El Observatorio de Salud y Cambio Climático, que presume de su "composición interdisciplinar", nace de la necesidad -explican desde Transición Ecológica- de abordar "transversalmente" el impacto que el cambio climático tiene sobre la salud y con el objetivo general de "coordinar de manera óptima el trabajo de seguimiento, anticipación y valoración de las medidas que se toman", por una parte, y de "ofrecer apoyo científico-técnico a las Administraciones Públicas", por otra. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, el Observatorio quiere ser "un ejemplo más del empeño de este Gobierno para garantizar el bienestar y la salud de la ciudadanía de una forma integral; un paso más para afrontar los nuevos desafíos derivados de la emergencia climática".
Hasta la creación del Observatorio de Salud y Cambio Climático no existía un órgano que aunase todas estas iniciativas y abordase el problema con la trasversalidad que requiere. Con su puesta en marcha se da cumplimiento a lo previsto en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, coordinado por Transición Ecológica, y el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente, coordinado por el Ministerio de Sanidad.
Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno: "los trabajos conjuntos de este Observatorio de Salud y Cambio Climático tienen un valor añadido evidente en ámbitos críticos para el progreso de nuestro país: para el avance de la investigación científica, para la mejora de la capacidad de respuesta de nuestro sistema de salud pública y para la gestión anticipatoria de los impactos del cambio climático”
Composición interdisciplinar
El Observatorio hoy presentado cuenta con representantes de la Dirección General de Salud Pública, la Oficina Española de Cambio Climático, el Organismo autónomo Instituto de Salud Carlos III, la Agencia Estatal de Meteorología, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, adscrita al Ministerio del Interior, la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) o el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación (Centro de Investigaciones, Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, Ciemat), entre otros.
Mónica García, ministra de Sanidad: “el Ministerio está haciendo y hará todo lo que esté en su mano para descarbonizar el sistema sanitario y para proteger a la población de los impactos del cambio climático”
El Ministerio para la Transición Ecológica señala las "principales funciones" del Observatorio
• Revisión y actualización de los indicadores existentes en materia de salud y cambio climático, para reforzar su valor informativo y recoger el amplio espectro de riesgos para la salud que se asocia al cambio del clima.
• Creación de un sistema integrado de avisos y alertas, que permita considerar de forma conjunta diversas amenazas a la salud originadas por la existencia de riesgos compuestos y en cascada asociados al cambio climático.
• Promoción de una cultura de la autoprotección, especialmente necesaria en el caso de las comunidades y grupos más vulnerables, que incremente la conciencia de los riesgos y capacite para evitarlos o reducirlos.
Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades: “la ciencia pública española es un pilar fundamental en este Observatorio pionero”. “Fomentaremos la investigación científica en materia de salud y cambio climático en el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación de nuestro país, y luego la compartiremos para ayudar a planificar y tomar las mejores decisiones y proteger así a la ciudadanía”
El Consejo de Ministros aprobó el pasado mes de julio la agenda de trabajo del Observatorio. Entre los primeros retos a abordar se encuentran la definición de umbrales de aviso del sistema Meteoalerta teniendo en cuenta los impactos en la salud humana; la definición de patrones de variación de temperatura orientados a la detección de situaciones de potencial peligrosidad (como los cambios bruscos de temperatura); la creación de un sistema de avisos de riesgo climatológico; la actualización del sistema de estimación de muertes por temperaturas extremas en España o el desarrollo de un plan de vigilancia de la morbimortalidad asociada al impacto del cambio climático.