Esta planta es un paso decisivo en la carrera por eliminar miles de millones de toneladas de carbono al año para mediados de siglo, una medida que probablemente será necesaria para mantener el calentamiento global en niveles relativamente seguros, según señalan desde BloombergNEF. También ilustra el panorama cada vez más competitivo para las empresas que intentan succionar carbono del cielo, añaden desde la consultora.
Una vez en pleno funcionamiento, Mammoth será capaz de capturar hasta 36.000 toneladas de dióxido de carbono al año mediante una técnica conocida como captura directa en el aire (DAC). Eso es menos de un minuto de las emisiones de la humanidad, aunque nueve veces más CO2 que la planta Orca de Climeworks, que también se asienta entre el paisaje rocoso y cubierto de musgo de Hellisheioi y empezó a funcionar en 2021.
Climeworks lidera actualmente el desarrollo de la tecnología DAC en el mundo, si bien varias empresas emergentes están utilizando otras técnicas para absorber el CO2 del aire, usando para ello materiales como la piedra caliza, la electricidad e incluso agua en el aire. En total hay 22 proyectos DAC propuestos. Si todos ellos llegan a buen puerto, podrían eliminar 12 millones de toneladas de CO2 para finales de la década, según el análisis de BloombergNEF.
“La rentabilidad es lo mejor que le puede pasar a esta industria, y cuanto mayor sea, mejor, porque rentabilidad significa más escala», afirma Christoph Gebald, cofundador y codirector ejecutivo de Climework. “Si podemos demostrar una rentabilidad del 10% al 15% en los proyectos que estamos construyendo, habrá mucho capital de grandes gestores de activos, como fondos de pensiones y fondos soberanos”.
Climeworks tiene como objetivo eliminar 1 millón de toneladas de CO2 del aire para 2030 y 1.000 millones de toneladas para 2050. Aunque Islandia ha sido un campo de pruebas para su tecnología, la firma también está empezando a trabajar en otros lugares en un intento de ampliarla. Por ejemplo, en Luisiana (EEUU), en el marco del llamado centro DAC, financiado por la administración Biden.
Retos a superar
Uno de los retos que Climeworks y otras empresas tendrán que superar es el elevadísimo que tiene actualmente la tecnología DAC. Según Gebald, eliminar una tonelada de CO2 del aire con Mammoth costará 1.000 dólares, algo menos que con Orca. Gebald espera que este coste se rebaje de manera pronunciada en los próximos años, haciendo que se sitúe entre 200 y 300 dólares por tonelada antes de 2040. Conseguir que los costes bajen a 100 dólares por tonelada a mediados de siglo se considera un umbral clave para que la eliminación de carbono sea una industria viable.
El consumo de energía también es una preocupación importante, sobre todo teniendo en cuenta que otras formas de eliminación de carbono pueden consumir menos energía. Según Ben Kolosz, profesor adjunto de Energías Renovables y Eliminación de Carbono en la Universidad de Hull (Yorkshire, Reino Unido), para ello habrá que ser “inteligente” y organizar las energías renovables y las tecnologías de eliminación de carbono “como un cubo de Rubik”.
“Todas estas piezas tecnológicas tienen que funcionar juntas para eliminar 10.000 millones de toneladas de CO2 al año de aquí a 2050, y el DAC es sólo una pequeña parte”, afirma.
