Mientras se diseña un nuevo sistema -España ha sido el primer país en trasladar una propuesta a Europa-, el Gobierno también ha pedido a Bruselas -informa Europa Press- una prórroga del mecanismo ibérico del tope al gas para poder seguir abaratando los precios finales al consumidor ante los elevados precios del gas natural, al menos hasta finales de 2024. Según los datos facilitados por el Ejecutivo, el tope al precio del gas (la denominada excepción ibérica) ha permitido un ahorro de 4.500 millones de euros hasta ahora (150 euros por familia de media). "Necesitamos una mayor seguridad y certidumbre -ha dicho la ministra Ribera- con respecto al acceso y a la seguridad de suministro y queremos que las nuevas oportunidades de tener energía a precio razonable beneficien a los consumidores y no solo a los productores, y también necesitamos reducir la extrema volatilidad vivida en los últimos meses".
El sistema que propone España se basa en un mercado de corto plazo (diario e intradiario) líquido y transparente, como el que se da actualmente, combinado con un mercado a plazo de energía y servicios de capacidad y flexibilidad adaptados a las necesidades particulares de cada mercado nacional o regional.
Para implementar la reforma, sería necesario modernizar la directiva del mercado interior, de tal forma que se facilite la introducción de mercados de capacidad que garanticen la seguridad de suministro y el fácil desarrollo de los contratos por diferencia (CfD, según sus siglas en inglés) para las plantas existentes.
La ministra ha explicado que esta reforma es necesaria, ya no solo por la coyuntura actual desatada por la guerra en Ucrania, sino porque considera que el sistema no está preparado para el futuro. Cuando se diseñó hace 20 años, las renovables solo representaban el 10% del mix total, pero ahora alcanzan el 50% y se prevé que lleguen al 75% para el año 2030.
Por eso, ahora, el hecho de que la tecnología más cara fije el precio medio de la luz cobra menos sentido con esas proporciones de tecnologías. Así, el Gobierno pretende que el precio más bajo de las tecnologías renovables quede más integrado en el precio final de mercado.