El cierre de la central, que se ubica en las proximidades del Parque Natural del Cabo de Gata-Nijar, supone un paso adelante en el proceso de transición justa y descarbonización de la eléctrica, que ya ha cerrado las térmicas de Andorra (Teruel), Compostilla (León) y está tramitando el de As Pontes. Como en estas plantas, Endesa sustituirá la capacidad de generación de Litoral de Carboneras desplegando tecnologías renovables en la provincia y a través del desarrollo de proyectos industriales en los terrenos de la central, que cumplan criterios de sostenibilidad social y ambiental y contribuyan a generar riqueza y empleo local.
Economía circular, acuicultura y otras propuestas
Endesa puso en marcha en 2020 el Plan Futur-e, con el objetivo de contribuir a mitigar el impacto que estos cierres puedan tener sobre la población local, a través de cuatro ejes: búsqueda proactiva de empleo; fomento de la actividad económica en la zona; formación y capacitación de la población local; e iniciativas de sostenibilidad del municipio.
Con esos objetivos en mente, ese mismo año lanzó un concurso internacional de búsqueda de proyectos que posibilitaran el desarrollo económico e industrial en los terrenos de la central y su terminal portuaria, una vez se ejecute su cierre. Diez promotores diferentes se han presentado al concurso y han planteado 14 propuestas, que versan sobre temáticas relacionadas con la economía circular, la acuicultura, los biocombustibles, el turismo y la logística.
Para analizar la idoneidad de las ofertas presentadas, se ha constituido una mesa de evaluación que, actualmente, está valorando especialmente su adecuación a las necesidades de la zona, su viabilidad empresarial, su capacidad para generar empleo y la sostenibilidad en el municipio. La mesa de evaluación está conformada por la Universidad de Almería, el Ayuntamiento de Carboneras, la Junta de Andalucía, el Miteco, la Autoridad Portuaria de Almería y Endesa.
Además de este proyecto, la compañía está proyectando en la provincia de Almería unos 1.500 MW de potencia renovable, principalmente fotovoltaica, que sustituyan los 1.159 MW de la Central Térmica Litoral. Esto supondrá una inversión de unos 1.200 millones de euros y la creación de más de 2.000 empleos equivalentes durante la construcción y del entorno de 400 en la fase de operación y mantenimiento, según la compañía.
En el marco del plan Futur-e se están diseñando cursos de formación para fomentar el empleo local en las actividades de desmantelamiento de la central, para las cuales se necesita mano de obra especializada. En estos cursos, que cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Carboneras, la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, participarán 400 alumnos que serán seleccionados por el Servicio Andaluz de Empleo.
Desmantelamiento
El plan de cierre y posterior desmantelamiento de la central supondrá, durante los próximos 4-6 años de duración prevista de los trabajos, la creación de 82 empleos directos, en los que primará la mano de obra local y la formación de personal especializado. Endesa indica que lleva trabajando desde 2020 en la recolocación de los 120 trabajadores que tenía la central, garantizando su continuidad laboral y ofreciéndoles cursos de formación para la incorporación a sus nuevas ubicaciones relacionadas, en la mayoría de los casos, con el desarrollo renovable.
Los trabajadores de las empresas contratistas tendrán también la oportunidad de realizar cursos de formación, tanto para sumarse a trabajos de desmantelamiento como para poder ser contratados en las nuevas instalaciones renovables que la empresa desarrollará en la zona.
El desmantelamiento y la demolición de todos los edificios, instalaciones y equipos de la central supondrá una inversión de 60 millones de euros y se llevará a cabo siguiendo principios de economía circular, con el objetivo de lograr una valorización de materiales por encima del 90% y la obtención final de un certificado de residuo cero.
Datos de la central
La Central Térmica Litoral fue construida en el marco del Plan Acelerado de Centrales de Carbón de 1979, con el que se pretendiá atender las necesidades de incremento de potencia eléctrica derivada del desarrollo económico que experimentaba España. La infraestructura está compuesta por dos grupos de generación que suman 1.159 MW. El grupo 1, de 577 MW, comenzó su explotación comercial en 1985 y el grupo 2, con una potencia de 582 MW, en el año 1997. La instalación ha llegado a producir durante su vida útil más de 180.000 GWh, es decir, el consumo energético de Andalucía durante 4 años y medio, según Endesa.
La central cuenta con una Terminal Portuaria, con acceso para el tráfico marítimo en el Mediterráneo y norte de África, que comenzó su actividad en 1985, destinada a la descarga de carbón para la Central Térmica Litoral. En 2014 fue dotada de un sistema que permite cargar buques de entre 10.000 y 15.000 toneladas de capacidad con destino a otras centrales del grupo Enel en el Mediterráneo, lo que supuso un incremento de las operaciones de manejo de combustible. Según la propiestaria de la infraestructura, estas características y su situación geográfica la convierten en un enclave único para recibir barcos de gran calado que procedan de cualquier punto del mundo.
La Central Térmica Litoral ha albergado, además, proyectos innovadores como una planta de microalgas, la restauración de escombreras con especies autóctonas o el proyecto de almacenamiento de baterías, entre otras iniciativas.
La tercera industria más contaminante de España
La Central térmica de Carboneras fue calificada en 2014 por la Agencia Europea de Medio Ambiente como la tercera industria más contaminante de España. Según un estudio de 2013 de la Agencia, avalado por la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias, ha sido responsable de 177 fallecimientos prematuros, 116 casos de bronquitis crónica en adultos, 5.553 ataques de asma infantil, más de 61.000 días de trabajo perdidos y una contaminación valorada entre 730 y 2.294 millones de euros.