El informe examina las misiones militares de la UE y la OTAN durante el período 2018-2021, analizando documentos públicos y declaraciones de líderes políticos para calcular los costes de Alemania, Italia y España. Esta es la primera vez que se hace una investigación de estas características, según la ONG.
"Este mismo año, los gobiernos de la UE han desplegado soldados y equipos militares en respuesta a emergencias tales como las severas inundaciones en Alemania, la borrasca Filomena en España o los grandes incendios en el sur de Italia. Este informe muestra que al mismo tiempo se enviaron más soldados y se invirtieron millones de euros para proporcionar seguridad a los barcos cargados de petróleo y gas, combustibles fósiles que continuarán agravando la crisis climática que ya ha causado tanta devastación", ha declarado Javier Gª. Raboso, responsable de la campaña de Paz de Greenpeace España. "Los gobiernos y la UE deben poner fin a este círculo vicioso y redirigir el dinero hacia la descarbonización de la economía y la transición energética justa", afirma.
Armas, codicia y petróleo
"Nuestro informe muestra cómo la codicia por el petróleo ha llevado a Europa a desarrollar todo un sistema armamentístico para proteger el petróleo y el gas a expensas de las personas y el planeta", agrega Silvia Pastorelli, responsable de la campaña de clima y energía de Greenpeace para la UE. Y recuerda que los daños causados por la industria de los combustibles fósiles no se limitan a sus emisiones.
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Históricamente han sido un factor de conflicto. La forma en la que la industria se sale con la suya es inyectando millones en propaganda manipuladora. Su objetivo es proteger sus beneficios a cualquier precio; nuestro objetivo es prohibir la publicidad y el patrocinio de los combustibles fósiles para que podamos desenmascarar a esta industria mortífera y alejarnos de ella de una vez por todas", dice Pastorelli, principal organizadora de la Iniciativa Ciudadana Europea que pretende introducir una ley que prohíba la publicidad y el patrocinio de los combustibles fósiles en la UE.
Si un millón de ciudadanos de la UE firman la petición, la Comisión Europea tendrá que considerar la presentación de una nueva ley.
Importaciones de regiones políticamente inestables
Los países de la Unión Europea dependen en gran medida de las importaciones de energía fósil de regiones que suelen ser políticamente inestables. Casi el 90% del petróleo y el 70% del gas natural utilizados en Europa se importan del extranjero. Así, la UE depende de la estabilidad política de los países proveedores y de la seguridad en las rutas comerciales de suministro, situación que también intenta asegurar mediante la fuerza militar, según el análisis de Greenpeace.
Como resultado de ello, "los consumidores pagan una triple factura por las importaciones de energía fósil: los costes militares de asegurar las importaciones se suman a los ya elevados precios de la energía y, paradójicamente, a los daños de una crisis climática que se agrava", indica la ONG en el documento.
La OTAN también ha invertido grandes sumas en asegurar las importaciones de petróleo y gas a la UE: más de 33.000 millones de euros entre 2018 y 2020. Esta cifra incluye la misión internacional contra el Estado Islámico en Irak (Coalición Global contra el Daesh), que ayudó a asegurar los depósitos de petróleo y gas. Para la próxima década, la OTAN espera una mayor competencia por unos recursos energéticos menguantes y quiere ampliar aún más la protección de las infraestructuras críticas, según Greenpeace.