Enel, que presume de ser "el mayor operador del sector en el mundo", ha anunciado que está preparándose "para dar un acelerón a la transición energética a lo largo de esta década que comienza". Los primeros pasos de ese acelerón (y/o de la década) seguramente ya los ha dado, pues la compañía italiana (cuyo principal accionista es el Ministerio de Economía y Finanzas transalpino) ha cerrado un año 2020 espectacular, con máximo histórico de nueva potencia instalada: 3.106 megavatios, que elevan hasta más allá de los 49.000 la capacidad total renovable que gestiona. Y es que, durante los doce meses del año pasado, Enel ha puesto en marcha una cuarentena de instalaciones, principalmente eólicas (2.284 MW) y solares (803). Los mercados de España, Brasil y Estados Unidos han sido los tres más dinámicos para la empresa.
Nuevos objetivos para 2021
Pero los formidables números de 2020, año top en la historia de Enel Green Power, palidecen a la vera de los que vienen. La compañía italiana calcula que en 2021 añadirá 5.800 megavatios de capacidad. Los países suramericanos (en concreto Brasil y Chile) van a liderar la ampliación de capacidad, seguidos de Estados Unidos, donde está previsto añadir aproximadamente 1.000 megas, mientras que en la Península Ibérica el objetivo es superar los setecientos (700 MW). También destaca en la Cartera 2021 de Enel la nueva capacidad de Suráfrica y la India, naciones donde la italiana prevé un crecimiento conjunto de 1.300 megavatios en este año que nos lleva.
Así -informa la empresa-, los 245 teravatios hora (TWh) de producción eléctrica prevista para 2023 deberían estar formados por un 26% de energía hidroeléctrica, un 25% de eólica, un 3% de solar y un 3% geotérmica: "esto significa que está previsto que la eólica dé un salto de un 10% a partir de 2023, y la solar, de un 8%".
La carrera hasta 2030
El Grupo calcula que para 2030 habrá triplicado la capacidad instalada, que procederá esencialmente de fuentes eólicas y solares, "llegando a generar en régimen normal alrededor de 11,3 TWh, lo cual significa evitar la emisión de 6,86 millones de toneladas de CO2 al año". El reparto entre tecnología eólica y solar podrá variar de un año a otro, pero a largo plazo Enel prevé que alcancen un equilibrio: 53% de solar y 47% de eólica.
En paralelo al crecimiento de las tecnologías de aprovechamiento de las fuentes renovables, Enel quiere impulsar las tecnologías que mejoran la flexibilidad del sistema, como el almacenamiento, que la compañía considera "una solución perfecta" para aprovechar toda la producción de las fuentes renovables. Estas no siempre generan electricidad cuando hay demanda, por lo que con cierta frecuencia hay que apagar las máquinas (parar los aerogeneradores) para no desequilibrar el sistema.
Pues bien, para aprovechar todos los recursos en toda circunstancia, Enel Green Power está apostando por el almacenamiento de electricidad en baterías u otras soluciones. Así -señalan desde la compañía-, en 2030 (y según los cálculos actuales), hasta el 30% de las instalaciones Enel estarán interconectadas con sistemas de almacenamiento de energía en batería o lo que se conoce como sistemas BESS (Battery Energy Storage Systems): "ya en 2023 -concretan en la compañía-, el objetivo es instalar más de 2.300 megavatios de sistemas BESS operativos, mientras que para 2030 está programado contar con 20 GWh.
Actualmente el área OyM (Operaciones y Mantenimiento) Renovables está gestionando dos proyectos de almacenamiento, uno de 22 MW en Cremzow (Alemania) y el otro de 2 MW en Potenza, Italia. También se han aprobado ocho proyectos en Estados Unidos con un total de 607 MW/906 MWh, uno en Italia de 35 MW/140 MWh, y otro en Portugal de 20 MW/40 MWh. Se están elaborando 10 proyectos más, por un total de 662 MW/1.086 MWh, de los que 287 MW/426 MWh se instalarán antes de finales de 2021.
Hidrógeno verde
Además, desde mayo de 2020 un equipo Enel está desarrollando trabajos relacionados con el hidrógeno verde (producido a partir de agua y con energías renovables). Según la empresa, estos trabajos contribuirán a completar "el proceso de electrificación ecológica de Enel, especialmente en la industria pesada, la siderurgia, las fábricas de fertilizantes, las fábricas de vidrio, etcétera". La compañía están barajando actualmente proyectos para la instalación de un total de 600 MW de producción de hidrógeno, sobre todo en Italia, España, Estados Unidos y Chile.
La construcción de las primeras centrales debería comenzar ya este año, y se calcula que en 2023 se habrán instalado 120 megavatios para una producción de 5.000 toneladas al año y que en 2030 se alcanzarán los 2 GW, para conseguir producir más 90.000 toneladas de hidrógeno al año.