El octavo país más actractivo del mundo para los inversores en energías renovables, según el recién publicado índice Recai, Renewable Energy Country Attractiveness Index, que elabora la consultora EY, y país más atractivo del mundo en contratos bilaterales de compraventa de electricidad renovable a largo plazo, lo que se conoce por PPAs (power purchase agreements). La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha echado mano de los últimos análisis publicados (el prestigioso índice Recai fue publicado hace solo unos días) y, así mismo, de las valoraciones de organismos internacionales como el G20, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Irena o la Comisión Europea, que destacan a España -ha dicho- como el de "mejor política energética".
La secretaria de Estado ha asegurado que las inversiones "están y crecen en España", y que "no tiene nada que ver" el resultado de la última subasta de renovables, donde quedaron desiertos la mayoría de los 3.300 megavatios que había en juego. Según Aagesen, el contexto actual de inflación y crisis en la cadena de suministro de las materias primas no ha ayudado en la subasta (el precio de corte que fijó el gobierno ha resultado ser demasiado elevado para las empresas, que en esas subastas deben rebajar ese precio inicial para adjudicarse la potencia en liza).
Solo se adjudicaron 45,5 megavatios de eólica, que se han repartido las empresas Elawan Energy y Nearco Renovables. ¿Precio medio ponderado? 42,78 €/MWh, con un máximo de 45,12 €/MWh y un mínimo de 39,88 €/MWh. Es decir, que el precio de corte fijado por el gobierno ha debido estar algo por encima de los 45,12 euros. Muchas empresas han preferido no conformarse con ese precio y optarán seguramente por el mercado libre. De hecho, en el mercado mayorista el megavatio hora se paga mañana al triple: 150,08 euros (precio medio para todo el día).
Según la presidenta del administrador de la subasta, OMIE (el operador del mercado ibérico de electricidad), que ha participado hoy en el Congreso de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), "había oferta suficiente, oferta como para cubrir lo subastado". Es decir, que había interés. Lo que ha sucedido es que las empresas no han querido aceptar un precio tan bajo, probablemente a la espera de mejores coyunturas. En la misma sesión del Congreso de APPA, ha participado el director ejecutivo de Acciona, Rafael Mateo, que considera que la subasta no ha sido un fracaso: en una subasta -ha dicho- debe haber "interés de las partes por encontrar un precio de acuerdo", y en este caso no se ha encontrado, lo que no quiere decir -ha concluido- que el mecanismo sea malo o que haya sido un fracaso, simplemente -ha insistido- "no ha habido interés de las partes por encontrar ese precio de acuerdo". "El mecanismo es impecable", ha llegado a decir.
Y en esa línea se ha manifestado en el Senado Aagesen: "la subasta ha acontecido dentro del calendario comprometido [efectivamente el Gobierno acordó ese calendario hace muchos mese], pero lo que no va a hacer el Gobierno es pagar precios de unas renovables muy altos con el perjuicio que causa a todo el conjunto de la sociedad". La secretaria de Estado de Energía tampoco se ha mostrado preocupada por el resultado de la misma: "los inversores -ha dicho- no van solo a las subastas, siguen existiendo, están ahí. Existe merchant, PPAs y mucho apetito inversor". La valoración coincide por cierto con la que hacía hace solo unos días el director general de APPA Renovables, José María González Moya (véase).
Por lo demás, en el marco de su comparecencia, Aagesen ha sido contundente en la defensa de la política energética del Gobierno, que ha puesto encima de la mesa "medidas contundentes", siendo "innovadores y visionarios", en un contexto "volátil y extraordinario" de crisis de precios de la energía.
Por último, Aagesen ha puesto en valor el autoconsumo, que va "como una bala o un tren de alta velocidad". Todo ello -ha concluido- ha permitido a los consumidores "amortiguar el impacto y las volatilidades de los mercados energéticos, y que empresas puedan seguir estando en nuestro modelo productivo".
Por ello, defendió unos presupuestos para 2023 que abogan "por la protección de los consumidores, del tejido industrial y por la creación de valor aquí y ahora".
