Los esfuerzos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (Pniec) están puestos en alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono antes de 2050 con una herramienta clave: las energías renovables. En 2021 la idea era llegar al 42% y en 2023 sube al 48% –con un 81% de la generación de electricidad–. Además, la eficiencia energética mejora hasta el 44%. Para el año 2030, se espera tener instalados 62 GW de eólica, 11 GW electrolizadores de hidrógeno renovable, 76 GW de fotovoltaica, 4,8 GW de solar termoeléctrica, 1,4 GW de biomasa, entre otros objetivos. Según fuentes del ministerio, su plan implica un total de 105 gigavatios (GW) de renovables nuevas en la década y 22 GW de almacenamiento energético en 2030.
El Consejo de Ministros, a petición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), acordó este martes remitir a la Comisión Europea el borrador de la primera actualización que incrementa las políticas y medidas previstas desde las 78 en 2020 hasta 107. El plan se va a someter a audiencia e información pública hasta el 4 de septiembre y la fecha para el documento definitivo es dentro de un año, en junio de 2024. Aun así, según fuentes cercanas al Gobierno, si hay futuros cambios, no podrán reducir los objetivos planteados anteriormente. Esto se debe al reglamento de gobernanza, que indica que la ambición no puede ser inferior.
Con el propósito de “modernizar la economía, proteger el medioambiente, crear empleo, mejorar la salud de los ciudadanos”, según anuncia el ministerio en la nota de prensa, la reducción de emisiones aumenta desde el 23% hasta el 32% en 2030. Asimismo, la dependencia energética baja hasta el 51%, lo que supondrá 90.700 millones de ahorro en importaciones de combustibles fósiles. El PIB crece un 2,5% adicional, lo que genera más de 500.000 empleos, con efectos más positivos en la población con menor renta disponible.
Uno de los puntos más relevantes es mejorar la salud y la vida de los ciudadanos. Con este plan se espera reducir la mitad las muertes prematuras asociadas a la contaminación atmosférica al final de la década. Un problema que afecta a toda la población, sin distinguir, y cuya cifra es impactante: las muertes prematuras se reducirían un 49% en 2030 con respecto a 2019. Esto es pasar de 11.952 fallecimientos a 6.067.
Impulso a las energías renovables
Se ha incrementado la ambición de objetivos como rehabilitar 1,38 millones de viviendas, frente a 1,2 millones, o disponer de un parque de vehículos eléctricos de 5,5 millones. Y se han introducido metas nuevas, en coherencia con los nuevos objetivos europeos, como consumir un 73% de energía renovable en los edificios. También se superan las previsiones de la hoja de ruta de autoconsumo hasta los 19 GW instalados para 2030. El borrador de actualización del Pniec prevé subir en 10 puntos porcentuales la producción de energía autóctona, alcanzando el 49%, lo que proporcionaría un ahorro superior a los 90.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles durante todo el período. (Abajo una tabla de resultados de 2030 extraída del Pniec)
Ante esta información, desde APPA Renovables, asociación nacional del sector, valoran positivamente que se hayan revisado al alza los objetivos de renovables, en consonancia con la madurez de las tecnologías y su competitividad económica. “Hacemos un llamamiento para poner en marcha políticas activas que incentiven la electrificación, impulsando de forma decidida el vehículo eléctrico, la bomba de calor, el almacenamiento de energía renovable y la flexibilidad de la demanda. El Plan prevé unos 85 GW de nueva potencia renovable de aquí a 2030, que es más que duplicar la potencia instalada actual, mientras que el Pniec prevé que la demanda de electricidad aumente un 12%, en contraposición con la disminución de demanda registrada en los últimos años. Es crucial que busquemos el equilibrio entre demanda y generación”, describe el texto de José María González Moya, Director General de APPA Renovables.
Por ello, González menciona que los usos térmicos renovables, la movilidad sostenible y un fuerte desarrollo de los gases renovables, como el hidrógeno renovable y el biometano, serán fundamentales para alcanzar las metas fijadas a 2030. “Debemos entender que la descarbonización es una meta de todo el sistema energético y no es únicamente algo que competa al mix eléctrico, comprender esto es lo más importante en la Transición Energética global que plantea el Pniec”, concluye. (Abajo una tabla de la evolución de la potencia bruta instalada de energía eléctrica en megavatios (MW), extraída del Pniec)
La metodología y los objetivos
Según fuentes del ministerio, se ha tomado como base el Pniec anterior, las más de 2.000 alegaciones, tres jornadas de trabajo con más de 275 asistentes y 70 potentes con la idea de representar a los sectores económicos. Se apoya en modelos analíticos robustos e incorpora la mayor ambición climática de la UE, el impulso a la transición ecológica derivado del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y otros avances a nivel nacional, así como el cambio geopolítico provocado por la guerra en Ucrania.
Por primera vez actuaciones específicas en ferrocarril, aviación y navegación, desarrollo rural, mejora de la integración de renovables con el medioambiente y territorio, ciberseguridad, mercados locales de electricidad, perspectiva de género, mercados de capacidad, análisis del ciclo de vida de los edificios, entre otras, para reforzar los objetivos y alcanzar un mayor beneficio social, económico y ambiental.
Impacto socioeconómico
El borrador de actualización del Pniec estima la movilización de una inversión de 294.000 millones de euros, de los que un 85% será privada y un 15% será pública (un 11% de fondos europeos). El 40% de la inversión recalará en energías renovables, el 29% en ahorro y eficiencia, el 18% en redes energéticas, y un 12% en la electrificación de la economía, que debería alcanzar el 34% en 2030.
Se calcula que el PIB crezca un 2,5% adicional respecto al escenario tendencial, hasta 34.700 millones de euros. También que el empleo aumente entre 430.000 y 522.000 puestos de trabajo en 2025 y 2030, respectivamente. La generación de puestos de trabajo se reparte por todos los sectores económicos, pero tiene una especial incidencia en industria (unos 71.000 puestos de trabajo en 2030), energía o construcción.
Igualmente, la propuesta de revisión del Pniec 2023 está en consonancia con otros documentos de planificación o estrategia en materia de medio ambiente, como Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, el Plan Estratégico Estatal del Patrimonio Natural y la Biodiversidad o la Planificación Hidrológica, afianzando y potenciando la agenda verde del país.
Conclusiones y participaciónEl Pniec persigue mejorar el medioambiente con la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI) un 56% respecto a 2005 y el cumplimiento del plan de la Unión Europea (UE) de transición ecológica ‘Fit for 55’. Es por esto que apuesta por elevar sus objetivos de renovables, autoconsumo, almacenamiento o eficiencia energética, además de incorporar medidas contra la pobreza energética o la transición justa. A la par, el ministerio espera un mayor beneficio socioeconómico, que se traduce en 522.000 empleos asociados al Pniec para 2030. (Arriba un gráfico de la evolución de las energías renovables, extraído del Pniec)
El siguiente paso es el período de consulta pública del borrador de actualización del Pniec, que se ha abierto este martes. Los comentarios pueden remitirse a la dirección electrónica bzn-actualiza-PNIEC@miteco.es hasta el 4 de septiembre.
Borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima