El segundo Gobierno Zapatero demoró hasta el último minuto la aprobación de regulación del autoconsumo. Así, y solo dos días antes de perder las elecciones un 20N (año 2011), aprobó el Real Decreto (RD) 1699/2011, de 18 de noviembre. Ese RD convertía el autoconsumo en algo completamente legal y anunciaba el siguiente paso: "el Ministro de Industria, Turismo y Comercio -reza el RD 1699-, en el plazo de cuatro meses desde la entrada en vigor del presente RD, elevará al Gobierno una propuesta de real decreto cuyo objeto sea la regulación de las condiciones administrativas, técnicas y económicas del consumo de la energía eléctrica producida en el interior de la red de un consumidor para su propio consumo". O sea, que el legislador se obligaba a terminar de regular el autoconsumo (a escribir la letra pequeña) en el plazo de 4 meses.
Pero no fueron 4
El Partido Popular (PP) ganó las elecciones aquel 20 de noviembre y nombró en seguida nuevo gobierno (Soria en Industria y Rajoy al frente), pero no elevó una propuesta, tal y como establecía el RD 1699, cuatro meses después. Ni cinco, ni seis, ni 16. El Gobierno Rajoy aprobó la norma que regulaba (que regula) las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo 46 meses después, en octubre de 2015: léase el Real Decreto 900/2015, el RD del impuesto al sol. Durante todo ese tiempo, el sector permaneció atónito primero, ante la perspectiva de un inopinado impuesto al sol que ya anunció el gobierno en el bienio 2012/2013, y perplejo después ante la evidencia de que, efectivamente, el Ejecutivo incluía en su RD ese impuesto al Astro rey.
Ciertamente, el impuesto al sol nunca ha sido cobrado
Entre otras cosas, porque el legislador -el Gobierno Rajoy- nunca dijo cómo cobrarlo (probablemente nunca se atrevió a desarrollar el necesario reglamento, habida cuenta de la oposición, unánime, de asociaciones de consumidores, ecologistas, partidos políticos, sindicatos, etcétera). Y, así, hoy hay centenares de instalaciones solares fotovoltaicas (FV) de autoconsumo en marcha en España. Con y sin baterías, conectadas a red y aisladas, en Almería y en Pontevedra, de tres y de treinta y de 300 kilovatios de potencia (véanse algunos ejemplos). El caso es que ni la incertidumbre (46 meses con un RD que no acababa de llegar y que podía venir con sorpresa: un impuesto al sol) ni la certidumbre (efectivamente llegó con bicho) fueron capaces de frenar a cientos de empresarios y particulares que, en toda España, han apostado por el autoconsumo a lo largo de los últimos cinco años.
El RD 900/2015 de autoconsumo
El caso es que, aunque nunca ha entrado realmente en vigor el RD 900 (y nadie ha pagado impuesto al sol alguno), cierto es que su sola posibilidad ha disuadido en gran medida a muchos de los potenciales autoconsumidores, que han preferido esperar una derogación oficial del mismo, no fáctica (o sea, un nuevo gobierno), antes de instalar sus placas fotovoltaicas. Enfrente, el Ejecutivo ha seguido ratificando su impuesto hasta el último minuto. Hasta el punto de que, hace solo unos días, el aún secretario de estado de Energía Alberto Nadal -primer muñidor del impuesto susodicho- volvía a reafirmar su fe Torquemada en la necesidad de la tal tasa. Lo hacía en el marco de una jornada celebrada en la Universidad Politécnica de Madrid, y abarrotada de actores del sector deseosos de saber si, con Sánchez ya defenestrado y un gobierno en minoría en ciernes, cambiaba en alguna medida la cantinela.
La cantinela no ha cambiado al sur de Pirineos
De hecho, la cara de la política energética española tampoco ha cambiado apenas. El nuevo ministro del ramo -ministro de Energía- es hermano (gemelo) del secretario muñidor (como si de una broma se tratara). Lo que sí está cambiando, sin embargo, es el discurso oficial europeo. Y el Paquete Energía Limpia que anunció ayer la Comisión es un buen ejemplo de ello. Lo es porque, aunque es verdad que no deja de ser un paquete de propuestas legislativas, igualmente cierto es que señala al menos las líneas maestras del discurso UE en materia de autoconsumo, un discurso que están en las antípodas del credo PP. Según la CE, "en el futuro, todos los consumidores de la Unión Europea dispondrán de una mayor oferta de suministro, podrán acceder a unas herramientas de comparación de precios de la energía fiables y tendrán la posibilidad de producir y vender su propia electricidad".
Todos los documentos del Paquete Energía Limpia (Clean Energy Package)
