La energía es un producto básico fundamental para la producción de alimentos y calefacción -contextualiza el BM-, de modo que los precios cada vez más altos que se han registrado en 2021 ya han afectado a los precios de los fertilizantes, aumentando a su vez el costo de la producción de alimentos. El Banco Mundial (BM) reconoce que, en la segunda mitad de 2021, los precios de los productos básicos alimenticios comenzaron a estabilizarse "en respuesta a las perspectivas favorables de la oferta mundial, pero -matiza- siguen estando por encima de los niveles anteriores a la pandemia". Además -añaden desde el Banco Mundial-, la inflación interna de los precios de los alimentos "está aumentando en la mayoría de los países, lo que reduce la capacidad de los pobres para costear alimentos saludables" y puede exacerbar -concluyen desde el BM- la inseguridad alimentaria "en los países en desarrollo".
La otra gran peocupación que ha recorrido el mundo en 2021 ha sido el cambio climático
El cambio climático lleva un par de años ubicado en lo más alto de la agenda política global. Y, en lo que a él se refiere, el Balance que hace el Banco Mundial del curso que hoy acaba (y las perspectivas que vislumbra en el más corto plazo) son tanto o más preocupantes que las que se derivan del incremento de los precios de la energía y los alimentos. "Si no se controla, el cambio climático -establece el BM en su Balance- puede empujar hasta 132 millones de personas a la pobreza extrema para 2030, y la mayoría de las personas más pobres del mundo vivirá en situaciones caracterizadas por fragilidad, conflicto y violencia". La pobreza -insiste el BM- ya se entrelaza con la vulnerabilidad a las amenazas relacionadas con el clima, "como las inundaciones y las enfermedades transmitidas por vectores, lo que hace que el cambio climático sea un gran impedimento para aliviar la pobreza extrema".
Movimientos migratorios que huyen de la pobreza extrema
Además de contribuir al aumento de la pobreza extrema -señala el BM en su Balance-, el cambio climático también puede actuar como un poderoso desencadenante de migraciones internas. El último informe Groundswell señala en ese sentido que, para 2050, el cambio climático podría obligar a 216 millones de personas a desplazarse dentro de sus países. El Banco Mundial asegura sin embargo que aún estamos a tiempo: "todavía existe la oportunidad de reducir significativamente estas cifras y gestionar mejor la migración climática interna si se realiza un esfuerzo mundial concertado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, apoyar un desarrollo verde, inclusivo y resiliente".
El Banco tiene un plan
Para responder a los desafíos urgentes, el Grupo Banco Mundial publicó su nuevo Plan de Acción sobre el Cambio Climático 2021-25, con el que pretende "brindar financiamiento climático a los países en desarrollo, reducir las emisiones, fortalecer la adaptación y alinear los flujos financieros con los objetivos del Acuerdo de París". En ese sentido, el Grupo presume de ser "la principal fuente de financiamiento multilateral de iniciativas climáticas en los países en desarrollo". Así, asegura que, entre 2016 y 2021 ha proporcionado más de 109 000 millones de dólares estadounidenses en financiamiento para el clima, "cifra que incluye un monto récord de USD 26 000 millones en el ejercicio de 2021". Según recoge en su Balance 2021, el Banco Mundial ha incrementado el apoyo a la adaptación climática, pasando de un 40% del financiamiento climático en 2016 a un 52% en 2020.