También ayer el conselleiro de Economía, Emprego e Industria de la Xunta de Galicia acusaba a Naturgy de "incumplir sus compromisos con Galicia una vez más". Según el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IDMA), "de confirmarse las solicitudes de cierre, las instalaciones pasarían a formar parte de las centrales térmicas de carbón que cerrarán en junio de 2020, a más tardar, junto a las de Lada y Velilla (Iberdrola) o las de Teruel y Compostilla (Endesa)". Los cierres, al menos según algunas de las informaciones publicadas, estarían condicionados a la presentación de un Plan de Transición para las centrales, que aseguraría una transición justa para los trabajadores.
La noticia supone en todo caso un cambio de rumbo para Naturgy- antigua Gas Natural Fenosa- que había anunciado que realizaría inversiones en algunas centrales, como La Robla y Meirama, para cumplir con los valores límite de emisión más estrictos previstos en la normativa europea. La eléctrica ya ha obtenido la autorización de cierre para la central de Anllares, y sus demás centrales -explican desde IDMA- tendrían que presentar la solicitud de cierre lo antes posible "para poder realizar un cierre ordenado y progresivo en junio de 2020, fecha límite para que aquellas instalaciones incluidas en el Plan Nacional Transitorio cierren, si no han realizado las obras necesarias para adaptarse a los nuevos valores límite de emisión".
Plan Nacional Integrado de Energía y Clima
Sea como fuere, IDMA considera que el cierre de las tres centrales en 2020 sería "un paso en la buena dirección, ya que, para poder cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, todas las centrales de carbón en España deben cerrar a más tardar en 2025". En este sentido, el Instituto ha pedido al Gobierno que incluya "fechas concretas de cierre de todas las centrales térmicas que operan en España dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que se publicará en las próximas semanas".
Endesa ya ha realizado inversiones para que las centrales de As Pontes o Litoral continúen operando más allá de 2020, y todavía no se conocen sus planes para la central de Alcudia, en Mallorca, aunque de acuerdo con información aparecida en medios, ha presentado la solicitud de cierre para los grupos I y II. EDP también ha acometido inversiones en Soto de Ribera y en Aboño, mientras que Viesgo lo ha hecho en Los Barrios.
Según el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IDMA), "sin fijar una fecha concreta de fin del carbón en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, se corre el riesgo de que estas centrales continúen funcionando más allá de esta fecha, algo inadmisible si queremos cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y evitar los efectos más graves del cambio climático, a los que España es especialmente vulnerable".