El impuesto al Sol –lo dice el propio sector– se había convertido más en un símbolo que en un problema real. Pero era una pared psicológica para el desarrollo de la solar fotovoltaica y de las renovables en España. Así que su final es un momento propicio para contar la larga, tortuosa y absurda historia de un impuesto “del que se han mofado todos los organismos internacionales”, como ha reconocido la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Su desaparición despeja el camino del desarrollo de las renovables, que han vivido unos años transitando un paisaje en claroscuro. Lo explica a la perfección el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España en 2017, presentado por APPA hace un mes: el consumo nacional de energía renovable ha retrocedido durante los últimos tres años. Y ha estado prácticamente paralizado hasta el año pasado, si bien las distintas subastas y los proyectos que directamente acudirán a mercado (en el ámbito eléctrico) son los primeros síntomas de la tendencia al alza que ya empezamos a ver. Pero incluso en años difíciles la tecnología renovable española da alegrías. Por ejemplo en exportaciones, que en 2017 alcanzaron cifras históricas.
Entrevistamos al eurodiputado y negociador del Grupo Verde para la directiva sobre el Mercado Eléctrico, Florent Marcellesi, que considera que “el cambio climático y el nuevo modelo energético deben ser prioritarios en el debate político”.
El parque eólico global alcanzó los 50.000 megavatios de potencia en el año 2004. En 2020, todos ellos (miles de aerogeneradores repartidos por todo el mundo) habrán superado los 15 años de operación (15.000 MW habrán superado incluso los 20). Lo que hayan hecho sus propietarios con esas máquinas a lo largo de toda su vida útil habrá determinado cómo se encuentren en ese año emblemático. Y ahora se plantean qué hacer: ¿prolongamos la vida útil del aerogenerador o repotenciamos? El director general de la Asociación Empresarial Eólica, Juan Virgilio Márquez, se suma al debate para darnos su versión.
Tras una fase piloto con más de 1.300 ofertas a clientes y 100 proyectos ejecutados, Feníe Energía lanza su producto de autoconsumo. La comercializadora considera que la eliminación del impuesto al Sol es una oportunidad porque estas instalaciones se convierten en alternativa a los altos precios del pool. Así que, como dice el mensaje que incluyen en todas sus ofertas, por qué no decides que el Sol sea tu energía.
Se llama Mula, está ubicada al sureste del municipio murciano del mismo nombre y va tomando forma. Con sus 500 MWp de potencia es la más grande de España y de toda Europa. Cuando entre en plena operación, previsiblemente para finales de 2019, la energía solar producida en Mula será suficiente para abastecer a una ciudad del tamaño de Murcia capital. Para saber más entrevistamos a Luis Selva, director O&M de Fotovoltaica en Ingeteam, empresa adjudicataria del contrato de suministro y montaje.
18 de las 50 centrales termosolares españolas pueden acumular el calor del Sol en grandes tanques de sales, que funcionan como una pila que absorbe ese calor durante el día y lo libera para generar energía eléctrica con él durante la noche. España cuenta así con una capacidad de almacenamiento termosolar que alcanza los 6.850 megavatios hora, más que ningún otro país del mundo.
Un negocio de 250.000 millones de euros. La cifra la dio hace solo unos días el más alto representante de la Unión de la Energía, Maroš Šefčovič, que acaba de anunciar el lanzamiento de una asociación de regiones europeas por la promoción del almacenamiento de energía. La nueva asociación, que se integrará en la Alianza Europea de las Baterías, se beneficiará de una serie de apoyos de la Comisión Europea. Para empezar, el próximo 24 de enero la CE lanza una convocatoria de ayudas –114 millones de euros– para la investigación en baterías. Y otros de los que damos cuenta. El reportaje da pie a Aquilino Alonso, director de la Agencia Andaluza de la Energía, a explicar lo que Andalucía está haciendo en relación con el almacenamiento energético.
Valladolid volverá a acoger del 24 al 26 de septiembre de 2019 una nueva cita de Expobiomasa. La duodécima edición de la feria, organizada por Avebiom, será el evento del año para los profesionales del sur de Europa y demostrará que el sector cuenta con las herramientas necesarias para dar respuesta a los nuevos desafíos de la sociedad. Una puerta abierta a una realidad imparable.
El crecimiento continuo, y en algunos apartados acelerado, de la biomasa en Galicia tiende a situarla entre las cuatro comunidades autónomas que más usan biocombustibles sólidos para producir energía, tanto térmica como eléctrica. En la actualidad ocupa la quinta posición en potencia térmica y se debate entre el segundo y el cuarto en eléctrica. Más arriba está en producción de pélets, con una empresa, Biomasa Forestal, que fabrica más del 10% de todas las plantas españolas. Las ayudas de la Xunta y el potencial forestal y rural de Galicia pueden conseguir que se consolide en puestos de “champions”.
En una sociedad que progresa hacia un futuro cada vez más sostenible, los actuales sistemas de producción de hidrógeno basados en la electrólisis del agua en combinación con las fuentes de energía renovables se plantean como un recurso de gran potencial. Tanto para la obtención de hidrógeno limpio como para minimizar las fluctuaciones de las energías renovables utilizando el hidrógeno generado como almacén energético. El Centro Nacional del Hidrógeno nos explica cómo pretenden hacerlo.
Por último, nos hemos dado un paseo por la generación distribuida en América latina, para conocer algunas experiencias en siete países.
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