En palabras de Alpidio Armas, presidente de Gorona del Viento, "se trata de una línea de trabajo continuista, que reconoce los esfuerzos hechos hasta el momento para plasmar la idea de convertir a la Isla y a Canarias en un laboratorio de sostenibilidad, pero que quiere y va a lograr traspasar la fase de ´propósito´ para convertir los conceptos en hechos que tengan impacto en el crecimiento cualitativo de la Isla, con beneficios palpables en la ciudadanía”.
La central hidroeólica ya ha convertido a El Hierro en referente mundial en cuanto a la integración masiva de energías renovables en sistemas insulares. "La innovación tecnológica del sistema atrae a multitud de responsables políticos y técnicos de otros territorios, que se fijan en la isla del Meridiano como el modelo a seguir para conseguir aumentar el aprovechamiento de fuentes limpias en sistemas con dificultades de integración de renovables y, en general, en un planeta que tiene la necesidad de frenar, de forma inminente, las emisiones de gases contaminantes", señalan desde la empresa.
Además de a la energía, el Plan de Desarrollo Sostenible de El Hierro, aprobado en 1997, atañe a otros sectores, como son el agrícola, la gestión de los residuos, la movilidad sostenible o la formación, entre otros. “Con el Plan Director, Gorona del Viento va a ser el elemento integrador de las actuaciones que se llevan a cabo en todos ellos para conseguir los objetivos marcados e, incluso, ampliar las metas en las que hasta ahora se ha trabajado”, dice el consejero delegado, Santiago González.
Convertir los retos en oportunidades
De la mano del Instituto Tecnológico de Canarias, socio del Cabildo de El Hierro, el Gobierno de Canarias y Endesa en la sociedad Gorona del Viento, así como de otros centros de investigación del Archipiélago, con una mayor colaboración con las universidades y empresas ligadas a la investigación en las materias de interés, se trabajará analizando las, hasta ahora, carencias o dificultades derivadas de la lejanía o la doble insularidad, para convertir los retos en nuevas oportunidades.
Explica González que no sólo se trata de actuaciones a gran escala, sino que tendrá especial protagonismo el ciudadano, de manera que desde Gorona del Viento se pueda llegar a los hogares herreños con las políticas de implementación del uso de los recursos no contaminantes en cuanto a movilidad o autoconsumo, concienciación en el uso de la energía y los recursos hídricos, formación de profesionales en los sectores presentes en el crecimiento insular, etc.
El Hierro, por sus condiciones geográficas, orográficas y hasta demográficas, puede ser una réplica a pequeña escala de núcleos mayores, y el trabajo que en la Isla se desarrolle puede ser extrapolable, incluso al continente. “Es una circunstancia que debemos aprovechar, también, para potenciar la imagen de marca ligada al turismo científico, al visitante de calidad, comprometido con el respeto medioambiental de la Isla”, añade el consejero.
Desde Gorona del Viento hacen un llamamiento al Gobierno de Canarias y al Estatal, para que no desaprovechen la oportunidad que tienen en la isla del Meridiano de conseguir demostrar, con acciones reales y resultados palpables, que es posible llevar a la práctica un modelo basado en el uso de renovables y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, con alta replicabilidad en otros territorios.
Más de la mitad de la electricidad en 2019
El proyecto parte de dos condiciones naturales de la isla: un cuenco volcánico natural que es empleado como embalse y los vientos que azotan la isla.
El parque eólico utilizado para bombear el agua tiene una un potencia de 11,5 MW, aportada por cinco aerogeneradores Enercon de 2,3 MW de potencia unitaria, mientras que la central hidroeléctrica, que tendrá un salto neto de 682 metros, suma 6 MW. Se completa con dos depósitos, que actúan como sistema de almacenamiento. El inferior tiene capacidad para 225.000 metros cúbicos, y el superior, que aprovecha la caldera volcánica natural existente, para 500.000 metros cúbicos.
El complejo está apoyado por una central de motores diésel, que entra en funcionamiento cuando no hay ni agua ni viento suficientes para cubrir la demanda.