El World Energy Investment 2017, de la Agencia Internacional de la Energía, presentado ayer en la sede del Club Español de la Energía, analiza las inversiones realizadas en materia energética y su evolución durante el pasado año en todos los combustibles y todas las tecnologías de energía.
Se trata de la segunda edición de este estudio, que este año examina por primera vez las fuentes de financiación de inversiones en todo el sector energético, así como el gasto global en investigación y desarrollo. El informe aborda cuestiones clave relativas a los países y políticas que atrajeron la mayor inversión energética en 2016; en qué combustibles y tecnologías crecieron más rápidamente; cómo se están reinventando las compañías de petróleo y gas ante la nueva tecnología y el entorno de precios en el sector; o cómo podrían las tendencias de inversión en energía afectar la seguridad energética y la mitigación del cambio climático.
Los expertos de la AIE que participaron en la presentación –Alessandro Blasi y Alfredo del Canto, de the Economics and Investment Office– destacaron que el informe proporciona una base crítica para la toma de decisiones y pusieron el acento en cómo las decisiones de inversión tomadas hoy determinan cómo se desarrollará la oferta y la demanda de energía mañana, siendo cruciales para mantener la seguridad energética y alcanzar los objetivos ambientales.
El cuadro que dibuja el informe de la situación en 2016 es el siguiente: La inversión energética mundial cayó un 12%, situándose en 1,7 trillones de dólares americanos, equivalente al 2,2% del PIB mundial. A pesar del aumento de las inversiones realizadas en eficiencia energética (+9%) y redes eléctricas (+6%), la fuerte reducción de inversión en petróleo, gas y carbón motivó que la inversión total arrojara un resultado negativo durante el pasado año. No obstante, la Agencia prevé que las inversiones en 2017 se estabilicen con respecto a 2016.
El papel de China
Para los expertos de la AIE, la mejor notica es el crecimiento de la inversión en eficiencia, "debido a políticas gubernamentales fuertes en mercados clave", según apuntaron. Las inversiones en eficiencia energética se elevaron hasta los 231.000 millones de dólares americanos, con China a la cabeza. Es la región de más rápido crecimiento y representa el 27% de la inversión mundial en 2016.
A este ritmo, según la AIE, China, en donde las inversiones en carbón cayeron un 25% en 2016, podría superar a Europa, el mayor inversor hasta la fecha en eficiencia energética, en pocos años.
Más de la mitad de la inversión global en eficiencia energética se destinó a edificios, incluidos aparatos eficientes, que representan un tercio de la demanda total de energía del mundo.
Estados Unidos registró una fuerte caída en las inversiones en petróleo y gas (16% de la inversión mundial), mientras que India fue el mercado de inversión energética de mayor crecimiento, con un aumento del 7%, por el fuerte apoyo del gobierno en la modernización y expansión del sector eléctrico.
El World Energy Investment 2017 muestra, asimismo, la inversión global destinada a investigación y desarrollo del sector energético. Según la Agencia, se calcula que más de 65.000 millones de dólares americanos se destinaron a I + D en todo el mundo en 2015. Sin embargo, la cantidad destinada a investigación y desarrollo en energía no ha aumentado en los últimos cuatro años, ni siquiera la parte correspondiente a energías renovables.
En este campo, también China es la referencia, superando a Japón como el principal inversor mundial en I + D en energía, en términos del PIB.