"Los gobiernos han defraudado al mundo otra vez". Greenpeace es contundente en su balance de Katowice. Según la organización ecologista, los trece días de negociaciones maratonianas, "las más importantes desde que se firmó el Acuerdo de París", no han servido para alumbrar "ninguna promesa clara para el aumento de la acción climática, ya que sólo se lograron avances parciales en cuestiones de procedimiento; aún habiéndose aprobado el libro de reglas que recoge la implementación del Acuerdo de París -recalcan desde Greenpeace-, no se ha acordado un compromiso colectivo claro para mejorar los objetivos específicos para la acción climática (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, NDCs)".
Así, la oenegé del arcoiris es explícita en su balance: "los acuerdos de los estados participantes no llegan suficientemente lejos, por lo que instamos a los gobiernos a que intensifiquen sus acciones de inmediato en consonancia con los datos del informe del IPCC" (Intergovernmental Panel on Climate Change). La organización ecologista recuerda que hace apenas unas semanas, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió en su último informe "de que quedan doce años para salvar el futuro del planeta y no superar 1,5ºC la temperatura global". Habida cuenta de todo ello, la conclusión de Greenpeace es muy concreta: "los gobiernos han defraudado al mundo otra vez".
La directora ejecutiva de Greenpeace International, Jennifer Morgan, valora la Cumbre del Clima de Katowice
“Un año de desastres climáticos y una terrible advertencia de los mejores científicos del mundo debería haber conducido a mucho más aquí, en Katowice. En vez de eso, los gobiernos han defraudado al mundo otra vez. Han ignorado la ciencia y, al hacerlo, han ignorado la difícil situación de las personas vulnerables. Reconocer la urgencia de una mayor ambición y adoptar un conjunto de normas para la acción climática no es suficiente cuando naciones enteras se enfrentan a la extinción. Sin una acción inmediata, ni siquiera las normas más estrictas nos llevarán a ninguna parte. La gente esperaba acción y eso es lo que los gobiernos no lograron. Esto es moralmente inaceptable y ahora deben llevarse consigo la indignación de la gente y volver a la cumbre del Secretario General de la ONU en 2019, con unos objetivos de acción climática más ambiciosos”
Greenpeace reconoce en todo caso el trabajo en Katowice de la delegación española (encabezada por la ministra Teresa Ribera): reconocimiento "por su trabajo de facilitación entre las partes en el proceso de la CoP [conference of parties] y por haberse unido desde el principio a la Coalición de Alta ambición climática". Sin embargo -añaden los ecologistas-, "es necesario que intensifique sus esfuerzos contra el cambio climático y que se reflejen en acciones reales".
Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España
Según la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, que ha estado presente en Katowice, "la CoP no ha dado el resultado que se necesita. España es uno de los países más afectados en Europa y el gobierno de Pedro Sánchez, con todos los grupos políticos en el Congreso, debe empezar por aprobar una ley y un plan de clima y energía con los que se eliminen las subvenciones a los combustibles fósiles, se aprueben los objetivos para un sistema eléctrico prácticamente renovable al 100% en 2030 y se incluya el cierre de todas las térmicas de carbón en 2025, como muy tarde”
Evaluación, en contexto, de los ecologistas
Según Greenpeace, "si París fijó el destino, el nuevo libro de reglamentación es la hoja de ruta para llegar allí con reglas y normas comunes vinculantes para la transparencia y la revisión, que garantizan una mejor comparación para medir la acción climática y tiene en cuenta las preocupaciones de los países vulnerables. Llegar a este libro -continúa Greenpeace- ha sido todo un reto y demuestra la determinación de las principales economías emergentes de aumentar esfuerzos. Además -concluye la oenegé-, proporciona un claro apoyo al multilateralismo, mostrando que, a pesar de la turbulenta geopolítica, todavía es posible contar con normas sólidas. Estas reglas ahora proporcionan una columna vertebral al Acuerdo de París y aseguran que los países, con el tiempo, asuman mayores responsabilidades y rindan cuentas".