Los documentos que Greenpeace Holanda ha sacado a la luz comprenden aproximadamente la mitad del borrador del texto con fecha de abril de 2016, que corresponde a la ronda 13 de negociaciones entre Europa y EE.UU (Nueva York, 25-29 de abril de 2016). Los documentos filtrados están formados por 248 páginas, repartidos entre 13 capítulos consolidados sobre el TTIP, más una nota titulada "Estado táctico de las negociaciones TTIP - marzo de 2016.
La Comisión Europea publicó una descripción general en la que afirma tener 17 textos ya consolidados. Esto significa que los documentos publicados por Greenpeace Holanda abarcan 3/4 de los textos consolidados existentes. Es decir, aquellos en los que ya hay acuerdo entre Europa y Estados Unidos.
Primeras conclusiones
Las primeras conclusiones extraídas por la organización ecologista de la lectura de estos documentos son que, desde el punto de vista de la protección del medio ambiente y de los consumidores, hay serios motivos para preocuparse. En concreto, Greenpeace destaca estos cuatro aspectos:
• Las políticas de protección ambiental parecen haber sido eliminadas. “Ninguno de los capítulos que hemos visto hacen referencia a la regla de Excepciones Generales –señala Greenpeace–. Esta regla, consagrada en el acuerdo del GATT de la Organización Mundial del Comercio (OMC) hace casi 70 años, permite a los estados regular las reglas de comercio ´para proteger a los seres humanos, la vida animal y vegetal o la salud´ o para “la conservación de los recursos naturales no renovables” . La omisión de esta regla sugiere que ambas partes están creando un acuerdo que sitúa los beneficios económicos por encima de la vida, la salud y el medio ambiente”.
• La protección del clima será más difícil bajo el TTIP. “El acuerdo sobre el Clima de París, la COP21, dejaba claro un punto: debemos mantener el incremento de la temperatura mundial por debajo de 1,5 ºC, para evitar una crisis climática con efectos desastrosos para miles de millones de personas en todo el mundo. El comercio no debe ser excluido de esta acción en defensa del clima. Pero los documentos filtrados no dicen nada sobre la protección del clima. Peor aún, el alcance de las medidas de mitigación está limitada por las disposiciones de los capítulos sobre la Cooperación Regulatoria o Acceso a los Mercados para los productos industriales. Como ejemplo de estas propuestas se descarta la regulación de la importación de combustibles altamente contaminantes como el petróleo procedente de las arenas bituminosas”.
• El final del Principio de Precaución. “El principio de precaución, consagrado en el Tratado de la UE, no se menciona en el capítulo sobre Cooperación Regulatoria, ni en ningún otro de los 12 capítulos obtenidos. Sin embargo, sí se cita en varios capítulos la demanda de la delegación estadounidense de trabajar en un enfoque ´basado en el riesgo´ que tiene como objetivo la gestión de sustancias peligrosas, en lugar de evitarlas. Este enfoque socava la capacidad de los reguladores de tomar medidas preventivas, por ejemplo en relación con la toxicidad de sustancias químicas como los disruptores endocrinos”.
• Se abre la puerta a un mayor poder de las corporaciones. “Al mismo tiempo que las propuestas amenazan el medio ambiente y la protección de los consumidores, las grandes empresas han conseguido lo que querían. El sector empresarial tiene oportunidades para participar en la toma de decisiones para intervenir en las primeras fases del proceso de toma de decisiones”.
Greenpeace destaca, asimismo, que mientras que la sociedad civil ha tenido un acceso escaso a las negociaciones, los documentos muestran muchos casos en los que la industria ha sido consultada y ha tenido un papel privilegiado en el proceso de toma de decisiones. “Los documentos filtrados indican que la opacidad de la UE es debida a la la influencia de los intereses de los poderes de la industria.
En un informe de la Unión Europea recientemente publicado se menciona una sola vez las aportaciones de los sectores industriales, mientras que los documentos filtrados hablan en repetidas ocasiones sobre la necesidad de nuevas consultas con la industria y mencionan explícitamente que se han recogido en los textos las aportaciones de estos sectores”.
Detener las negociaciones
Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace España, afirma que “estos documentos reflejan la magnitud y el alcance del intento de los Estados Unidos y la Unión Europea de anteponer los beneficios empresariales a los intereses de la ciudadanía. Ya es hora de que las negociaciones se detengan y de que comience el debate”. “¿Debemos actuar cuando tenemos la certeza de que nuestra salud y bienestar están en riesgo o debemos esperar a que daño esté hecho? ¿Nuestros gobiernos eran sinceros en la Cumbre del Clima de Paris cuando dijeron que harían lo necesario para proteger el planeta y mantener el ascenso de temperatura por debajo de 1,5 grados?”, agrega.
Para la organización ecologista, la protección ambiental no debe verse como una barrera al comercio, sino como un salvavidas para nuestra salud y la salud de las generaciones futuras. “Desde Greenpeace hacemos una llamada a la ciudadanía, políticos y empresarios para que se involucren en el debate del TTIP de manera abierta y sin miedo. Hacemos una llamada a los negociadores políticos para que hagan públicos los textos completos y faciliten la discusión. Y les pedimos que mientras no respondan a cuestiones pendientes detengan las negociaciones”, concluye el portavoz de la ong.
¿Cómo saber que los documentos son auténticos?
Después de haber recibido los documentos, Greenpeace Holanda los ha analizado conjuntamente con la reconocida red de investigación alemana NDR, WDR y Süddeutscher Zeitung. Esta red de investigación es una unión de diferentes medios alemanes que también investigó las filtraciones de Snowden y los recientes escándalos de emisiones de Volkswagen, entre otros.
La ong indica, asimismo, que los documentos que recibió habían sido claramente tratados para que fuera posible identificar las copias individuales. “Antes de hacerlos públicos hemos eliminados todos elementos y características que pudieran identificar la fuente. No hemos alterado el contenido de los documentos y hemos conservado el diseño. Por esta razón no hemos ofrecido el acceso a los documentos originales”.