El primo de Mariano Rajoy y el cambio climático

Lo primero, el fragmento, íntegro, que ha suscitado la polémica. Declaraciones de Mariano Rajoy a la cadena SER: “yo de este asunto sé poco, pero mi primo supongo que sabrá... claro". A continuación, el presidente del Partido Popular relata, literalmente, lo siguiente (se refiere a la entrevista a su primo): "y entonces dijo ‘oiga, he traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que iba a hacer mañana en Sevilla, ¿cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?’ No lo sé, es decir, no lo sé. Es un asunto al que hay que estar muy atentos, pero, en fin, tampoco lo podemos convertir en el gran problema mundial. Hay otros problemas más importantes”.

A continuación, la entrevista que le hiciera El Diario de Sevilla hace unos días al catedrático de Física Teórica de la Universidad de Sevilla José Javier Brey Abalo, primo hermano de Rajoy. La pregunta era: “¿Le chirría la expresión materialismo científico?”. La respuesta fue: “Es un ejemplo moderno de la manipulación de la ciencia, de su utilización para justificar algo, para darle valor a las cosas o quitárselo. Se invoca a la ciencia para decir que Dios existe, que Dios no existe, para el cambio climático, para los submarinos atómicos de la base de Rota. Traes a los cien mejores científicos del mundo y no te pueden decir al cien por cien de probabilidades si pasado mañana va a llover en Sevilla. Y hay seudocientíficos que saben lo que va a ocurrir dentro de 300 años con el cambio climático. Es tremendo que hoy tenga más fácil obtener subvención un trabajo de investigación que incluya en su propuesta las palabras adecuadas. Las que venden mejor”.

Lo que dice el primo

Según el diario El País, “Brey Abalo intentó ayer desmarcarse de las polémicas declaraciones de su primo”. El rotativo madrileño publica hoy las siguientes declaraciones del primo de Rajoy: "usted entenderá, si las ha leído [las declaraciones que él mismo hizo al Diario de Sevilla], que están en un contexto distinto, ha cambiado totalmente el contexto. Yo soy un científico y considero que las ciencias deben estar al margen de esta discusión. No me interesa este debate".

Y, por fin, lo que opinan sobre el particular los más de 2.500 científicos de todo el mundo que han estudiado la física del clima durante los últimos seis años. El pasado dos de febrero de 2006, el grupo de trabajo (2.500 expertos) que ha estudiado la física del clima durante los últimos seis años –los autores del IV Informe de Evaluación sobre Cambio Climático, cuya cuarta y última entrega tendrá lugar en Valencia el mes que viene– llegaban a la siguiente conclusión: «el calentamiento del sistema climático es inequívoco», dice el informe, que añade, además, que «la mayor parte del incremento observado desde la mitad del siglo XX en las temperaturas medias se debe, muy probablemente, a los aumentos observados en los gases de efecto invernadero antropogénicos» (en la terminología científica de este informe, muy probablemente significa «más del 90% de probabilidades»).

Calentamiento inequívoco

O sea, que hay calentamiento («inequívoco») y que el causante es, con una probabilidad del 90%, anthropos, el ser humano. Es «extremadamente improbable» que el cambio climático de los últimos cincuenta años, apunta el informe, haya sucedido por causas naturales, sin forzamientos externos, es decir, sin la actividad del ser humano (extremadamente improbable significa, en este informe, «menos del 5% de probabilidad»). Más aún, según el informe, «la fuente primaria del incremento en la concentración de dióxido de carbono (CO2) es el uso de combustibles fósiles», elementos todos (el petróleo, el carbón, el gas natural) que producen electricidad, calor y movimiento (los transportes), pero que también generan gases de efecto invernadero.

Pues bien, en lo que a esos gases se refiere el Panel de los 2.500 expertos ha sido aún más concreto. Empezando por el CO2, «el gas de efecto invernadero antropogénico más importante». A saber: en los últimos 650.000 años nunca hubo tanto CO2 en la atmósfera como hoy. «La concentración atmosférica global ha aumentado de 280 ppm en el año 1750 a 379 ppm en 2005» (ppm: moléculas de un gas de efecto invernadero, GEI, por cada millón de moléculas de aire seco). En fin, que esa concentración excede el rango natural, apunta el informe, de los últimos 650.000 años: 180 a 300 ppm (por rango se entiende la amplitud de la variación de un fenómeno entre un límite menor y uno mayor claramente especificados).

Con el metano, otro GEI (en este caso fruto fundamentalmente de la actividad agrícola y ganadera), las mediciones también son precisas. Su concentración en la atmósfera ha pasado de las 715 partes por billón (ppb) habidas en 1750 (época preindustrial) a las 1.774 ppb de 2005, lo cual «supera con mucho el rango natural de los últimos 650.000 años (320 a 790 ppb)». En fin, que el Panel ha identificado la causa (los GEI antropogénicos) y ha identificado el efecto (el calentamiento), un efecto al que los científicos también le han puesto los números concretos.

Los números... concretos

Durante el siglo XX, la temperatura de la Tierra se ha incrementado una media de 0,74 ºC. Según el informe de los 2.500 científicos, once de los últimos doce años han sido los más calurosos desde que la ciencia registra las temperaturas. Observaciones efectuadas desde 1961 muestran que la media de temperatura del océano ha aumentado incluso a profundidades de 3.000 metros. Es más: el océano ha absorbido más del 80% del calor añadido por el hombre al sistema climático.

Y ahí entramos en la otra gran medida, la del nivel del mar. Como tantos otros elementos, el agua se dilata cuando se calienta. Pues bien, es precisamente esa dilatación la principal responsable de la subida del nivel del mar. Según el IV Informe, la «expansión térmica» es culpable de hasta un 70% de esa subida. El mar «creció» 3,1 milímetros cada año entre 1993 y 2003. El otro 30% de la causalidad del incremento habría que imputárselo a la fusión de los glaciares (hielo que se halla sobre los continentes).

Pero los efectos del calentamiento son muchos más: la información acumulada por los satélites desde 1978 ha revelado que la «media anual de extensión de hielo marino en el Ártico» se reduce un 2,7% cada diez años. En los continentes, los glaciares de montaña y la capa de nieve no paran de menguar. En Navacerrada, por ejemplo (son datos del Instituto Nacional de Meteorología), el número de días de nieve al año ha descendido entre 1971 y 2000 en más de un 40%, mientras, según Greenpeace, ha desaparecido ya el 85% de los glaciares de Pirineos.

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