Energía Sin Fronteras suma a la realización de esos proyectos otros servicios, como la asesoría y acompañamiento a otras instituciones en sus proyectos de acceso a la energía o al agua, y la publicación de varias guías y documentos en estos campos. El más reciente, un completo informe sobre microrredes. De todo ello puede encontrarse información detallada en la página web de la ONG y en la memoria anual que acaba de publicar.
Proyectos cada vez más integrados
Lucila Izquierdo, presidenta de la Junta Directiva, destaca en la memoria la importante evolución que ha tenido EsF durante estos diez años. “De los primeros proyectos de electrificación, realizados con financiación mayoritariamente privada, se ha pasado por una etapa de proyectos de acceso a energía y aducción de agua con financiación esencialmente pública, hasta llegar a la etapa actual de proyectos más integrados, con incorporación del saneamiento, y realizados con financiación pública y privada”,
Esto ha implicado, continua Izquierdo, que “de la actuación solitaria de Esf durante los primeros años, solo con el apoyo operativo de las contrapartes locales, se ha pasado a actuaciones en colaboración con otros agentes, públicos y privados, y a la constitución de consorcios con empresas, universidades y ONGD para la realización de proyectos de mayor envergadura”. La participación en la “Mesa para el Acceso Universal a la Energía”, recientemente constituida, “puede crear oportunidades para estas actuaciones”, añade la presidenta de EsF, que sustituyó el año pasado en el cargo a José María Arraiza, al frente de la organización desde su creación en marzo de 2003 de la mano de un grupo de profesionales del sector energético.
Mucho que ofrecer
Cómo hacer sostenibles en el tiempo los servicios ofrecidos por la cooperación es algo que ahora maneja muy bien esta fundación. Porque, como destaca en la memoria, a lo largo de los últimos doce años ha ido adquiriendo importantes capacidades y experiencia práctica en ese binonimo agua-energía, componentes esenciales para el desarrollo y el progreso de los pueblos.
El asesoramiento realizado a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Ciencia y la Cultura (OEI) en su proyecto Luces para Aprender (electrificación y acceso a Internet de unas 60.000 escuelas en América Latina) y la creación de la primera cooperativa de servicios eléctricos en Guatemala, para gestionar el servicio eléctrico básico con sistemas fotovoltaicos domiciliarios, ha consolidado estas capacidades.
“Esf tiene ahora un valor a ofrecer, en forma de asesoramiento técnico, a los diferentes agentes de la cooperación y muy especialmente a las instituciones locales, tan importantes en la sostenibilidad de los servicios y tan escasamente capacitadas para asegurarla”, concluye Lucila Izquierdo.
Al encuentro con la gente
“Nuestra gran herramienta es ahora la información, la comunicación en su amplio sentido, el acercamiento individualizado a la gente”, dice, por su parte, Mariano Cabellos, presidente de la Fundación. Y esto exige ahondar en el contacto con las instituciones.
De ahí que EsF haya incrementado su presencia en foros profesionales y académicos y ponga especial énfasis en el seguimiento de las eventuales oportunidades de financiación o colaboración técnica por organismos públicos y privados internacionales, así como cerca de otras ONG’s y entidades españolas especializadas en la cooperación internacional.
Para llevar a cabo todas estas tareas, EsF cuenta con la colaboración de 198 voluntarios, que con su esfuerzo desinterasado hacen posible esa labor de EsF de ganar cuotas de bienestar en las comunidades más necesitadas. Hasta la fecha ha logrado que más de 330.000 personas, en 15 países, vivan un poco mejor.
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