“Estamos quemando nuestro futuro”, dijo ayer la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos durante la inauguración de la sesión del Consejo dedicado a defender estas garantías fundamentales. "Las implicaciones humanas de los niveles de calentamiento global proyectados actualmente son catastróficas. Aumentan las tormentas, y las mareas podrían sumergir a naciones isleñas enteras y ciudades costeras. Los incendios arrasan nuestros bosques y el hielo se está derritiendo. Estamos quemando nuestro futuro, literalmente". Al tono apocalíptico, la Alta Comisionada ha añadido fondo bibliográfico. Bachelet ha citado así informes de la ONU sobre cómo la emergencia climática ha causado un fuerte aumento en los niveles mundiales de hambre y también ha señalado que las temperaturas más cálidas probablemente promoverán 250.000 muertes adicionales por año entre 2030 y 2050 a causa de la desnutrición, la malaria, la diarrea y el estrés por calor.
Michelle Bachelet: "el mundo nunca ha visto una amenaza a los derechos humanos de este alcance. Esta no es una situación en la que ningún país, institución, legislador puede mantenerse al margen. Las economías de todas las naciones; el tejido institucional, político, social y cultural de cada Estado, y los derechos de toda su gente, y las generaciones futuras, se verán afectados”
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas ha instado a los miembros del Consejo de Derechos Humanos a formar parte de la Cumbre sobre Acción Climática del Secretario General de la ONU que tendrá lugar el próximo 23 de septiembre. Cada Estado -ha dicho Bachelet- debería contribuir con la "acción más fuerte posible para prevenir el cambio climático", y también deberían promover la "resiliencia y los derechos" de sus ciudadanos al implementar estas políticas.
Un futuro que se quema
En ese contexto, la Alta Comisionada, que fue presidenta de Chile, expresó su preocupación por la drástica aceleración de la deforestación en el Amazonas: “los incendios que actualmente se extienden por la selva tropical pueden tener un impacto catastrófico en el conjunto de la humanidad, pero sus peores efectos los sufren las mujeres, los hombres y los niños que viven en estas áreas, entre ellos, muchos pueblos indígenas. Es posible que nunca se conozca el número total de muertes y daños causados por los fuegos en Bolivia, Paraguay y Brasil durante las últimas semanas”. Bachelet -informa la ONU- ha apelado a los Gobiernos para que implementen "las políticas ambientales que ya han sido acordadas y para que creen incentivos para el manejo sostenible de los bosques, y así evitar futuras tragedias".
La Alta Comisionada ha recordado a su auditorio que, en Colombia, desde el año 2014, su oficina para los Derechos Humanos ha asistido a los pueblos indígenas y afrocolombianos que han contribuido al diálogo con las autoridades para tomar decisiones sobre la naturaleza. Entre ellas, el acuerdo de manejo sostenible de la Sierra Nevada de Santa Marta, situada en el norte del país.