El Senado dio el visto bueno a la reducción el martes pasado, después de que hace un mes Gobierno y oposición alcanzaran un prinicipo de acuerdo, y pone punto final a meses de incertidumbre en el sector. Según medios locales citados por EFE Verde, inicialmente el Partido Laborista se oponía a la revisión cada dos años del objetivo y a la quema de deshechos de árboles nativos como fuente renovable.
El Gobierno australiano no insistió en la revisión bianual, pero logró el voto clave de algunos senadores para incluir la polémica quema de material maderero nativo a cambio de la promesa de nombrar un comisionado para los parques eólicos, de acuerdo con la edición australiana del diario The Guardian. La principal función de este comisionado será resolver las quejas vinculadas a los parques eólicos.
La directora ejecutiva de la Cámara Australiana de Comercio e Industria, Kate Carnell, ha declarado que la reducción del objetivo da cuenta “del cambio de las circunstancias por la reducción de la demanda energética”, indica The Guardian.
Inicialmente, la hoja de ruta establecía que el 20% de la energía del país tenía que ser de origen renovable en 2020, lo que equivalía a unos 41.000 gigavatios hora. Con la caída de la demanda, esta cota excedía el 20%, por lo que el Gobierno abogó por modificar el objetivo a 32.000 gigavatios hora y la oposición a 33.500.
Las inversiones en proyectos de energías renovables en todo el mundo aumentaron un 10% en 2014, mientras que en Australia cayeron de 2.100 a 330 millones de dólares (1.948 a 306 millones de euros), de acuerdo con un informe del mes pasado del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
Respecto a la polémica quema de desechos madereros, la número dos del Partido Verde, Larissa Waters, ha declarado que supone “avalar la tala de bosques nativos” y la destrucción de los hábitats de los koalas, ya que este cambio permitirá a las empresas forestales vender certificados de energía renovable.