Las importaciones de gas desde Rusia han crecido este año extrordinariamente, más de treinta puntos, con respecto a las registradas durante el año pasado (+36,2%). El dato lo ha facilitado la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos de España (Cores) en su último boletín sobre Importaciones y Exportaciones de Gas Natural por Países, boletín-balance que actualiza los datos a 31 de octubre, es decir, los relativos a los diez primeros meses del año. Pues bien, según los datos oficiales facilitados por esta corporación de derecho público (Cores depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), España ha importado (las empresas que usan gas natural para generar elecricidad y/o calor en España han importado) desde Rusia, entre el 1 de enero y el 31 de octubre del corriente, hasta 60.770 gigavatios hora de gas natural, es decir, un 36,2% más de lo que esas empresas importaron desde la Rusia de Putin durante el mismo lapso del año pasado (enero-octubre del 22).
Argelia también ha vendido a España en estos diez meses más gas natural que durante el mismo período del año pasado. El incremento no es tan brutal como el registrado por Rusia, pero también resulta significativo: +8,2%. En el otro plato de la balanza se ubican las otras dos grandes proveedoras de España de gas natural: Nigeria y Estados Unidos. Ambas naciones han vendido a las empresas eléctricas y gasísticas que operan en España (Endesa, Iberdrola, Naturgy y compañía) menos gas en estos diez primeros meses del año que en 2022. El descenso mayor lo ha registrado la gran nación del norte de América. Las importaciones de gas desde Estados Unidos han caído casi cuarenta puntos (-39,1%); mientras que las importaciones de gas natural desde Nigeria han caído más de quince enteros (-15,6%). [Bajo estas líneas, detalle de las tablas del Acumulado de Importaciones de Gas enero-octubre 2022 y del Acumulado de Importaciones de Gas enero-octubre 2023. Ambas tablas han sido extraídas de los correspondientes informes mensuales de comercio exterior de Cores].
Según el último Informe Mensual de Comercio Exterior publicado por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que recoge datos cerrados a 30 de noviembre de 2023, es decir, los correspondientes a los 11 primeros meses del año, España ha pagado por sus importaciones de gas (véase el dato en la página 44) casi 13.000 millones de euros (12.962 M€). Aproximadamente la quinta parte de esa cantidad habría ido pues a parar a Rusia, pues desde aquel país ha llegado aproximadamente la quinta parte de todo el gas natural que ha importado España. A 31 de octubre de 2023, el Top 5 de naciones suministradoras de gas natural a España queda así: Argelia, en primer lugar, nos ha vendido 96.750 gigavatios hora (GWh); le siguen Estados Unidos (66.424 GWh) y muy cerca Rusia (con 60.770 gigas hora); Nigeria iría a continuación (con 47.520 GWh); y, por fin, disputándose la quinta plaza, en ajustada lid, Francia y Catar (12.026, versus 11.539 gigavatios hora).
De entre las grandes compañías eléctricas que operan en el mercado español, Naturgy, antes conocida como Gas Natural Fenosa, cuenta con 7.400 megavatios de potencia en centrales de ciclo combinado; Iberdrola tiene 5.700; y Endesa, que es la tercera con más potencia instalada, 5.445 MW (esta última no compra gas a Rusia: "nos proveemos -informa la compañía- de África, Oriente Medio y Estados Unidos, algo público que hemos dicho muchas veces").
Según Naciones Unidas (el dato es de finales de noviembre), al menos 10.000 personas (incluidos más de 560 niños) han muerto en Ucrania desde que estalló la guerra y más de 18.500 han resultado heridas.
Qué es el gas natural
El gas es un combustible fósil cuya extracción, transporte y quema produce gases de efecto invernadero, desencadenantes de cambio climático (el metano es el componente fundamental del gas natural: el 97% del gas natural es metano).
El metano es un gas con un potencial de calentamiento global 86 veces superior al del CO2 en los primeros 20 años de vida (emitir un kilogramo de metano es equivalente a emitir 86 de CO2). Cada vez más investigaciones científicas demuestran que las fugas de metano no han estado bien contabilizadas y representan un problema climático mayor del que se creía.
El Grupo de expertos Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC son sus siglas en inglés) define las emisiones fugitivas como “la liberación intencional o no intencional de los gases de efecto invernadero durante la extracción, el procesamiento y la entrega de los combustibles fósiles al punto de utilización final”.
El informe Smoke and mirrors, de Bankwatch Network, publicado en enero de 2018, concluye que “los valores de emisiones fugitivas en más de la mitad de los escenarios están alrededor del umbral del 3% definido por la Agencia Internacional de la Energía, más allá del cual el gas fósil deja de ofrecer un beneficio climático en comparación con el carbón”.
