El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha autorizado a Endesa a cambiar el uso de fuel por gasóleo en los motores Burmeister & Wain (BW8 y BW9) de la Central Térmica de Eivissa, de 14,5 megavatios (MW) cada uno, con una potencia total de 29 MW, además de la limitación de su funcionamiento a un máximo de 1.500 horas al año. Según informa la Consellería de Transició Energética del gobierno balear "estos hechos suponen poner punto final a la utilización de este combustible para producir energía eléctrica en las Illes Balears y de este modo se cumple una de las condiciones aprobadas por la Comisión de Medio Ambiente de las Illes Balears para dar el visto bueno a la modificación de la autorización ambiental integrada (AAI) para adaptarse a la normativa europea".
Juan Pedro Yllanes, vicepresidente y consejero de Transición Energética y Sectores Productivos: "con esta acción damos un paso más en la descarbonización de las Illes Balears y también en los objetivos que Eivissa tiene marcados para el año 2030. Seguimos aplicando medidas que mejoran la calidad de vida de la gente y, por lo tanto, que mejoran su salud. Con este paso dejaremos de emitir dióxido de nitrógeno, lo que mejorará la calidad del aire de Eivissa. La descarbonización y la salud van de la mano"
La central térmica de Eivissa es una instalación termoeléctrica de ciclo convencional que quema petróleo o gas natural para producir energía eléctrica, y que comenzó a operar en la isla en la década de los setenta del pasado siglo. Según el Govern, se debe continuar avanzando en reducir el funcionamiento de la central térmica y eliminando todos los combustibles fósiles de su funcionamiento, y esto pasa por su sustitución por fuentes de energía renovables y cero emisiones. Desde 2019 Baleares ha doblado la potencia renovable hasta alcanzar los actuales 190 megavatios (MW), y el Govern quiere llegar al año 2023 con un 25% de energía limpia.
Martí Ribas, director general de Endesa en las Illes Balears: "es fundamental trabajar de la mano con las administraciones para avanzar en una transición energética. Esta actuación es un paso importante hacia el objetivo de emisiones cero y se ha podido conseguir con esta colaboración de todos los agentes y las administraciones trabajando conjuntamente con el objetivo de la descarbonización"
El final del fuel
Los dos motores (BW8 y BW9) de la central de Eivissa funcionarán, desde ahora, un máximo de 1.500 horas anuales con gasóleo y tendrán una producción total estimada inferior a 35 gigavatios hora cada año. Con el cambio de combustible la central dejará de consumir 13.000 toneladas de fuel cada año, con una reducción del 88% de las emisiones de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera, según el comunicado del Govern.
El gas natural se consolida como combustible principal de la central energética, representando el 96% de la producción, y queda el gasóleo como combustible de emergencia.
El pasado julio la central térmica de Maó (Menorca) también dejó de utilizar el fuel como combustible, y sus tres motores funcionarán un máximo de 1.500 horas anuales con gasóleo y tendrán una producción total estimada de 62 gigavatios hora (GWh) cada año. Con el cambio de combustible la central dejará de consumir 55.000 toneladas de fuel cada año y reducirá también casi un noventa por ciento sus emisiones de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera.
