Ese es el mensaje clave -contradicción- que vehicula la Agencia Internacional de la Energía en su último World Energy Outlook (WEO), que pasa por ser su publicación-bandera. Según la Agencia, WEO 2019 explora esas crecientes brechas en detalle, explica el impacto que las decisiones que están tomando los gobiernos de hoy van a tener en los sistemas energéticos del mañana (este WEO trabaja con un Horizonte 2040) y propone una hoja de ruta para que la humanidad (1) cumpla con los compromisos climáticos que ya ha adquirido, (2) cumpla con esa máxima que dice "energía para todos", (3) cumpla con los objetivos de calidad del aire (claves para la protección de la salud), a la par que mantiene (4) la seguridad de suministro allí donde hoy existe y la extiende lógicamente a todos los rincones del planeta y (5) logra que la energía sea un bien asequible para la creciente población mundial.
Según la Agencia, las decisiones que toman los gobiernos de hoy son críticas para el futuro de los sistemas energéticos
El Panorama Energético Global 2019 de la AIE vislumbra tres Escenarios 2040, que serían fruto de tres maneras diferentes de gobernar ahora. El primero de los escenarios (políticas vigentes) acaba traduciéndose en 2040 en tensiones de todo tipo en los mercados y en un fuerte crecimiento de las emisiones procedentes del sector energético, lo que conllevaría más calentamiento global y todas las consecuencias subsiguientes. El segundo escenario (políticas que los gobiernos han prometido y tienen pendientes de implementar) no presenta un cariz mucho mejor: aunque se implementen, en 2040 -apuntan desde la AIE- cientos de millones de seres humanos seguirán sin acceso a la electricidad, las muertes prematuras achacables a la polución continuarán estando al elevado nivel al que se encuentran hoy y las emisiones desencadenarán severos impactos en el clima.
El Escenario Desarrollo Sostenible, que sería el tercero de los escenarios que vislumbra el informe WEO 2019, requiere, según la Agencia, de cambios rápidos y amplios en todo el mundo y en todo el sistema energético. Un recorte nítido de las emisiones de gases de efecto invernadero será posible en este escenario -apuntan desde la AIE- si echamos mano de la amplia panoplia de soluciones tecnológicas que ya tenemos disponibles, soluciones que pueden y deben proporcionar a la humanidad eficiencia y servicios energéticos a un coste competitivo. La idea clave que subyace aquí es la de que no hay una solución; antes al contrario: son muchas las soluciones que deben ser implementadas (y complementarse) para resolver el que toda la ciencia ya considera el mayor reto al que se enfrenta la humanidad: el cambio climático.
Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía: "lo que deja cristalinamente claro este Panorama Global de la Energía es que no hay una solución singular para transformar el sistema energético global. Muchas tecnologías y muchos combustibles habrán de desempeñar su rol en todos los sectores de la economía. Para que ello suceda, necesitamos liderazgos fuertes por parte de los decisores políticos, porque son los gobiernos los que tienen la más evidente responsabilidad para actuar y los que están llamados en mayor medida a darle forma al futuro"
La AIE resume su informe
La senda por la que transita ahora mismo el mundo es mostrada en el Escenario de Políticas Vigentes (Current Policies Scenario), que nos proporciona una imagen base de cómo van a evolucionar los sistemas energéticos globales si los gobiernos no modifican sus políticas actuales. En este escenario, la demanda de energía crece en torno al 1,3% cada año hasta 2040, lo que se traduce en tensiones de todo tipo en los mercados y en un fuerte crecimiento de las emisiones procedentes del sector energético.
El Escenario de Políticas Declaradas (Stated Policies Scenario), antes conocido como el Escenario de Nuevas Políticas, incorpora las medidas que los gobiernos se han comprometido a implementar y los objetivos de descarbonización que han declarado (que cambiarían al alza los hoy existentes). El horizonte que presenta este escenario -explican desde AIE- se encuentra todavía fuera de la senda que nos ha de conducir a un futuro energético sostenible y seguro. Stated Policies Scenario describe un mundo en 2040 en el que cientos de millones de seres humanos continúan sin acceso a la electricidad (hoy hay 850 millones en esa situación), en el que las muertes prematuras achacables a la polución derivada de la quema de combustibles fósiles continúan estando al elevado nivel al que se encuentran hoy, y en el que las emisiones de CO2 desencadenan severos impactos en el clima.
El Escenario Desarrollo Sostenible indica lo que necesita ser hecho de otro modo para alcanzar plenamente los objetivos climáticos y energéticos que los decisores políticos de todo el mundo han establecido. Alcanzar este escenario, una ruta totalmente alineada con el Acuerdo de París, conducente pues a limitar el incremento de la temperatura global a +1,5ºC, requiere cambios rápidos y amplios en todo el mundo y en todo el sistema energético, según WEO 2019. Un recorte nítido de las emisiones de CO2 será posible en este escenario mediante una amplia panoplia de soluciones tecnológicas que debe proporcionar a la humanidad eficiencia y servicios energéticos a un coste competitivo.
En el escenario Stated Policies (políticas más exigentes que las actuales, derivadas de los últimos compromisos adquiridos por los gobiernos), la demanda de energía crece a razón de un uno por ciento al año hasta 2040. Las fuentes hipocarbónicas, como la solar fotovoltaica, cubrirán en ese escenario más de la mitad del crecimiento, y el gas natural satisfará otro tercio. La demanda de petróleo se aplana en los años treinta de este siglo y el uso del carbón registra mínimos. Algunas partes del sector energético experimentan rápidas transformaciones, de la mano de la electrificación. Algunos países, sobre todo los comprometidos con el horizonte cero neto (de balance de emisiones), van más allá en las reformas de todos los aspectos del suministro y el consumo.
A pesar de todo, la pujanza de las energías limpias es insuficiente para embridar los efectos de la expansión económica global y el crecimiento de la población. El crecimiento de las emisiones se ralentiza, pero estas no alcanzarán su techo antes de 2040.
La extracción de gas de esquisto (shale gas, gas extraído mediante fractura hidráulica) en los Estados Unidos está llamada a permanecer a un nivel alto durante más tiempo del inicialmente proyectado. Ello va a influir en los mercados globales, en los flujos comerciales y en la seguridad. En el escenario Stated Policies, la producción anual de gas de esquisto en los Estados Unidos crece lentamente, por contraste con el ritmo vertiginoso registrado durante estos últimos años. Estados Unidos seguirá en todo caso apuntándose el 85% del incremento de la producción de petróleo de aquí a 2030, y el 30% del incremento en gas. En 2025, la extracción total de gas de esquisto y petróleo de Estados Unidos será mayor ya que la producción total de Rusia.
Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE: "la revolución del gas de esquisto subraya que un rápido cambio en el sistema energético es posible cuando un empujón inicial para desarrollar nuevas tecnologías es complementado con buenos incentivos de mercado e inversiones a gran escala. Los efectos han sido sido sorprendentes, con el esquisto estadounidense actuando ahora como un fuerte contrapeso a los esfuerzos para manejar los mercados petroleros"
La elevada producción de los Estados Unidos presiona a la baja la cuota de los miembros de la OPEP y Rusia sobre el total de la producción de petróleo, con caídas hasta el 47% en 2030 (desde el 55% a mediados de la primera década del siglo). A pesar de ello, la Agencia Internacional de la Energía se muestra totalmente convencida de que "siga el sistema energético el camino que siga, el mundo va a seguir siendo fuertemente dependiente del suministro de petróleo desde el Oriente Próximo durante los próximos años".
La AIE alerta sobre la seguridad
Junto a la formidable empresa que supone el ponerle coto a las emisiones de gases de efecto invernadero, desencadenantes del cambio climático, la AIE ve otro gran desafío: el que plantea la seguridad energética. Según la Agencia, a los riesgos tradicionales, que siguen estando presentes, se han añadido ahora otros, como la ciberseguridad o los fenómenos climatológicos extremos, que requieren constante atención. Así mismo, los decisores políticos van a tener que responder, cada vez en mayor medida, al reto tecnológico que supone la integración de nuevos generadores, y de nuevas formas de generación. Los cambios son cada vez más rápido y los sistemas van a verse obligados a ser cada vez más flexibles.
Fatih Birol: "el mundo necesita urgentemente reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, necesitamos construir una gran coalición que incluya a gobiernos, inversores, compañías y todo los demás actores que están comprometidos en la lucha contra el cambio climático. Nuestro Escenario Desarrollo Sostenible está hecho a la medida para ayudar a guiar a los miembros de esa coalición en sus esfuerzos para atajar el reto omnímodo del cambio climático al que nos estamos enfrentando"
Según la Agencia Internacional de la Energía, un impulso vigoroso en materia de eficiencia energética está llamado a propiciar que el mundo se dirija hacia ese escenario, el de Desarrollo Sostenible. Ahora mismo, sin embargo, la implementación de medidas pro eficiencia está siendo muy lenta. La Agencia habla de una media del 1,2% en 2018, que viene a ser aproximadamente la mitad de la media registrada desde el año 2010 y queda muy lejos del 3% que sería necesario.
La electricidad es una de las pocas fuentes de energía que muestra incrementos de consumo a lo largo de las dos próximas décadas en el Escenario Desarrollo Sostenible. La cuota de electricidad en el consumo final de energía en el año 2040 supera en ese escenario al petróleo, que sigue siendo hoy líder. Eólica y solar suministran casi todo el incremento de generación de electricidad en ese escenario.
Situar los sistemas eléctricos en una senda de sostenibilidad va a requerir no obstante algo más que añadir renovables, según la AIE. El mundo también necesita enfocar con claridad todas esas emisiones que han sido atornilladas a lo largo de las últimas dos décadas al sistema eléctrico global. La Agencia se refiere al parque de generación de carbón, el 90% del cual está en Asia, un parque que en teoría tendría por delante aún unos cuantos años de operación. Pues bien, la Agencia propone en su WEO 2019 tres opciones para afrontar este reto, es decir, para reducir las emisiones de ese parque de generación: (1) modernizar esas centrales (1.1) dotándosas de sistemas de captura y almacenamiento de carbono (algo que ya ha propuesto en ocasiones anteriores y que ha suscitado mucha polémica), (1.2) o hibridándolas con biomasa; (2) reformulando su papel, para convertirlas en herramientas de flexibilidad para el sistema; y (3) desconectándolas aunque no hayan recorrido toda su vida útil.