La ocasión no puede ser más propicia. Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina qué mejor que hacer cuentas para demostrar que podemos producir y utilizar la energía de forma más inteligente. Las claves están en el informe Energía 3.0. Para su presentación, el pasado 20 de septiembre, Greenpeace eligió un edificio “bien pensado”, el Ecobox de la Fundación Metrópoli, situado en la localidad de Alcobendas, al norte de Madrid. Muchos de los periodistas llegaron a esa rueda de prensa en un autobús híbrido urbano de Tata Hispano. Periodistas que, días atrás, habían recibido un regalo de lo más práctico: una regleta de cinco enchufes con interruptor para no derrochar ni un solo vatio con los dichosos stand by. Nada era por casualidad. Porque ese edificio, ese autobús y esa regleta –de color verde, por cierto– son algunas de las pruebas que demuestran que el informe de Greenpeace no vende humo.
La conclusión última de Energía 3.0 es que técnica y económicamente es posible poner en marcha un sistema energético basado en inteligencia, eficiencia y renovables. Si lo hiciéramos, en el año 2050 España podría reducir un 55% el consumo de energía, con emisiones cero de CO2 y con un ahorro de más de 200.000 millones de euros al año. “Un ahorro del que, por cierto, nadie se acuerda en esta época de recortes masivos y que sería muy positivo para todos”, apunta José Luis García, responsable de la campaña Energía de Greenpeace.
Energía 3.0 está elaborado por Xavier García Casals, doctor en Ingeniería y pieza clave en esta arquitectura de conceptos y propuestas que Greenpeace inició en 2005 con el informe Renovables 2050, en el que se evidenciaba que España disponía de potencial renovable como para cubrir 56 veces su demanda eléctrica. Dos años más tarde la organización ecologista expuso en Renovables 100% la viabilidad técnica y económica de un sistema 100% renovable para cubrir esa demanda eléctrica. García Casals ha sido autor de los tres informes.
Peticiones a los partidos
A lo largo de 800 páginas (Greenpeace ha elaborado además un resumen de 200 páginas y otros documentos resumen con las ideas claves) el informe demuestra que transformar el sistema energético es factible y que el conjunto de fuentes para producir toda la energía que la sociedad necesita –incluida la demanda del transporte, de la edificación y de la industria– podrían ser limpias y renovables. Con un menor coste, el modelo Energía 3.0 evita los graves problemas del sistema energético actual, como los residuos, los accidentes nucleares o las emisiones, causantes del cambio climático.
Tres datos destacan entre sus conclusiones:
– Gracias a la eficiencia, la demanda de energía de la España peninsular se reduciría en 2050 en un 55% respecto a 2007 y en un 72% respecto a la tendencial.
– El modelo Energía 3.0 es clave para luchar contra el cambio climático: permite alcanzar emisiones cero en España hacia mitad de siglo, mientras el sistema energético actual aumentaría las emisiones en más del 24%.
– Con el modelo Energía 3.0, en 2050 el sistema energético en la España peninsular costaría en total un 91% menos de lo que costaría seguir con el sistema actual. El ahorro económico total de aquí a 2050 sería de más de 200.000 millones de euros al año en promedio, una cantidad diez veces superior al déficit español de petróleo y derivados.
Para hacer realidad este modelo, Greenpeace pide a los partidos políticos que se presentan a las elecciones que se comprometan a fijar estos objetivos para no más tarde de 2050:
– suministro del 100% de la demanda de energía final total con energías renovables.
– reducción de la demanda de energía final en un 55% respecto a 2007.
– reducción de emisiones al ritmo que sitúe a España en la trayectoria para alcanzar niveles cero de emisiones en el sector energético.
Estos objetivos deberían venir acompañados de medidas como integrar en el sistema energético la edificación y un sistema de transporte inteligente; evolucionar desde una economía dependiente de la venta de productos a una basada en la prestación de servicios; eliminar todas las subvenciones a las energías sucias e ineficientes, e internalizar los costes externos; dotar a las energías renovables y a la eficiencia energética de un marco jurídico definido, previsible y estable, con rango de ley; e integrar plenamente la demanda en la operación del sistema.
“Porque mantener el actual sistema energético es inviable ambientalmente y un lujo inabordable en lo económico. Y porque el modelo Energía 3.0 permite frenar el cambio climático, crea más empleo y ahorra recursos vitales en tiempos de crisis”, señala José Luis García Ortega.
No leas el informe
En la línea habitual de Greenpeace, que pretende remover conciencias, las cuentas del informe vienen acompañadas de una campaña online bajo este eslogan: “No leas el informe Energía 3.0 de Greenpeace”. En ella se propone contrastar los argumentos del modelo Energía 3.0 con los defendidos por los partidarios de que el sistema energético siga como hasta ahora. En la web www.debateenergetico.org se pueden conocer ambas propuestas y aportar opiniones. En suma, participar en el debate. “La sociedad debería de tomar partido, elegir esas opciones inteligentes de las que se habla en el informe para que luego los ciudadanos puedan exigírselas a los políticos”.
Si a pesar de la petición del eslogan te animas a hojearlo, encontrarás que Energía 3.0 realiza un detallado análisis de la demanda energética de todos los sectores (edificación, transporte, industria, primario, servicios públicos y usos no energéticos), proyectando su evolución hasta el año 2050 bajo dos escenarios, de Continuidad y de Eficiencia. Además, analiza cuatro modelos posibles para cubrir la demanda energética: un sistema de generación similar al actual (descartado por inviable), un sistema de generación 100% renovable con la demanda de continuidad, un sistema de generación 100% renovable con la demanda eficiente y este mismo añadiendo gestión de la demanda, que es la opción que se demuestra de mínimo coste económico y ambiental. En cada opción se calculan las emisiones, los costes, la participación de cada forma de generación de electricidad y combustibles a lo largo del tiempo y la ocupación de territorio.
Claves del modelo Energía 3.0
– En una economía inteligente los modelos de negocio asocian los beneficios económicos a la eficiencia y el ahorro energético y no al despilfarro. La materialización del modelo Energía 3.0 requiere el despliegue de inteligencia por el sistema energético, así como por los sistemas político, económico, social y administrativo.
– La electrificación del transporte y de la climatización de edificios minimiza el uso de combustibles, y gracias al despliegue de eficiencia no provoca en el modelo Energía 3.0 un aumento significativo de la demanda de electricidad total.
– Los edificios y los vehículos intercambian energía con el sistema eléctrico, con lo que se convierten en uno de los elementos principales de gestión de la demanda, articulando la participación directa de los usuarios en la operación del sistema energético.
– Aunque las renovables permiten cubrir toda la demanda energética española para 2050, reducir esta demanda con eficiencia e inteligencia es clave para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
– Cuanto más rápida sea la transición hacia el modelo Energía 3.0, mayores serán los beneficios económicos y ambientales.
* Greenpeace ha organizado una jornada técnica mañana 11 de octubre en el Círculo de Bellas Artes (Madrid).
Más información:
Puedes descargar el informe.
www.revolucionenergetica.es
www.debateenergetico.org
