En un año inevitablemente marcado por la pandemia del Covid-19, el sistema energético español entró en el top 10 mundial en materia de seguridad, equidad y sostenibilidad energéticas, situándose cinco puestos por encima que en 2019, cuando ocupaba la 15ª posición.
Convertido en una referencia en el ámbito energético internacional tras once ediciones, el World Trilemma Index analiza en el estudio las políticas y sistemas energéticos de un total de 127 países. Teniendo en cuenta datos históricos y actuales que reflejan la evolución y el rendimiento de dichas políticas energéticas aplicadas, el índice puntúa las variables de seguridad, equidad y sostenibilidad de cada sistema energético para obtener resultados agregados.
La variable de la seguridad energética refleja la capacidad de cada país para hacer frente a la demanda energética actual y futura; la equidad hace referencia a la habilidad de cada sistema para garantizar el acceso asequible a la energía para uso doméstico y comercial; y, finalmente, la variable de sostenibilidad mide el ritmo de transición de los sistemas energéticos nacionales hacia la disminución del daño medioambiental y la mitigación de su impacto en el cambio climático.
Con estas herramientas de medición, este año el ranking global vuelve a estar dominado por los países de la OCDE, con la región europea a la cabeza: aglutina 11 de los primeros 14 puestos. España comparte la décima posición con Luxemburgo, habiendo obtenido una puntuación total agregada de 76,9 puntos sobre 100.
Máxima nota en seguridad y sostenibilidad
En el marco de un contexto nacional favorable desde un punto de vista energético -evaluado con una A, lo que implica que se encuentra entre el 25% de países mejor valorados-, España obtiene la máxima nota, tanto en materia de seguridad como de sostenibilidad de su sistema energético. En términos de equidad de acceso obtiene una B, lo que implica que en este campo España se encuentra entre el 25% y el 50% de los países mejor valorados.
Para la consultora Oliver Wyman, estar posicionados en el top 10 dentro de un ranking tan reconocido en el ámbito energético como el World Energy Trilemma Index es sin duda una gran noticia, si bien señalan que "este análisis supone también un claro reflejo de aquellas áreas en las que debemos reforzar nuestro sistema energético para adecuarlo a un escenario en el que la sostenibilidad, las energías renovables y la accesibilidad universal a los recursos energéticos han de ser protagonistas".
Un mundo en pleno proceso de transformación
Desde una perspectiva regional, Europa se sitúa claramente a la cabeza del ránking, con una agenda energética firmemente orientada a la sostenibilidad en detrimento de los combustibles fósiles. En un año marcado por la pandemia que ha desencadenado un importante descenso de la demanda energética -con bajadas de un 21% en Italia, un 19% en Francia o un 17% en España-, las energías renovables han ganado terreno en el continente, generando hasta el 38% de la electricidad consumida y superando por primera vez al carbón y al gas como principal fuente de generación eléctrica.
En cuanto a otras zonas del globo, el World Energy Trilemma Index refleja un escenario en pleno proceso de transformación, aunque con grandes diferencias entre regiones, que avanza con paso firme hacia la descarbonización y la transición energética inclusiva.