Para paliar la "deficiente situación energética de Gran Canaria", el Cabildo insular ha propuesto al Gobierno la instalación de entre cuatro y cinco grupos de generación de energía de entre 20 y 30 megavatios. Y es que, en su exposición de motivos, la declaración institucional recoge que "el sistema eléctrico canario presenta una fragilidad especial, por sus condiciones de insularidad y aislamiento", una situación que a su parecer continúa agravándose porque, "en la última década, se ha vuelto peligrosamente inseguro, por la falta de inversiones para sustituir los grupos de generación obsoletos".
Por ello, argumenta que, "mientras se culmina la transición hacia un sistema energético autosuficiente y cien por cien renovable, es necesario llevar a cabo un plan de inversión, para garantizar el suministro de energía, mejorar la seguridad y fiabilidad del problema y optimizar la integración de las energías renovables", puesto que, como asevera el Cabildo, "las medidas e inversiones futuras serán cruciales para garantizar un crecimiento sostenible, tanto desde el punto de vista económico como ambiental".
En este escenario, todos los grupos políticos presentes en el Pleno insular exigen al Estado que actúe con urgencia, al constatar que, "cada día que pasa, aumentan los riesgos, producto de década y media de desidia e inacción". Por ello, rechazan que el Gobierno estatal "siga negando la viabilidad de las inversiones directas de Endesa, a pesar de que la Comisión Europea admite que esas acciones sí son factibles en regiones ultraperiféricas, y continúe apostando por un concurso público, que no llevaría menos de 5 a 6 años, para alcanzar el objetivo de cubrir las necesidades", lo que profundiza, además, "en la dependencia de los combustibles fósiles", concluyen.