Andalucía, un territorio más extenso que Holanda, Austria, Eslovaquia, Bélgica o Suiza; la autonomía más poblada de España (cerca de ocho millones y medio de personas), una tierra con más habitantes que Dinamarca, Noruega o Irlanda. Andalucía, un mercado en el que operan 71 empresas distribuidoras... ó... Setenta más una. Porque la italiana Endesa (Endesa es propiedad del Grupo Enel) es, de entre todas esas compañías distribuidoras, la que marca el paso, la que manda, la compañía que atiende al 94% de los clientes y el 96% del consumo en la región. Ese es uno de los muchos datos que maneja el Centro de Evaluación y Seguimiento Energético de Andalucía (Cesea), "el vigilante permanente de la red eléctrica", ese que sabe en todo momento -explican desde la Agencia Andaluza de la Energía- cuándo se produce un apagón, el tiempo que la empresa suministradora de electricidad tarda en solventarlo, cómo evoluciona la demanda o cuándo se registra un aumento inusual de consumo, como el ocurrido el pasado 12 de enero, cuando la temperatura media en Andalucía no llegó a los seis grados por el temporal Filomena y la inmensa mayoría de los andaluces encendió a la vez la calefacción.
El Centro de Evaluación y Seguimiento Energético de Andalucía (Cesea) se ocupa de todos esos menesteres y/o de supervisar el funcionamiento de una red de distribución de electricidad que cuenta con más de 60.000 kilómetros de líneas de alta y media tensión, 450 subestaciones y 55.000 transformadores, propiedad de las 71 empresas distribuidoras susodichas, encargadas de suministrar energía eléctrica a los consumidores andaluces.
Cesea evalúa más de un millón de datos de la red de distribución a través de la cual la electricidad llega a cada casa andaluza para controlar la calidad del suministro que ofrecen las compañías. Lo hace gracias a una potente herramienta informática denominada Sinea (Sistema de Información Energético de Andalucía). Y, si se produce un corte de luz importante -cuando afecta a más de 1.000 suministros durante más de 30 minutos-, determina las causas que lo han provocado, llevando a cabo un seguimiento de su estado de reposición o resolución. A posteriori, también elabora un detallado informe indicando las medidas que las distribuidoras deben poner en marcha para evitar que vuelva a repetirse.
Se trata de una unidad operativa a pleno rendimiento los 365 días del año, gestionada por la Agencia Andaluza de la Energía (entidad adscrita a las consejerías de la Presidencia, Administración Pública e Interior y de Hacienda y Financiación Europea).
Además del control exhaustivo y del seguimiento en tiempo real del suministro de electricidad que llega a todos los lugares de Andalucía, el Centro de Evaluación y Seguimiento Energético de Andalucía (Cesea) también detecta los posibles puntos de riesgo, a través del registro de los cortes eléctricos que se han producido. A partir de los datos de la aplicación Sinea, también realiza simulaciones de red y analiza la calidad del suministro en la comunidad. La finalidad es identificar las instalaciones donde se producen interrupciones de manera repetida, las que tienen cargas elevadas y necesitan ser reforzadas o los municipios con carencias en el suministro. Para ello, se examinan todos los días del año las líneas de alta y media tensión y los transformadores.
Con toda esa información -explican desde la Agencia Andaluza de la Energía-, Cesea propone las actuaciones necesarias "para garantizar y mejorar la calidad del suministro" en Andalucía, actuaciones que se asegura que quedan incluidas en los planes de inversión en infraestructuras de las 71 empresas distribuidoras que desarrollan su actividad en la región "y que superan los 300 millones de euros cada año, si bien una destaca sobre el resto: E-distribución Redes Digitales SLU, antigua Endesa, que atiende al 94% de los clientes y el 96% del consumo". La Agencia vigila que las inversiones que van a realizar las compañías se destinan a solucionar los problemas detectados durante el seguimiento de la red de distribución, así como a paliar las necesidades trasladadas desde las distintas delegaciones territoriales.
Así, gracias a una metodología propia que le permite disponer de los indicadores de calidad de suministro estimados un año antes de que se publiquen los datos oficiales por parte del Ministerio competente en energía, Cesea identifica las carencias para que se puedan implementar medidas correctivas con mucha antelación. Todas estas necesidades se transmiten a las empresas distribuidoras para que incorporen soluciones en sus planes de inversión, y cuyo cumplimiento revisa también el Centro.
Planes de emergencia en invierno y verano
A petición de la Junta de Andalucía, ante la previsión de cambios meteorológicos sustanciales, con temperaturas mínimas en invierno y máximas en verano, las empresas distribuidoras diseñan lo que se conoce como "planes de garantía del suministro" o "plan operativo de emergencias", en los que deben prever el menor impacto posible en el caso de que se produzcan incidentes en el suministro eléctrico.
La Agencia Andaluza de la Energía vigila para que las empresas distribuidoras revisen las infraestructuras más críticas y comprueba que los planes incorporan los medios necesarios para garantizar una correcta actuación en caso de incidencias: retenes de personal suficientes, disponibilidad de repuestos, grupos electrógenos en cantidades adecuadas para poder ser instalados en caso de necesidad... al tiempo que establece plazos de respuesta ante incidencias. Cuando finalizan estos planes de invierno (del 15 de diciembre al 15 de marzo) y de verano (del 15 de junio al 15 de septiembre), Cesea también realiza un análisis para verificar si se ha garantizado un suministro de calidad a los andaluces durante su periodo de vigencia.
Un ejemplo: Filomena
Durante el paso de la borrasca Filomena, entre los días 5 y 10 de enero, y la ola de frío posterior, desde el día 11 hasta el 17, Cesea hizo un estrecho seguimiento de las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología de España y de los avisos meteorológicos para todas las provincias andaluzas. "Al estar en vigor el plan operativo de emergencias de invierno -explican desde la Agencia-, E-distribución debía enviar a Cesea cada día, a primera hora de la mañana, la previsión de temperaturas y de la demanda de energía, informando de si se producían fases de prealerta, alerta o emergencia ante las que fuera necesario actuar".
Pues bien, en Andalucía tan solo se registró un incidente importante con afectación a más de 10.000 clientes; concretamente, el día 8 en la provincia de Cádiz. En cuanto a la punta de demanda, fue el martes, 12 de enero, de 21 a 22 horas, cuando se alcanzó la demanda máxima de electricidad en la región, con 7.006 megavatios hora (MWh), un 2,2% más respecto al pasado invierno 2019-2020, cuando se llegó a los 6.852 MWh (el día 14 de enero de 2020 a la misma hora).
17 años en servicio
Cesea nació en 2004, cuando se produjeron importantes cortes de suministro eléctrico y caídas de tensión que afectaron sobre todo a las provincias de Cádiz, Granada, Huelva y Sevilla. En el verano de ese año, en plena ola de calor, Red Eléctrica de España tuvo que declarar la situación de emergencia por las dificultades para cubrir la demanda. Miles de familias se quedaron sin luz. La Junta de Andalucía puso en marcha una serie de medidas, pioneras en España, para prevenir que estas situaciones volvieran a darse y poder determinar de una manera más exhaustiva las necesidades de inversión en infraestructuras por parte de las empresas de distribución. Fue así como se creó el Centro de Evaluación y Seguimiento Energético de Andalucía.
Desde entonces, tomando como referencia el TIEPI (tiempo de interrupción equivalente de la potencia instalada), el principal indicador que mide la calidad del suministro eléctrico, ésta ha mejorado un 72%. Si por aquel 2004 el tiempo medio anual que cada consumidor andaluz estuvo sin electricidad fue de 4 horas y media, en 2020 se ha reducido hasta 1 hora y 20 minutos.
El Centro de Evaluación y Seguimiento Energético de Andalucía es gestionado desde la Agencia Andaluza de la Energía.