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Endesa sugiere al Gobierno que instituya una rentabilidad razonable para la generación y otra para la distribución

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Los exministros de Industria y Energía Josep Piqué (Partido Popular) y Claudio Aranzadi (PSOE) han reflexionado en voz alta, en el marco de una jornada de debate público organizada por el Club Español de la Energía, sobre (1) la liberalización del sector eléctrico, que fue impulsada a finales de los noventa fundamentalmente por el Partido Popular, y (2) el Horizonte 2030, horizonte hacia el cual la Unión Europea está trazando una ruta de descarbonización. Aranzadi y Piqué han estado acompañados en esta jornada por, entre otros, el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Jose María Marín, y por el director general de Relaciones Institucionales y de Regulación de Endesa, José Casas, que ha apostado por establecer una rentabilidad razonable para la generación y otra para la distribución.
Endesa sugiere al Gobierno que instituya una rentabilidad razonable para la generación y otra para la distribución

El Club Español de la Energía (Enerclub) organizó ayer, con la colaboración de Endesa, la jornada «Sector eléctrico: de la liberalización a los objetivos 2030». Más de cien personas estuvieron presentes en el evento, durante el cual los exministros de Industria y Energía Josep Piqué y Claudio Aranzadi (ambos en el centro de la imagen) han tenido oportunidad de reflexionar en público sobre la política energética española del último cuarto de siglo. El acto ha sido aprovechado por Endesa para presentar lo que vendría a ser su Hoja de Ruta hacia la España de 2030, una hoja en la que son seis, concretamente seis, las directrices que propone la multinacional italiana (Endesa es filial de Enel, que es una empresa pública que pertenece al Ministerio de Hacienda de Italia). Pues bien, según el director general de Relaciones Institucionales y de Regulación de Endesa, José Casas, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que está preparando el Gobierno Sánchez, cuyo horizonte sería el año 2030, debería contar -informa Enerclub- con estas "seis condiciones":

• todos los sectores deberían participar en este proceso, no sólo el eléctrico, que representa el 19% de las emisiones de CO2, frente al 81% restante, distribuido entre el resto de sectores, con un 26% atribuido al Transporte;

• habría que emprender una reforma integral de la tarifa eléctrica (Casas ha apelado a un cambio en su estructura de costes, pero ha alertado: la factura futura no debe ser un obstáculo en la electrificación del sistema);

• el tercer punto es el reequilibrio fiscal, basado en garantizar la seguridad de suministro y con un carácter global, orientado también a la electrificación del sistema;

• el cuarto punto señalado por Endesa se refiere a la rentabilidad razonable para la generación;

• el quinto se ha referido a la garantía de rentabilidad razonable para la distribución;

• y, en sexto lugar, Casas -en la foto, a la izquierda- ha abogado por la creación de un entorno de colaboración permanente entre la administración y las empresas para lograr los objetivos marcados.

A continuación, Claudio Aranzadi (Bilbao, 1946) y Josep Piqué (Barcelona, 1955) han analizado cuestiones relacionadas con los principales aciertos y errores que, a juicio de ambos, tuvo el proceso de liberalización y su visión sobre el sector a futuro.

Para Aranzadi, la política energética se construye en base a lo que se ha hecho anteriormente. Por eso, el proceso vivido en España ha tenido una virtud principal, y es que se mantuvo a lo largo de 20 años con distintos gobiernos. Como principal crítica, destacó que quizá ha habido excesivos cambios en el marco regulatorio español, donde se han tomado medidas a corto plazo, “de parcheo”, poco previsibles, que en algunos casos han llevado a la inestabilidad. Sobre los precios, cree que las señales del mercado mayoritario no han sido claras para favorecer la inversión, por ejemplo, en energías renovables o ciclos combinados que han funcionado como tecnología de respaldo cuando no era su función.

Piqué, que fue ministro de Industria y Energía durante el primer Gobierno Aznar -período durante el cual se llevó a cabo la privatización de la empresa pública Endesa- ha justificado la liberalización, porque venía marcada por la UE, que introducía la competencia en actividades reguladas y no reguladas. La afirmación contrasta con la actualidad de otras naciones de la Unión Europea, como Francia, cuyo estado controla más del 80% de EdF, o Italia (la compañía eléctrica Enel también es pública; es más, Enel es actualmente propietaria de Endesa).

Sea como fuere, Piqué -ministro entre los años 1996 y 2000- ha sostenido que la política energética estaba claramente subordinada a la política económica en su conjunto para cumplir con los objetivos de Maastrich (periodo de entrada en el euro), mientras que ahora se orienta a la política medioambiental. Para el exministro, “son unos objetivos coherentes, pero debemos evitar la 'ideologización' de determinadas tecnologías”, en referencia a las afirmaciones por parte del Gobierno sobre que el diésel tiene los días contados. Sobre la energía nuclear, ha opinado que no parece lógico cerrar las centrales nucleares que tenemos hoy en funcionamiento (Cataluña es la autonomía más nuclearizada de España). En su opinión, uno de los grandes retos es avanzar tecnológicamente en el almacenamiento de la energía para los objetivos a 2030 y 2050.

Claudio Aranzadi, ministro (socialista) de Industria entre 1988 y 1993, se ha referido al proceso de descarbonización del sector. Aranzadi cree que nos dirigimos hacia un sistema de costes fijos, en el que el mercado mayorista desaparecería en torno a 2050 en favor de los mercados de capacidad. A su juicio, el operador del sistema debe seguir teniendo un papel importante, aunque aparecerán nuevos actores como agregadores de ofertas. Sobre un sistema de contratos a largo plazo, opina que beneficiaría al generador, pero no tanto al consumidor. Respecto a la energía nuclear, planteó si se puede sustituir el 100% por energías renovables, para lo que hay que tener en cuenta la opinión de los ciudadanos, la seguridad y el coste.

Sobre el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en opinión de Piqué, el punto principal es el sistema de gobernanza, que garantice la estabilidad regulatoria y busque consensos a largo plazo. “En todo proceso de este tipo, hay ganadores y perdedores, pero el saldo no debe ser negativo”, dijo en referencia a la globalización y la digitalización. “El papel de la política es equilibrar estas fuerzas”, añadió sobre todas las fuentes energéticas

Aranzadi coincide en la importancia de un consenso que garantice un marco regulatorio estable: “los planes nacionales que se presentan en Bruselas sirven para lograr esta estabilidad”.

En la primera de las mesas de debate, los expertos constataron cómo los objetivos de participación de energías renovables en el mix de 2030 o la Directiva sobre emisiones industriales, tienen consecuencias directas sobre el parque de generación y su adecuado tratamiento, y coincidieron en señalar la importancia de la penetración de las energías renovables en el mix futuro y de la relevancia del almacenamiento y otras tecnologías de respaldo.

También analizaron el funcionamiento del mercado mayorista, común a toda Europa, cuyo diseño está en proceso de análisis y discusión en la UE y que repercutirá a su vez en el funcionamiento del mercado español. Se mostraron convencidos de su existencia y su papel a 2030, si bien adaptándose a la realidad del momento: mercado más volátil y flexible, orientado a la capacidad, con un volumen mayor de precio fijo. Sobre los mercados a plazo, señalaron que son una opción para incentivar las inversiones y su retorno.

En el campo del transporte y la distribución, la opinión generalizada es que es necesario un marco regulatorio estable que incentive las necesarias inversiones en redes (Enerclub habla de unos 30.000 millones de euros de aquí a 2030: para redes de baja y media tensión, y para digitalización).

Díaz de España
Durante la clausura, el vicepresidente segundo del Club Español de la Energía, Íñigo Díaz de Espada, ha resumido en tres grandes líneas lo expuesto durante la jornada: (1) ha destacado la importancia de las políticas energéticas dialogadas, consensuadas y coordinadas con las políticas económica, industrial y social; (2) ha resaltado la necesidad de emitir señales económicas durante todo el proceso para incentivar la inversión en nueva generación (Díaz de Espada apuesta por ir a "mecanismos de retribución que garanticen su retorno"); y (3) ha insistido en una tercera clave: una regulación estable y predecible, que sirva para garantizar el adecuado funcionamiento del mercado y resolver sus posibles imperfecciones.

José María Marín, presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, ha señalado otros tres aspectos clave de la transición energética: el nivel de competencia de los mercados, el desarrollo tecnológico y la participación, cada vez más activa, de los consumidores. “En este esquema, los reguladores deben anticiparse a estos cambios”, ha dicho. Para Marín, “el principal reto es que los consumidores salgan beneficiados de la transición energética, lo que implica el cumplimiento de los objetivos climáticos, el aseguramiento de precios razonables y la protección del consumidor, sin olvidar a los más vulnerables”.

La compañía
Endesa, empresa del Grupo italiano Enel, presume de ser "la compañía eléctrica líder de España dedicada a la producción, la distribución y la venta de energía eléctrica". Endesa posee instalaciones de producción de energía eléctrica en España y Portugal, con una capacidad instalada de más de 23,6 gigavatios (23.678 megavatios), produce aproximadamente 78 teravatios hora y tiene alrededor de 11 millones de clientes. Endesa declara además unos 1,6 millones de usuarios finales de gas. La empresa tiene casi 10.000 empleados.

Endesa distribuye electricidad en 27 provincias españolas de 10 comunidades autónomas -Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y Navarra-, lo que supone una extensión de 194.687 kilómetros cuadrados y una población superior a los 22 millones de habitantes. El número de clientes con contratos de acceso a las redes de distribución de Endesa en 2017 fue de 12.359.985 y la energía total distribuida por las redes de Endesa, medida en barras de central, alcanzó los 117.961 gigavatios hora, un 2% más que en 2016. La red de distribución de Endesa tiene 317.782 kilómetros de longitud.

Grupo Enel
Enel para por ser "la mayor empresa de servicio público de Europa en cuanto a capitalización del mercado". El grupo está presente en más de treinta países de todo el mundo y produce energía eléctrica, distribuye electricidad y gas a través de una red de más de 2 millones de kilómetros "y, con más de 65 millones de empresas y hogares como clientes en todo el mundo, tiene la mayor base clientelar de entre los competidores europeos". Según los datos difundidos por la compañía italiana, su división de energías renovables, Enel Green Power, ya gestiona más de 39 gigavatios de plantas eólicas, solares, geotérmicas, de biomasa e hidroeléctricas en Europa, América, Asia y, recientemente, Australia.

En la foto, de izquierda a derecha, Casas, Piqué, Aranzadi y el presidente de Enerclub, Miguel Antoñanzas.

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