Las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina (tendrán lugar en otoño) y la fractura hidráulica (el fracking) podría sumar o restar algún que otro voto. De momento, el Partido Nacionalista Vasco parece estar dispuesto a decirle no a esa polémica manera de buscar gas bajo la tierra. Así, durante el acto de presentación de la Estrategia Vasca 2030, la consejera Tapia ha dicho que su gobierno "continuará con la realización de estudios, trabajos y análisis necesarios para tratar de conocer la presencia de potenciales recursos de gas natural, siempre dentro del marco de la legislación vigente, y seguiremos manteniendo la investigación para la posible extracción de gas, mediante métodos única y exclusivamente convencionales", o sea, que el Ejecutivo vasco parece alejarse, al menos de momento (las elecciones autonómicas están a tiro de piedra), del polémico fracking.
Convencionales
La fractura hidráulica -fracking- es habitualmente considerada "técnica no convencional" de extracción de gas. Durante la ronda de preguntas (de los periodistas asistentes al acto), la consejera ha añadido que, "en este momento no tenemos las garantías absolutas de que utilizando la técnica de fracking existente a día de hoy nos permita asegurar las condiciones medioambientales y sociales que estamos de alguna forma autoimponiéndonos. Dada esa circunstancia, decimos que vamos a mantener la exploración y la explotación como hasta ahora, solo utilizando técnicas convencionales". Es decir, que, de momento, el Gobierno vasco seguirá buscando gas bajo la tierra, pero que no lo hará (parece ser) mediante la fractura hidráulica. Lo que sí va a hacer el Ejecutivo autónomo es impulsar "la sustitución del petróleo en el transporte por energías alternativas".
Tapia ha puesto un ejemplo: la empresa irunesa Transordizia
Los camiones de Transordizia van a utilizar gas natural licuado (GNL) en rutas largas. Según la consejera, "en el sector del transporte, el objetivo es disminuir la dependencia del petróleo, y la estrategia básica es impulsar la utilización de vehículos alternativos, potenciando la instalación de las infraestructuras necesarias para su recarga, tanto en el caso del gas, como en el caso de energía eléctrica". El primero de los camiones de gas licuado adquirido por Transordizia se ha convertido precisamente esta semana -informa la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial- en el primer vehículo que emplea este combustible en completar una ruta europea de larga distancia, al desplazarse entre Madrid y la localidad alemana de Hamburgo.
Compañía guipuzcoana de transporte internacional
Transordizia ha anunciado que prevé invertir 2,5 millones de euros en la adquisición de una flota de camiones que utilizará como combustible exclusivamente GNL. Este proyecto cuenta con el apoyo del Ente Vasco de Energía, organismo dependiente del Gobierno vasco. Según la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial, "en estos momentos, la empresa de Irún ha encargado cinco vehículos de estas características al fabricante Iveco y su objetivo es incorporar progresivamente un total de 25 vehículos a su flota en los próximos años". El metano (CH4) es un hidrocarburo, componente principal del gas natural. Después del dióxido de carbono (CO2), ocupa el segundo lugar en cuanto a gases de efecto invernadero (GEI) causados por las actividades humanas. Gas de vida atmosférica corta, de aproximadamente 12 años, es considerado un "gas de efecto invernadero potente" debido a que es 23 veces más eficaz para atrapar el calor dentro de la atmósfera que el CO2 (véase Globalmethane.org).
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