La organización ecologista difundió ayer un comunicado en el que valora el Paquete de Invierno que acaba de presentar la Comisión Europea (CE). Según Greenpeace, "las medidas propuestas por la Comisión incluyen mantener unas subvenciones conocidas como pagos por capacidad, que se espera beneficien al carbón, al gas y a la energía nuclear con el pretexto de asegurar que se puedan 'mantener las luces encendidas' en todo momento". Los ecologistas denuncian en su nota que "alrededor del 95% de las centrales eléctricas de carbón podría recibir pagos por capacidad hasta 2026 en virtud de las propuestas de la Comisión que asigna un límite de emisiones de CO2 solo a las nuevas centrales después de ese año" (a partir de ese año todas las centrales térmicas que piden recibir pagos por capacidad deberán emitir menos de 550 gramos de CO2 por kilovatio hora).
Borradores
La responsable de la campaña de Renovables de Greenpeace, Sara Pizzinato, considera así que "estos borradores de medidas están hechos para favorecer a las grandes empresas energéticas contaminantes en vez de a la ciudadanía europea". Según Pizzinato, la Comisión Europea "está echando el freno a las renovables y, al mismo tiempo, pretende dejar que los gobiernos nacionales sigan regalando dinero público a las centrales de carbón por lo menos durante otra década, lo que, por una parte, pondrá en riesgo la capacidad de la Unión Europea para cumplir con sus compromisos internacionales en materia de cambio climático, y, por otra, mina la participación ciudadana en las energías renovables".
Otro motivo de preocupación para los ecologistas versa sobre la prioridad de despacho
Ahora, si hay una demanda (necesitamos un megavatio hora de electricidad para alimentar una máquina determinada) y dos ofertas (ese megavatio hora lo podemos generar con viento o con gas, por ejemplo), el regulador siempre prioriza la entrada en la red eléctrica del megavatio hora limpio (el que no produce residuos nucleares ni emite gases de efecto invernadero, que son los causantes del cambio climático). Pues bien, Greenpeace denuncia que el Paquete de Invierno incluye una propuesta que quiere acabar con esa prioridad. Y, según los ecologistas, "es probable que esto lleve a más casos en los que las energías renovables serán cortadas, especialmente en épocas de exceso de oferta, porque es más fácil y más barato desactivar la energía eólica o solar que el carbón y las centrales nucleares". Además -temen-, "es de esperar que estas medidas bloqueen las nuevas inversiones en renovables".
Luces y sombras en materia de autoconsumo
Greenpeace alude también al autoconsumo en su valoración del Paquete de Invierno. La oenegé reconoce que la Comisión "promueve el papel de los ciudadanos y las cooperativas para producir, consumir, almacenar y vender su propia energía renovable, al contrario de lo que estipula la legislación española" (que incluye incluso un impuesto al sol). Sin embargo -lamentan los ecologistas-, la CE propone limitar el tamaño de las cooperativas de energías renovables al reducir los proyectos a un promedio de 18 megavatios por año.
En las antípodas del modelo que propone la Comisión en su Paquete: modelo del sí al autoconsumo pero...
Greenpeace presentó hace unas semanas un estudio según el cual "más de 112 millones de personas en la UE podrían generar con renovables el 19% de la demanda de electricidad europea en 2030". Más aún: según la ONG ecologista, la mitad de la ciudadanía del continente podría participar de manera activa en el sector eléctrico en 2050 y cubrir hasta el 45% de la demanda del continente. El mismo estudio -añade Greenpeace- sostiene que, "en España, una tercera parte de la ciudadanía podría generar la mitad de la electricidad en 2050 de forma sostenible e independiente, y participar en la distribución".
Europa delata al Gobierno Rajoy
La responsable de la campaña de Renovables de Greenpeace, Sara Pizzinato, felicita en todo caso a la Comisión Europea porque, "por enésima vez, consagra el derecho de la ciudadanía a producir su propia energía y vender sus excedentes a la red eléctrica" y recuerda que ello vuelve a dejar así mismo en evidencia la normativa española en materia de autoconsumo. Según Pizzinato, el Real Decreto 900/2015 de autoconsumo, "además de imponer un impuesto al sol, grava de manera innecesaria y discriminatoria a la ciudadanía con multas disuasorias y trabas administrativas exageradas".
El paquete completo de propuestas de la Comisión tiene por objeto ayudar a la UE a cumplir sus objetivos para reducir las emisiones de carbono y aumentar las energías renovables y la eficiencia energética con un horizonte de 2030. Greenpeace cree sin embargo que "es poco probable que los objetivos conduzcan a que la UE despliegue lo necesario para su contribución al cumplimiento de la promesa de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 °C, tal y como se acordó en el Acuerdo de París del año pasado que ayer ratificó España en el Congreso de los Diputados".
Todo este paquete de propuestas ha de pasar ahora por el Parlamento Europeo y los gobiernos nacionales para alcanzar un acuerdo en los próximos 18 meses. Los ministros europeos de energía tendrán un primer encuentro de discusión de las propuestas el próximo 5 de diciembre.