El Instituto Tecnológico de la Energía trabaja en todas estas líneas de investigación con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE). Todas ellas han sido identificadas como áreas prioritarias de las iniciativas propuestas por la Comisión Europea, y están recogidas en el documento “Green Hydrogen for a European Green Deal: A 2×40 GW initiative”.
Nuevos materiales a partir de residuos
En el área de diseño de nuevos materiales y componentes eficientes y sostenibles, ITE está trabajando en el desarrollo de membranas poliméricas eficientes y de baja resistencia mediante la proyección de composites y el uso de nanomateriales. Una de las áreas que concentra la investigación es la de economía circular, donde se está investigando con nuevos materiales carbonosos de alto valor añadido a partir de residuos o biomasa para su aplicación como soportes catalíticos en los electrodos de las pilas de combustible.
Además, están empleando tecnologías de deposición avanzadas para obtener componentes con resistencia reducida y prestaciones avanzadas por medio de impresión por spraying o inkjet para desarrollar componentes de la pila de combustible como son las MEAS o los electrodos soportados sobre membranas (CCM).
Los nuevos materiales y componentes son sometidos a diversas pruebas electroquímicas y se testean en dispositivos a diferentes escalas de laboratorio. Se evalúan las curvas de polarización obtenidas y los rendimientos alcanzados en distintas condiciones de operación, así como el comportamiento de aquellos componentes sometidos a condiciones de envejecimiento acelerado.
Reducir costes
Las invesrtigaciaones que se llevan a cabo en el centro valenciano persiguen ayudar a reducir los costes de este vector energético. Según el analista internacional BloombergNEF (BNEF), el hidrógeno limpio podría utilizarse en las próximas décadas para reducir hasta el 34% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero procedentes de los combustibles fósiles y la industria, a un costo razonable.
Sin embargo, esto sólo será posible si se establecen políticas para ayudar a ampliar la tecnología y reducir los costos.
En un informe publicado la pasada primavera, BNEF señala que el hidrógeno renovable podría producirse a entre 0,8 y 1,6 dólares por kilogramo en la mayor parte del mundo antes de 2050. Esto equivale a un precio del gas de 6-12 dólares/MMBtu, lo que lo hace competitivo con los precios actuales del gas natural en numerosos países, como Brasil, China, India o Alemania. Si se incluye el cose del almacenamiento y la infraestructura de tuberías, el coste del hidrógeno renovable en China, India y Europa Occidental podría disminuir a alrededor de 2 dólares por kilogramo (15 dólares/MMBtu) en 2030 y 1 dólar por kilogramo (7,4 dólares/MMBtu) en 2050.
La Hoja de Ruta española del hidrógeno, aprobada el pasado mes de octubre, fija objetivos nacionales de implantación del hidrógeno renovable a 2030 que incluyen 4 gigavatios de potencia instalada de electrolizadores. Se incorpora un hito intermedio para 2024: contar con una potencia instalada de entre 300 y 600 MW.
El documento también analiza el potencial del hidrógeno entre 2030 y 2050 y concluye que España tiene la capacidad de crear un proyecto país alrededor del hidrógeno renovable, que impulse la industria nacional, el conocimiento tecnológico y la creación de empleo. Esto afianzará el papel de liderazgo en la generación de energía renovable.