La BBC informa de que en el resto de Suecia, la ola de calor ha causado incendios forestales que se han extendido tan hacia el norte que han alcanzado el Círculo Ártico. En Japón, las autoridades acaban de declarar una situación de desastre natural, debido a que las altas temperaturas han obligado a miles de personas a ingresar en los hospitales afectados por un golpe de calor.
En el Este de Canada y en Noruega, los termómetros han roto también todos los registros. Otro tanto ha ocurrido en Reino Unido y partes de Siberia. En el norte de esta enorme región, el calor excepcional ha sido la nota durante la primera semana de julio, según el Centro Hidrometeorológico de Rusia.
Pero el calor no se circunscribe solo a las regiones más al norte. En el sur de California, en Argelia o en torno al Mar Caspio se están registrando temperaturas muy por encima de lo que era habitual en estas fechas, mientras que en Omán la temperatura nocturna más fresca ha sido de 42,6º C. En Grecia, al menos 74 personas han muerto en incendios en la región próxima a Atenas.
¿Y cómo fue junio?
Globalmente, el mes pasado fue el quinto junio más caliente desde 1880, de acuerdo con los Centros de Información Ambiental de Estados Unidos. El primero en esa lista fue junio de 2016, cuando la temperatura global se ubicó en 0,91ºC por encima del promedio. Ese fue el cuadragésimo segundo junio consecutivo con temperaturas por encima del promedio, de acuerdo con sus datos de 402 meses consecutivos con este fenómeno.
En Reino Unido, junio de 2018 fue el tercero más caliente desde 1910 y en general las temperaturas máximas se situaron entre 2°C y 3°C por encima del promedio en la mayor parte de las áreas, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional. En Siberia se registraron temperaturas aún más extremas: la media de toda la región fue ocho grados más alta de lo habitual. La Organización Mundial de Meteorología (OMM) señala que en distintas localidades de Siberia se alcanzaron repetidamente los 40 grados centígrados a lo largo del mes de junio y se registraron grandes incendios.
Según indica en su blog el meteorólogo estadounidense Nicholas Humphrey, este calor extremo está provocando el descenso del volumen de hielo de la costa ártica rusa, lo que puede acelerar la emisión de gases como el CO2 y el metano desde el permafrost.
En general, los expertos coinciden en que estos eventos climáticos encajan en los escenarios previstos por la comunidad científica como consecuencia del calentamiento global, pero añaden que hacen falta más estudios para vincular directamente un episodio en concreto al cambio climático.