El estudio estima, además, que en la próxima década se alcanzará el segundo punto de inflexión, lo que supondrá que de forma mayoritaria el coste total de los proyectos eólicos y solares sea más bajo que el coste de que continúen funcionando las plantas de gas y carbón actuales. A consecuencia de ello, se espera que en los próximos años el sistema energético esté dominado por la generación renovable, lo que, para Eaton, conllevaría la necesidad de complementar con recursos flexibles, en particular con el almacenamiento. Los últimos desarrollos tecnológicos incluyen también las microrredes como pieza clave para esta transición.
En este contexto, José Antonio Afonso, responsable del segmento Commercial Building de Eaton en España, afirma: "Cuando hablamos de energía fiable no nos referimos únicamente a una cuestión de comodidad y conveniencia, sino también a su relevancia para la continuidad de negocio, así como para una sociedad segura y estable. La energía eléctrica cada vez tiene mayor peso en el transporte, en el suministro de agua potable y en muchas infraestructuras esenciales. En este contexto, a medida que avanzamos hacia un sistema de energía más distribuido, la flexibilidad se convierte en un factor más decisivo para los operadores de redes".
El almacenamiento de energía, añade el directivo de Eaton, "combina electrónica y baterías de Iones de Litio para permitir este modelo. Así, los sistemas domésticos y en empresas pueden ser agregados para gestionar y monitorizar el consumo eléctrico. A gran escala infraestructuras como el estadio de fútbol Amsterdam Arena están recurriendo a sistemas de almacenamiento para contar con un back-up de energía y ayudar a estabilizar y reducir los consumos durante los picos de demanda como pueden ser un partido de fútbol o un concierto. Las microgrids, a la escala de un edificio, un campus o una ciudad, ofrecen incluso más flexibilidad para la gestión de energía actual y futura que las redes clásicas”.
Las ‘finanzas verdes’ se toman cada vez más en serio
Eaton prevé, asimismo, que más instituciones financieras e inversores se van a comprometer a invertir en energías renovables y en almacenamiento de energía, y van a obtener a cambio unos rendimientos estables. "El creciente interés por parte de los inversores en lo que a este tipo de energías se refiere es más fuerte en Europa (97%). Esto demuestra un cambio claro en la forma en que son vistas las inversiones en energías renovables; ya no se trata de ‘abrazar árboles’, sino que esta inversión tiene un claro sentido comercial. Desde Eaton creemos que la comunidad financiera va a seguir respondiendo positivamente de 2018 en adelante", señalaba recientemente la compañía.
Otro estudio del banco internacional HSBC, realizado en 2017, revela que el 68% de los inversores globales tiene la intención de aumentar sus inversiones en energías bajas en carbono para acelerar la transición hacia una economía de energías limpias.
En los países nórdicos, las renovables incluyendo la hidráulica, ya representan casi tres cuartas partes del suministro de energía y la previsión es que alcancen el 78% en 2040.