La Comisión Europea (el Ejecutivo comunitario) ha propuesto hoy reformar la configuración del mercado de la electricidad de la UE "para (1) acelerar el aumento de las energías renovables y la eliminación progresiva del gas, (2) hacer que las facturas de los consumidores dependan menos de la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, (3) proteger mejor a los consumidores frente a futuras subidas drásticas de los precios y posibles manipulaciones de mercado y (4) lograr que la industria de la UE sea limpia y más competitiva". La reforma propuesta prevé la revisión de varios actos legislativos de la UE, en particular el Reglamento sobre la electricidad, la Directiva sobre la electricidad y el Reglamento sobre la integridad y la transparencia del mercado mayorista de la energía.
La reforma introduce medidas que incentivan los contratos a largo plazo "con producción de energía no fósil" y aporta al sistema "más soluciones limpias y flexibles para competir con el gas, como la respuesta de la demanda y el almacenamiento". Todo ello servirá -sostiene la Comisión- para reducir el impacto de los combustibles fósiles en las facturas de electricidad de los consumidores y garantizará que en ellas se refleje un menor coste de las energías renovables. Además, la reforma propuesta -aseguran desde la Comisión- impulsará la "competencia abierta y leal en los mercados mayoristas europeos de la energía mediante el aumento de la transparencia y la integridad del mercado".
El Ejecutivo comunitario considera que la construcción de un sistema energético basado en las energías renovables será "crucial" no solo para reducir las facturas de los consumidores, "sino también para garantizar a la UE un suministro energético sostenible e independiente, en consonancia con el Pacto Verde Europeo y el plan REPowerEU".
Y fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico han valorado como positiva esa propuesta, cuyo espíritu recoge, según esas fuentes, las tres claves del discurso que llevara hace ya meses a Bruselas la ministra Ribera: "colocar la defensa de los intereses de consumidores, industria y empresas en el centro de la reforma del mercado eléctrico, con precios razonables , asumibles y predecibles; reducir el impacto del precio del gas en el recibo de la luz; y hacer que la transición energética se haga con justicia social, acercando a los consumidores el beneficio de las energías renovables de bajo coste, a la vez que seguir ofreciendo incentivos atractivos para la inversión".
Así, Madrid acoge "con satisfacción" la propuesta alumbrada hoy en Bruselas: "consideramos positivo que la Comisión haya asumido como propia la propuesta de España de reforzar el protagonismo de los contratos a largo plazo y de capacidad. Consideramos de gran interés el respaldo que la propuesta de la Comisión realiza al impulso expresado por España para instrumentos como los contratos por diferencia (CxD) y los contratos de compra de energía (PPA)".
El Ministerio reconoce explícitamente además el "ánimo constructivo de la Comisión" a la hora de preservar el interés de desacoplar el gas y el carbón del mercado marginalista -sin que por ello se elimine ese mercado-, "tal y como expuso España en su propuesta remitida a Bruselas el pasado enero".
La misma fuente ministerial destaca como así mismo positivo el papel que Bruselas plantea para los mercados de capacidad, que "ofrecen seguridad en el suministro y permiten conseguir los objetivos de inversión en renovables garantizando el almacenamiento".
"Creemos que al recoger la propuesta de la Comisión todos estos elementos demandados por España, la UE avanzará en una reforma integral del mercado de la electricidad que ofrezca señales en el presente y en el futuro, con mercados a plazo, precios más bajos y servicios de capacidad", concluye la valoración del Ministerio.
Ahora se abre un proceso de negociación en el que España podría volver a jugar un rol determinante como Presidencia del Consejo de cara a enriquecer el texto de la Comisión y generar un consenso entre los 27 estados miembros. Esta etapa podría culminar con la adopción de la reforma del mercado "antes del final de la legislatura europea", según fuentes ministeriales.