Los primeros quince puestos del Climatescope 2019 pueden verse en el gráfico adjunto, que plantea los fundamentos (las políticas de energía limpia de un país, la estructura y las regulaciones del sector eléctrico), las oportunidades (la demanda de electricidad actual y futura de un país, su consumo de energía y sus emisiones de CO2 del sector eléctrico), y la experiencia (el volumen de energía limpia instalada de un país).
Chile cayó al segundo lugar respecto al Climatescope anterior, pero obtuvo un puntaje más alto que en 2018. En el informe se asegura que "a través de políticas sólidas de energía limpia y su compromiso de eliminar la generación de carbón, Chile sigue decidido a hacer la transición a una matriz más limpia". Así, si bien se refiere que en 2018, el país tenía 2,3 GW de energía solar y 1,5 GW de capacidad eólica en línea, lo que representaba el 16 % de la capacidad instalada total, los últimos datos suministrados por Acera, la asociación que nuclea al sector empresarial renovable, coloca a la fotovoltaica con 2,7 GW y a la eólica con 2,1 GW, lo que sumado a otra tecnologías -sin incluir hidráulica convencional- representa más del 22 % de la capacidad instalada total.
Respecto de Brasil, el trabajo de BNEF constata que pasó del puesto cuarto al tercero. Pionero en subastas competitivas para contratar energía limpia, el país contrató en el periodo 2009-2018 más de 28 GW de energía renovable. "Con lo peor de su crisis económica ahora detrás, se esperan cuatro subastas en los próximos dos años, con lo que la energía limpia parece preparada para un crecimiento renovado", analizan.
En lo que se refiere a la región de América Latina y el Caribe, se afirma que si bien 2018 es el segundo año más alto de entradas de inversión extranjera de energía limpia, 6,7 mil millones de dólares, "eso estuvo muy lejos de los 10 mil millones de dólares que la región atrajo en 2017". En cambio, si se toma el periodo 2009-2018, se percibe que la región ha atraído la mayor parte (40 %) de los flujos directos de energía limpia extranjera directa". Los inversores con sede en la Unión Europea volvieron a afirmar su dominio en el mercado en 2018, con más de dos tercios de la inversión total.
El estudio, titulado Perspectivas de los mercados emergentes 2019. Transición energética en las economías de más rápido crecimiento del mundo, puntualiza que en 2018 las naciones en desarrollo instalaron 107 GW de energías renovables a sus redes eléctricas, poco más de la mitad del total, marcado en 201 GW.
Entre las renovables, la fotovoltaica se ubicó en primer lugar, con 66 GW instalados, y seguida por la eólica, con 29 GW. Las pequeñas centrales hidroeléctricas, de biomasa y geotérmicas combinadas agregaron12 GW a las economías emergentes.