En la final que Philadelphia Eagles derrotó por 41 a 33 a los New England Patriots varios elementos aportaron criterios de eficiencia energética, desde el estadio mismo hasta la gestión de basura
Por caso, el estadio que sirvió de anfitrión, el US Bank Stadium, para 66.655 personas de capacidad, fue inaugurado en 2016 y su construcción costó 1.061 millones de dólares. Respecto a su consumo eléctrico, comparte con la sede de la final del año pasado en que está compensado el 100% créditos de fuentes energéticas de base renovable. En este caso suma que el estadio tiene la certificación LEDD-Gold, lo que significa que está sólo un paso atrás de la máxima cucarda, que es la platino.
Otro aspecto destacable es que se recuperarón más del 90 por ciento de los desechos que se generaron, como parte de un programa que impulsa la NFL, llamado "Rush2Recycle", que propone clasificar los materiales reciclables de la basura, y alentar a los que concurran al match a reciclar o utilizar como abono la basura.
Para limitar el tráfico alrededor del nuevo estadio, solo hubo 200 estacionamientos disponibles, sólo reservados para quienes trabajaron en los eventos. Se enfatizo el uso del estacionamiento público y el transporte, como las pasarelas y el sistema de Metro Transit de la ciudad, se enfatiza para llegar al área. Según los arquitectos del estadio, el estudio HKS, hay "32,000 espacios de estacionamiento a 20 minutos a pie del estadio".
Algunas de las particularidades del diseño del estadio refieren que el 40% del techo utiliza revestimiento de zinc, que proporciona calor adicional en el invierno o enfriamiento en el verano, y es lo suficientemente resistente como para soportar inviernos duros.
El estadio, que cuenta con una forma irregular que evoca las formaciones de hielo y barcos vikingos -su equipo base son, justamente, los Vikings de Minneapolis- tiene un gran techo translucido de ETFE (etileno-tetra-fluoro-etileno), el más grande en su tipo, que además de resguardar del frío, sirve para que se autolimpie de nieve de manera eficiente.
No es menor la importancia que tiene las cuestiones referidas al mensaje eficiente que puede llegar a trasmitir el que se juegue en este estadio, si se tiene en cuenta que el partido es seguido por más de 115 millones de televidentes, al punto que los 30 segundos de publicidad tienen un valor de 6 millones de dólares, es decir que cada segundo vale 200 mil dólares.