El desarrollo de las iniciativas al amparo del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA) requiere un marco normativo con una reglas claras y una mayor agilidad en materia de tramitación y permisos. Esa ha sido la principal conclusión de los tres altos ejecutivos que han participado hoy en esta mesa del Encuentro Informativo Deloitte Europa Press. Reglas claras, pues, y agilidad en la Administración. Porque hay proyectos muy complejos, por ejemplo de eólica marina, que además se tienen que enfrentar a tiempos de tramitación "totalmente inciertos", ha dicho el director de inversiones de Greenalia, Antonio Fernández-Montells.
"La situación de la eólica offshore es que hay una moratoria desde el verano pasado debido a la cual no se pueden presentar nuevos proyectos en aguas territoriales españolas. En diciembre se aprobó una hoja de ruta, pero también estamos a la espera del Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM). Este Perte ayuda, pero poco más podemos avanzar. El tiempo es un factor muy retador para proyectos que tienen que ser rentables", ha ejemplificado Fernández-Montells.
Por su parte, el director general de FRV-X en Fotowatio Renewable Ventures (FRV), Felipe Hernández, ha destacado que, a pesar de hacer una valoración general positiva del Perte, echa en falta "un poco más de claridad" sobre qué busca el Gobierno en materia de almacenamiento.
"Se meten dentro del mismo saco una cantidad enorme de aplicaciones y de tecnologías del mismo tipo. Echamos en falta cuál va a ser el objetivo del Gobierno (...) y qué tipo de tecnologías para poder empezar a trabajar en esos proyectos y que lleguemos a tiempo, porque no se hacen de la noche a la mañana y requieren un esfuerzo de desarrollo, de crear consorcios (...) y se necesita saber hacia dónde ir", ha subrayado Hernández.
En la misma línea se ha pronunciado el senior advisor de Q-Energy Pedro Michelena, que ha hecho hincapié en que la de ahora es "la mayor revolución energética de la historia" porque se va a producir un cambio "radical" tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda que hace que sea "imposible descifrar lo que va a pasar dentro de 10 años".
En su opinión, además del atasco administrativo que afecta, por ejemplo, a proyectos fotovoltaicos y eólicos, también existe un cierto retraso en cuanto al almacenamiento de energía.
"No es un tema de desarrollo tecnológico, es un problema de implementacion y el Perte tiene que ayudar en eso (...) y marcar las líneas en las que España puede jugar un papel importante", ha afirmado.
Potencia mundial
Otro de los aspectos en los que han coincidido los tres altos ejecutivos es que España es una potencia mundial en cuanto a energías renovables, dado que, como ha apuntado Fernández-Montells, el país dispone de los mayores recursos solares de Europa, un buen potencial eólico y, además, el 60% de los componentes de la energía solar fotovoltaica "se fabrican en España", al igual que el 90% de los equipos de la industria eólica.
En su opinión, España tiene la tecnología y las capacidades, pero ha insistido en que se requiere una regulación que soporte y ofrezca agilidad para poner en marcha los proyectos.
Asimismo, para el directivo de FRV hay una ventana de oportunidad en materia de desarrollo tecnológico para España en relación con el almacenamiento de energía de largo plazo.
Hernández considera que está en una fase incipiente, que su importancia va a ser "clave en el futuro" y que todavía no hay una tecnología dominante en el segmento, por lo que España está a tiempo de, a través de una buena inversión, favorecer la creación de empresas que puedan tomar el "liderazgo mundial" y crear esa solución que en cinco o diez años "va a ser imprescindible" en los mercados eléctricos.
La mesa de debate celebrada en el marco del encuentro informativo organizado por Deloitte en colaboración con Europa Press y en la que han colaborado los directivos de Greenalia, FRV y Q-Energy ha estado moderada por el socio de Financial Advisory de Deloitte Jaume Pujol.