aumentar las zonas peatonales y mejorar su accesibilidad, diseñar itinerarios peatonales a los principales lugares de la ciudad. Utilizar parte de la calzada destinada al tráfico motorizado para crear redes de carriles- bici en todas las zonas de la ciudad. Crear estacionamientos seguros de bicicletas en escuelas, bibliotecas, mercados, polideportivos, intercambiadores de transporte, … La admisión de la bicicleta en todos los transportes públicos. Sistemas públicos de alquiler de bicicletas con puntos de préstamo extendidos por toda la ciudad. Disminuir la velocidad de los coches en las calles residenciales y fomentar la pacificación del tráfico también colaboran en el objetivo de caminar y pedalear la ciudad.
Mejor transporte público
Los transportes colectivos públicos son la opción más sostenible eficiente y respetuosa con el medio ambiente cuando las distancias no se pueden cubrir caminando o en bicicleta y la alternativa a las restricciones o limitaciones al coche.
Ecologistas en Acción considera fundamental una buena Red de transporte público que de acceso a un importante número de lugares, garantizando su mantenimiento y mejora a fin de aumentar su capacidad sin degradar el servicio. La reserva de carriles para el tránsito exclusivo de medios de transporte colectivo, como los autobuses. Disminuir los tiempos de espera y mejorar la comodidad de los usuarios, abonos que fidelicen a los usuarios (tarifa plana). Contemplar nuevos medios de transporte colectivo como el tranvía. Destinar la inversión en nuevas carreteras a mejoras del transporte público. Campañas de información y sensibilización, y crear espacios de participación pública que impliquen a los vecinos en el desarrollo de sus barrios. Todas son propuestas recogidas en este Informe 2021.
Medidas para reducir la contaminación de origen industrial
El Informe sobre la calidad del aire 2021 de Ecologistas en Acción refleja como la contaminación procedente de la actividad industrial y de la producción de energía se ha reducido en los últimos años, debido a la crisis económica de 2008 y al parón que supuso la crisis sanitaria del covid-19. La reducción del uso del carbón y la actividad de las refinerías ha contribuido al descenso de contaminantes como el SO2.
Para Ecologistas en Acción el cierre de las centrales termoeléctricas de carbón es una buena noticia, dado que las emisiones industriales de SO2 y NOx procedían en buena medida de estas centrales. Temen, no obstante, una mayor utilización de las centrales de ciclo combinado de gas, con emisiones importantes de NOx, a pesar del potencial de España en materia de energías renovables, donde en 2021 casi la mitad de la electricidad consumida procedió del viento, el sol, el agua o la biomasa.
Los ecologistas proponen a las industrias metalúrgicas, de materiales de construcción y químicas rebajar sus emisiones de contaminantes atmosféricos utilizando combustibles más limpios, evitando las fugas accidentales y filtrando sus emisiones gaseosas. Mejorar las instalaciones, los procesos productivos y las fuentes de energía contribuyen decididamente a minorar las emisiones industriales, pero ninguna medida es tan eficaz como la reducción tanto en el consumo energético como en el consumo de productos. Aproximarnos a los ecosistemas naturales implica Reducir, Reutilizar y Reciclar, por ese orden.
Medidas para reducir la contaminación de la aviación
Al igual que ocurre con el coche en las ciudades, reducir el tráfico aéreo en el conjunto de la red de aeropuertos es una medida imprescindible. Se hace necesario un plan de viabilidad y redimensionamiento de AENA que se ajuste al contexto de emergencia climática, la suspensión definitiva de cualquier ampliación de capacidad en las infraestructuras aeroportuarias existentes (Barcelona-El Prat, Palma o Madrid Barajas) o de proyectos de nueva construcción. El fin a los actuales privilegios fiscales de los que goza el sector. Eliminación de vuelos en trayectos cortos con alternativa en el ferrocarril. Reducción de vuelos para lograr una reducción anual del 7,6% de las emisiones de CO2 como forma para cumplir lo estipulado en el Acuerdo de París. Cierre de aeropuertos deficitarios, el establecimiento de un impuesto al queroseno, desarrollo de nuevos combustibles para aviación producidos a partir de residuos y desechos. Inclusión de las emisiones de la aviación en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Múltiples son las alternativas que Ecologistas en Acción proponen con el objetivo de alcanzar la reducción de emisiones y la descarbonización del sector antes de 2050.
Medidas para reducir la contaminación de la navegación marítima internacional
Los buques son una importante fuente de contaminación atmosférica que sufren especialmente las ciudades portuarias y las zonas costeras, siendo además una seria amenaza para la salud humana, el medio ambiente y el clima mundial.
Ecologistas en Acción forma parte de la coalición europea de organizaciones ambientales que desde el año 2015 tratan de impulsar una regulación que proteja el Mar Mediterráneo, similar a la aplicada al Mar del Norte, el Mar Báltico y el Canal de la Mancha: La creación de un Área de Control de Emisiones (ECA) sobre el azufre y el nitrógeno.
Estas Áreas de Control de Emisiones (ECA), adoptadas por los estados costeros del norte de Europa “han representado unas mejoras inmediatas en la calidad del aire de hasta un 50% desde el año 2015 y unos beneficios socioeconómicos asociados valorados en miles de millones de euros. Una regulación similar en el Mar Mediterráneo conllevaría enormes beneficios a España”, así lo afirman los autores de este informe.
La designación de una ECA en el Mar Mediterráneo para el azufre, acordada en diciembre de 2019 por los países ribereños, y que cuenta ya con el informe favorable del Comité de Protección del Medio Marino de la Organización Marítima Internacional (OMI) no entrará en vigor previsiblemente hasta 2025. Esta medida “que limitará la utilización de combustibles altamente contaminantes, permitirá mejorar la calidad del aire en el entorno de los grandes puertos.”. Ecologistas en Acción, junto a la coalición europea de organizaciones ambientales, reclaman que se amplíe además el control a los NOx (principales precursores del ozono troposférico) y que se acelere el calendario, porque una legislación para el Mediterráneo hará más eficaz la protección a la salud y a los ecosistemas.
Informe sobre calidad del aire en el estado español en 2021 (Ecologistas en Acción)